“Hoy levantamos la voz y decimos aquí estamos, somos los pueblos, los primeros que habitamos este México de abajo […] vamos a seguir de pie, vamos a seguir luchando y queremos vida para todos, una vida para nuestros hijos y nuestras hijas, queremos respeto para nuestros pueblos” María de Jesús Patricio Martínez, vocera del Consejo Indígena de Gobierno y participante de la marcha del 12 de octubre.
Por: Eduardo García / @EduardoGrcp / @Somoselmedio
Este martes 12 de octubre, se llevó a cabo una marcha en contra de la militarización del país y la guerra capitalista; entre los participantes se encontraron pueblos originarios de Puebla, Chiapas y Guerrero, simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) además de comerciantes y estudiantes de Ayotzinapa, la UNAM, IPN, UACM y UAM.
Inicio de la marcha del 12 de octubre en contra de la militarización
La marcha tuvo lugar desde el Ángel de la Independencia al Zócalo Capitalino, en ella se reiteró la lucha que ha llevado la comunidad Otomí por el derecho al agua, ya que en los últimos años, han denunciado la expropiación de tierras por parte de empresarios de Bonafont y Danone.
En la marcha se exigió un alto a la militarización del país. “Ya basta señor presidente, usted prometió ayudar a los pueblos indígenas, aquí demostramos que esto no es así. Cada vez el pueblo está más oprimido y más reprimido”, exigió una representante de las comunidades indígenas de Puebla.
Se recordó que han pasado 530 años en los cuales las comunidades originarias han estado en lucha y resistencia, por lo que al día de hoy seguirán manteniendo la lucha por sus comunidades, “No nos vendemos, no claudicamos y no traicionados” se leía en las pancartas de la comunidad indígena Otomí residente en la Cdmx.
La REDAVI (Red en Defensa por el Agua y la Vida) también estuvo presente y señaló el caso de dos de sus compañeros, que fueron criminalizados el 10 junio en una manifestación realizada en Santiago Mexquititlán, Querétaro, y que fueron detenidos y golpeados de manera arbitraria por la policía; esta marcha buscaba frenar la legislación de una ley que privatizaría los servicios de agua en dicha población.
Otra de los participantes fue Argelia Betanzos, hija del profesor Jaime Betanzos, mazateco detenido en la población de Eloxochitlán de Flores Magón en 2014 y actualmente preso político junto a 6 de sus compañeros. Argelia agradeció el respaldo que ha tenido por diversos grupos y comunidades originarias, a su vez exigió justicia y libertad por sus 7 compañeros indígenas mazatecos.
Llegada al Zócalo Capitalino
Al momento de llegar al Zócalo, elementos de la SSCCDMX (Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México) se encontraban resguardando las puertas de Palacio Nacional, sin embargo la marcha fue pacífica y no encararon a los elementos, pues su objetivo era pronunciarse y señalar el alto a la militarización del país.
No obstante, participantes del conocido Bloque Negro comenzaron a aventar petardos y a lanzar las vallas que se encontraban frente a los granaderos, los cuales ocuparon un tipo de gas para alejar al Bloque Negro. Sin embargo, los participantes que venían llegando de forma pacífica, así como los que ya se encontraban en el podio, indicaron que se les ignorara, ya que no venían a buscar problemas, sino a demandar la ineficiencia del gobierno.
Manifestantes intentan quitar valla frente a Palacio Nacional.
🎥 @Kamalashi_ids pic.twitter.com/P6xeX1NOFK
— Somos el Medio (@Somoselmedio) October 13, 2022
Inicio del mitin en contra de la militarización
En el mitin, el padre de uno de los 43 normalistas, Melitón Ortega, declaró “hoy los que están explotando los recursos naturales tienen otra cara y se llaman capitalistas, son empresarios, extranjeros, son los ricos de fuera del país, que vienen a saquear todos los recursos minerales de nuestro país, mientras nuestros gobiernos le siguen otorgando concesiones para seguir saqueando los recursos, dejando los pueblos en la marginación y la pobreza, en falta de atención de salud, de educación, dejando a los pueblos sin recursos necesarios para sobrevivir.”
Por su parte, Jaime Coatl Popoca, participante de la región Cholulteca, mencionó “aquí estamos los pueblos originarios, resistiendo al actual tirano y al traidor y sus traidores, que buscan confusión en los humanos para seguir dominándolos. La situación actual nos demuestra que los tiranos al tener dinero y riquezas materiales, manejan todo el poder y vemos traidores que usurpan la voz del pueblo, llámese gobiernos, religiones, movimientos revolucionarios e insurgentes, para confundir a los ignorantes, débiles de espíritu y de mente, para darle fuerza a los perversos y sus perversidades.”
“No queremos esos mega-proyectos de muerte, que lo que están trayendo es destrucción de la vida de las comunidades, por eso muchas organizaciones se están solidarizando, porque también son parte de las comunidades, y decirle al gobierno que no estamos de acuerdo con está militarización, que no estamos de acuerdo con las formas que está tomando para reprimir a nuestras comunidades y a nuestros pueblos originarios, que tiene que tener respeto, porque sí lo dijo y no lo está cumpliendo” expresó la vocera del Consejo Indígena de Gobierno, María de Jesús Patricio Martínez, también conocida como “Marichuy”.
¡No a la militarización!
El pasado 5 de octubre, el Senado aprobó con 87 votos a favor y 40 en contra, la reforma al Artículo Quinto Transitorio del Decreto en materia de Guardia Nacional, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 26 de marzo de 2019, para extender, hasta 2028, la permanencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.
Por esta razón, diversos colectivos se han manifestado en contra de esta decisión, ya que han expuesto que los militares no están preparados para atender casos de seguridad ciudadana, así como su nulo adiestramiento para tratar con civiles, sin olvidar los numerosos casos de torturas y desapariciones forzadas de los que ha sido acusado históricamente el ejército mexicano.
Algunos de los casos en los que el ejército se ha visto involucrado fueron: la masacre del 2 de octubre de 1968, en el que el ejército asesinó a varios estudiantes en las inmediaciones de Tlatelolco; el denominado “Halconazo” sucedido en 1971, donde 120 estudiantes fueron asesinados durante el mandato de Luis Echeverría; la matanza de Tlatlaya del 30 de junio de 2014, donde 22 civiles fueron asesinados por el ejército; la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la cual tuvo lugar el 26 de septiembre del 2014, entre otros.