El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) conmemora sus 40 años desde su fundación el 17 de noviembre de 1983. Este movimiento, originado en una comunidad de la selva Lacandona, fue fundado por seis guerrilleros, entre ellos Germán, Elisa, Javier, Jorge, Frank y Rodolfo. Su creación marcó un hecho significativo en la historia contemporánea de México, representando una voz resistente y desafiante para los pueblos indígenas y marginados.
Texto y fotografías: Mario Marlo / @Mariomarlo
Para celebrar este aniversario, se ha organizado en la Ciudad de México el festival musical “Resonancias del Caracol”, iniciativa, impulsada por organizaciones simpatizantes del EZLN y el Congreso Nacional Indígena. El evento, destinado a recaudar fondos para comunidades zapatistas, se destaca por la participación de artistas como Rebeca Lane, DJ Guapis, Leiden, Los Cogelones y Lengualerta. Los boletos para el festival se venden a 150 pesos en preventa y 200 pesos el día del evento.
El EZLN, se originó en la Selva Lacandona de Chiapas. Su nacimiento se vincula con la lucha de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), un grupo político-militar inspirado en el Movimiento Estudiantil de 1968. Este grupo, compuesto por activistas urbanos, buscaba un cambio social radical mediante la lucha armada y encontró en las comunidades indígenas mayas de Chiapas un terreno fértil para sus ideales revolucionarios.
El proceso de formación del EZLN fue largo y meticuloso, extendiéndose por aproximadamente una década. Este período incluyó la educación política y el adiestramiento militar de sus integrantes. La organización se construyó sobre la fusión del grupo guerrillero urbano de las FLN y el movimiento campesino e indígena chiapaneco. Esta unión creó un ejército popular que se alzó en armas el 1 de enero de 1994.
La estrategia del EZLN evolucionó desde sus orígenes guerrilleros hacia una visión más amplia de lucha y resistencia. Inicialmente, el enfoque era la toma del poder político por la vía armada. Sin embargo, la interacción con las comunidades indígenas transformó esta perspectiva. La organización adoptó un enfoque de resistencia basado en la autonomía y autogestión, priorizando la lucha por los derechos indígenas y la justicia social.
El levantamiento del EZLN en 1994 fue un punto de inflexión. El 1 de enero de ese año, coincidiendo con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los zapatistas tomaron varias ciudades en Chiapas. Este acto simbólico fue una protesta contra las políticas neoliberales y la marginación de las comunidades indígenas. El levantamiento atrajo la atención internacional y puso de aliviar las profundas desigualdades en México.
El EZLN ha tenido un impacto significativo en la política y la sociedad mexicana. Aunque inicialmente fue un movimiento armado, su legado se ha centrado más en su contribución a la lucha por los derechos humanos, la autonomía indígena y la justicia social. El movimiento ha inspirado a otros grupos a nivel mundial y ha sido un catalizador para el debate sobre la globalización, los derechos indígenas y la democracia.
Actualmente el EZLN es un ejemplo de cómo un movimiento armado puede transformarse en un símbolo de resistencia y cambio social. A lo largo de los años, ha evolucionado de ser una fuerza armada a ser un movimiento que aboga por la dignidad, la justicia y la igualdad, manteniendo sus raíces en la cultura y las preocupaciones de las comunidades indígenas de Chiapas.