En Jalisco, los policías día a día exponen su integridad física y emocional a diversos contextos violentos y hostiles, lo hacen bajo condiciones laborales que son prácticamente inexistentes; la sociedad, en general, desconfía de su desempeño, porque conocido es el ambiente de corrupción e impunidad en torno a éstos.
Las dependencias encargadas de la seguridad pública son instituciones debilitadas y corrompidas por la falta de profesionalización y el nulo crecimiento laboral; esto propicia que algunos policías terminen sirviendo a la delincuencia organizada, y otros no encuentran las condiciones para hacer con seguridad su trabajo.
Bajo este contexto, muchos son los policías, estatales o municipales, que han muerto en el cumplimiento de su deber, saber con exactitud el motivo de la embestida se ha vuelto imposible. Tras la muerte de cada policía, el acceso a sus derechos termina siendo un largo camino para sus familias, pues los honores a su labor se quedan en los discursos políticos y el acceso a las indemnizaciones se vuelve tortuoso.
Esta es la primera entrega sobre el mundo de vida de los policías en Jalisco.
Sara Leos / @SaraLeosA
“Tú si andas con pinches guaruras y con una pinche patrulla blindada, pero tienes que pensar en tu tropa, porque eres humano, ¡Eres humano!, ve a mi hermano”, fue lo que a gritos reclamó una mujer al ex Fiscal General de Jalisco, Luis Carlos Nájera, en el homenaje oficial que se le brindó a su hermano, a quien -junto con otros dos compañeros-, le arrebataron la vida tras un enfrentamiento con presuntos integrantes de la delincuencia organizada, el 8 de octubre de 2013 en el municipio de Tepatitlán.
Este tipo ceremonias oficiales, los discursos políticos que gustan de hacer énfasis en la valentía de los policías caídos, así como los reclamos de las familias que, una y otra vez, señalan la precariedad laboral y de indefensión con la que combaten a la delincuencia sus familiares se repitió en 101 ocasiones, ya que éste es el número de policías que oficialmente se reconoce murieron en el cumplimiento de su deber entre enero de 2012 y abril de 2019 en Jalisco.
A través de una serie de solicitudes de transparencia realizadas por ZonaDocs a la Fiscalía General de Jalisco y a las 125 policías municipales del estado, se logró saber que un total de101 policías municipales (64) y estatales (37) han sido asesinados en combate a la delincuencia en los últimos años.
En el caso de los 37 policías estatales caídos, ocho no han recibido las indemnizaciones que a cada uno de estos policías les corresponden conforme al contrato y seguro colectivo de trabajo que firmaron cuando ingresaron a la policía.
En el caso de los 64 policías municipales sólo se tiene información de 25 indemnizaciones,ya que únicamente tres de los 65 municipios del estado que respondieron a nuestra solicitud de transparencia sobre el tema; los municipios que sí lo hicieron fueron Zapopan, Guadalajara y Tlajomulco de Zúñiga.
Los anteriores datos dejan en evidencia que de los 101 policías asesinados sólo 62 de sus familias han recibido las indemnizaciones correspondientes, las cuales según el Plan Múltiple de Beneficios para los Trabajadores del Gobierno del Estado Muertes Accidentales Operativas (Fideicomiso 38863-0) y los propios acuerdos internos de las 125 policías municipales rondan entre los 200 y 1 millón 350 mil pesos, lo cual depende del rango de cada uno de los oficiales.
DISCURSOS VACÍOS, MISMA PROBLEMÁTICA
“Niños que no verán más a sus padres, madres que no abrazarán más a sus hijos, a todos ustedes les digo que siento cada lagrima que derraman, siento su dolor como si fuera el mío, ellos también eran mi gente” fueron las palabras que empleó el exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, el 9 de abril del 2015, en el homenaje de cuerpo presente de los15 policías estatales que fueron emboscados y asesinados en la carretera Puerto Vallarta-Mascota; hasta ahora, este es el año en Jalisco con más muertes de policías con 17.
Aunque Jalisco ha tenido diversos fiscales generales, el discurso alrededor de la muerte de policías en nada ha cambiado; por ejemplo, el ex Fiscal General (hoy regidor por el PRI en el municipio de Guadalajara), Eduardo Almaguer, repitió la misma escena en otro homenaje póstumo a un policía investigador asesinado en julio de 2016: “El día de ayer, quizá por azares del destino, estuve cerca de él, en sus últimos momentos; cada muerte de una compañera o un compañero nos duele, lo lloramos, pero no nos quiebra, no nos vencen, no nos daña nuestro espíritu, nuestra decisión y nuestra convicción de que los buenos acabemos con los malos”, precisó el ex funcionario ante los medios de comunicación. En 2016, conforme al registro oficial, fueron asesinados cinco policías.
Dos años después, el 6 de septiembre del 2018, autoridades de gobierno y militares realizaron otro homenaje póstumo para los cuatro policías municipales de Guadalajara y dos elementos de Zapopan que fueron asesinados “en cumplimiento de su deber” en hechos aparentemente distintos. Pablo Lemus, presidente municipal de Zapopan, ventilando información de un expediente de investigación abierto, reveló: “El asesino de nuestros dos policías había pisado la cárcel en más de diez ocasiones y fue liberado, por distintos delitos, desde el robo automotriz, robo de autopartes, robo de vehículos, posesión de droga, o sea en diez ocasiones un ministerio público o un juez lo dejó salir porque probablemente faltó una coma, porque probablemente tuvo otra motivación para dejarlo libre”, testimonió del cual dio cuenta una nota de Milenio Jalisco.
En ese mismo año, el 3 de diciembre del 2018, en el municipio de la Huerta Jalisco, seis policías fueron asesinados; sobre esto la Fiscalía General de Jalisco, informó a través de un boletín de prensa: “honramos la valentía y profesionalismo de los compañeros que ayer fueron víctimas de un cobarde ataque de la delincuencia. A sus familiares y seres queridos todo nuestro apoyo y respaldo incondicional. Cuando atentan contra un policía, atentan contra todos”.
En el presente año, la situación de vulnerabilidad que padecen los policías persiste, pues en el mes de marzo del 2019 asesinaron a tres elementos de la policía municipal delAyuntamiento de Zapopan; en el evento en que se rindió honores a los elementos, el actual gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, reclamó a la administración pasada: “Cómo es posible que haya habido autoridades de todos los niveles que hayan decidido negociar a cambio de dinero, la paz y la tranquilidad de Jalisco, autoridades que pactaron con los delincuentes que acordaron con ellos, y que se convirtieron así en sus cómplices”.
El mismo mes, pero en el municipio de Guadalajara, asesinaron a dos oficiales de la policía municipal en el fraccionamiento Urbi, en Tonalá; el Comisario de Guadalajara, Isaías Domínguez condenó los hechos.
En mayo en el municipio de Etzatlán, localizaron sin vida a dos agentes investigadores adscritos a la Fiscalía Especializada de Personas Desaparecidas, los cuales estaban en aquel municipio investigando un caso de desaparición. El actual Fiscal General, Gerardo Octavio Solís, confirmó que: “ambos fueron sorprendidos por un grupo de sujetos, que llegaron en un par de vehículos, los levantaron en ese momento y, posteriormente fueron privados de la vida”.
En la mayor parte de estos casos, la impunidad es la que reina porque no se ha esclarecido los hechos ni se han detenido a todos los responsables de la muerte de estos policías estatales y municipales.
“Tú si andas con pinches guaruras y con una pinche patrulla blindada, pero tienes que pensar en tu tropa, porque eres humano, ¡Eres humano!, ve a mi hermano”, fue lo que a gritos reclamó una mujer al ex Fiscal General de Jalisco, Luis Carlos Nájera, en el homenaje oficial que se le brindó a su hermano, quien junto con otros dos compañeros, perdió la vida tras un enfrentamiento con presuntos integrantes de la delincuencia organizada, el 8 de octubre de 2013 en el municipio de Tepatitlán.
Este tipo ceremonias oficiales, los discursos políticos que gustan de hacer énfasis en la valentía de los policías caídos, así como los reclamos de las familias que, una y otra vez, señalan la precariedad laboral y de indefensión con la que combaten a la delincuencia sus familiares se repitió en 101 ocasiones, ya que éste es el número de policías que oficialmente se reconoce murieron en el cumplimiento de su deber entre enero de 2012 y abril de 2019 en Jalisco.
A través de una serie de solicitudes de transparencia realizadas por ZonaDocs a la Fiscalía General de Jalisco y a las 125 policías municipales del estado, se logró saber que un total de101 policías municipales (64) y estatales (37) han sido asesinados en combate a la delincuencia en los últimos años.
En el caso de los 37 policías estatales caídos, ocho no han recibido las indemnizaciones que a cada uno de estos policías les corresponden conforme al contrato y seguro colectivo de trabajo que firmaron cuando ingresaron a la policía.
En el caso de los 64 policías municipales sólo se tiene información de 25 indemnizaciones,ya que únicamente tres de los 65 municipios del estado que respondieron a nuestra solicitud de transparencia sobre el tema; los municipios que sí lo hicieron fueron Zapopan, Guadalajara y Tlajomulco de Zúñiga.
Los anteriores datos dejan en evidencia que de los 101 policías asesinados sólo 62 de sus familias han recibido las indemnizaciones correspondientes, las cuales según el Plan Múltiple de Beneficios para los Trabajadores del Gobierno del Estado Muertes Accidentales Operativas (Fideicomiso 38863-0) y los propios acuerdos internos de las 125 policías municipales rondan entre los 200 y 1 millón 350 mil pesos, lo cual depende del rango de cada uno de los oficiales.
DISCURSOS VACÍOS, MISMA PROBLEMÁTICA
“Niños que no verán más a sus padres, madres que no abrazarán más a sus hijos, a todos ustedes les digo que siento cada lagrima que derraman, siento su dolor como si fuera el mío, ellos también eran mi gente” fueron las palabras que empleó el exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, el 9 de abril del 2015, en el homenaje de cuerpo presente de los15 policías estatales que fueron emboscados y asesinados en la carretera Puerto Vallarta-Mascota; hasta ahora, este es el año en Jalisco con más muertes de policías con 17.
Aunque Jalisco ha tenido diversos fiscales generales, el discurso alrededor de la muerte de policías en nada ha cambiado; por ejemplo, el ex Fiscal General (hoy regidor por el PRI en el municipio de Guadalajara), Eduardo Almaguer, repitió la misma escena en otro homenaje póstumo a un policía investigador asesinado en julio de 2016: “El día de ayer, quizá por azares del destino, estuve cerca de él, en sus últimos momentos; cada muerte de una compañera o un compañero nos duele, lo lloramos, pero no nos quiebra, no nos vencen, no nos daña nuestro espíritu, nuestra decisión y nuestra convicción de que los buenos acabemos con los malos”, precisó el ex funcionario ante los medios de comunicación. En 2016, conforme al registro oficial, fueron asesinados cinco policías.
Dos años después, el 6 de septiembre del 2018, autoridades de gobierno y militares realizaron otro homenaje póstumo para los cuatro policías municipales de Guadalajara y dos elementos de Zapopan que fueron asesinados “en cumplimiento de su deber” en hechos aparentemente distintos. Pablo Lemus, presidente municipal de Zapopan, ventilando información de un expediente de investigación abierto, reveló: “El asesino de nuestros dos policías había pisado la cárcel en más de diez ocasiones y fue liberado, por distintos delitos, desde el robo automotriz, robo de autopartes, robo de vehículos, posesión de droga, o sea en diez ocasiones un ministerio público o un juez lo dejó salir porque probablemente faltó una coma, porque probablemente tuvo otra motivación para dejarlo libre”, testimonió del cual dio cuenta una nota de Milenio Jalisco.
En ese mismo año, el 3 de diciembre del 2018, en el municipio de la Huerta Jalisco, seis policías fueron asesinados; sobre esto la Fiscalía General de Jalisco, informó a través de un boletín de prensa: “honramos la valentía y profesionalismo de los compañeros que ayer fueron víctimas de un cobarde ataque de la delincuencia. A sus familiares y seres queridos todo nuestro apoyo y respaldo incondicional. Cuando atentan contra un policía, atentan contra todos”.
En el presente año, la situación de vulnerabilidad que padecen los policías persiste, pues en el mes de marzo del 2019 asesinaron a tres elementos de la policía municipal delAyuntamiento de Zapopan; en el evento en que se rindió honores a los elementos, el actual gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, reclamó a la administración pasada: “Cómo es posible que haya habido autoridades de todos los niveles que hayan decidido negociar a cambio de dinero, la paz y la tranquilidad de Jalisco, autoridades que pactaron con los delincuentes que acordaron con ellos, y que se convirtieron así en sus cómplices”.
El mismo mes, pero en el municipio de Guadalajara, asesinaron a dos oficiales de la policía municipal en el fraccionamiento Urbi, en Tonalá; el Comisario de Guadalajara, Isaías Domínguez condenó los hechos.
En mayo en el municipio de Etzatlán, localizaron sin vida a dos agentes investigadores adscritos a la Fiscalía Especializada de Personas Desaparecidas, los cuales estaban en aquel municipio investigando un caso de desaparición. El actual Fiscal General, Gerardo Octavio Solís, confirmó que: “ambos fueron sorprendidos por un grupo de sujetos, que llegaron en un par de vehículos, los levantaron en ese momento y, posteriormente fueron privados de la vida”.
En la mayor parte de estos casos, la impunidad es la que reina porque no se ha esclarecido los hechos ni se han detenido a todos los responsables de la muerte de estos policías estatales y municipales.
De estas 38 indemnizaciones generales entregadas por el Gobierno del Estado, identificamos que 29 indemnizaciones pertenecen únicamente a policías (policía 1, 2, y 3; y a policías investigadores A y B).
En dicho Reporte General de Muerte Accidental Operativa precisa que del año 2018 y hasta 2019: “por el momento no se tienen gestionados pagos de siniestros que correspondan a Muerte Accidental Operativa”; aunque en estos años como ya hemos señalado han sido asesinados ocho policías, tal y como se precisa en esta imagen extraída de la solicitud de transparencia LGES/UT/2328/2019.
Son justo estos ocho policías de los que no se tiene registro en el Fideicomiso dedicado a las “Muertes Accidentales Operativas”, en este caso no se ha realizado la entrega, ni gestión de la indemnizaciones de los policías estatales que han sido asesinados en combate a la delincuencia.
A los policías que sí han sido indemnizados, el Gobierno del Estado destina un monto de 525 mil pesos; sin embargo, el monto es igual para un policía investigador que para un trabajador social, respecto a esto, el Coordinador General de Seguimiento a Recomendaciones y Conciliaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDH), Fernando Zambrano Paredes dijo: “El riesgo no es el mismo, para una persona que está llevando a cabo acciones de escritorio, acciones administrativas a un elemento, ya sea mujer o hombre, que esté exponiendo su vida en la calle para brindarnos seguridad, evidentemente bajo esa óptica, si debe modificarse (de las indemnizaciones), ya que el nivel de riesgo no es el mismo”.
Los policías estatales que murieron en funciones o como llaman los gobernantes “en cumplimiento de su deber” estaban operando en los municipios de La Huerta (6); Guadalajara (5); Carretera Ciudad Guzmán- Ayutla (4); Tepatitlán de Morelos (2); Zapotlanejo (1); Tuxpan (1); El Salto (1), y en los cruceros de Soyotlán y límites de los municipios de Puerto Vallarta y San Sebastián del Oeste donde se registró el mayor número: 17 elementos en un solo año, el 2015.
Los ayuntamientos de Zapopan, Guadalajara y Tlajomulco, fueron los únicos que respondieron sobre el número de indemnizaciones que han entregado a las familias de los policías y en cada una de las respuestas se evidencia cómo cada municipio otorga montos diferenciados.
Zapopan, por ejemplo, ha registrado la muerte de 10 policías; sin embargo, “únicamente ha pagado tres indemnizaciones”; un elemento recibió 397 mil pesos y dos un monto de 770 mil pesos.
En Guadalajara, municipio con mayor número de policías asesinados con 19, ha pagado 17 indemnizaciones y las restantes están en trámite de pago; montos que van de los 900 mil al millón 300 mil pesos.
Tlajomulco de Zúñiga ha registrado un total de 8 policías caídos en cumplimiento de su deber, pero el Ayuntamiento sólo han pagado cinco indemnizaciones, cuyos montos van de los 340 mil pesos hasta los 41 mil pesos.
LA INDEMNIZACIÓN NO ME LA QUIEREN DAR…
Morir en la calle a balazos, resultado de un enfrentamiento, ha sido el desenlace final de un centenar de policías en Jalisco. Para las familias de estos policías el duelo puede ser el principio de un largo trámite, y quizá, un tormento.
“Es una vergüenza que el mismo gobierno ponga esta clase de trabas y deje a su suerte a las familias e hijos de los que se empapan la boca diciendo “DIERON LA VIDA POR LA PATRIA!”, publicó en su cuenta personal de Facebook, el familiar de uno de los seis policías que fueron asesinados en combate a la delincuencia en el municipio de la Huerta, Jalisco, en 2018, publicó el periódico Mural.
Otro testimonio anónimo también nos describió su situación: “Soy una mujer que quedó viuda con un hijo de cuatro años soy una mujer que perdió a su esposo, pues éste fue asesinado en combate a la delincuencia en un municipio de la Costa de Jalisco el año pasado. Yo tengo un hijo, y no me quieren entregar la pensión porque no puedo acreditar que estábamos casados”, precisó.
A ella, la Fiscalía no le quiere entregar los documentos que necesita para que le puedan hacer el trámite de pensiones. La Fiscalía General de Jalisco le requiere una “constancia de hechos”, pero “por el hecho de que yo no soy su esposa dicen que yo no tengo derecho a que me lo entreguen”.
Sobre el resto de los policías que murieron en la misma circunstancia de su pareja, refiere: “hasta donde sé no les han cubierto los gastos funerarios, no les han cubierto tampoco los seguros, nada, completamente están desamparados, todo mundo estamos en la misma situación (…) a mí un homenaje no me sirvió de nada…”, narró a ZonaDocs.
COMBATIR LA DELINCUENCIA ¿SIN ADECUADAS CONDICIONES TÉCNICAS Y SALARIALES?
El Coordinador General de Seguimiento a Recomendaciones y Conciliaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDH), Fernando Zambrano Paredes explica que en la Recomendación General 02/2018 solicitan la homologación salarial y de prestaciones conforme a la Ley a los policías, “porque vemos como existen ayuntamientos que en algunos casos no cuentan ni siquiera con el seguro de vida, mucho menos esperar que se les pudiera garantizar a los menores (hijos de policías abatidos) el acceso a becas escolares o el apoyo a un apoyo social a la familia (…) En algunos casos, que son pocos, ni siquiera los dan de alta, no tienen seguridad social, y es una responsabilidad del propio institución o dependencia no hacerlo”, señaló el funcionario.
Los policías municipales y estatales no sólo viven entre la espada y la pared, sino también entre intereses políticos y la oportunidad que oferta la delincuencia organizada. Trabajan en la línea de fuego, expuestos a morir y dejar su vida, vida a la que los gobiernos no siempre le dan un valor, pues es resulta poco transparente quiénes sí y quiénes no reciben las prestaciones de ley y, por consiguiente, las consecuentes indemnizaciones en caso de muerte o discapacidad.
Sobre los policías asesinados en lo que va del año, la experta en temas de seguridad y corporaciones policíacas, María Eugenia Suárez de Garay, precisa que su muerte “se debe a la creciente presencia del crimen organizado y sus vínculos con el poder”, la también académica de la Universidad de Guadalajara, en entrevista exclusiva con ZonaDocs, describió detalles de cómo la falta de formación y entrenamiento adecuado, aunado a los malos salarios, convierte la situación de violencia que enfrenta un ciudadano, en un pleonasmo, pues quienes son los responsables de velar por la población (los policías), están permanentemente, en riesgo.
Mañana, la segunda parte de esta investigación ahondará en los problemas que a diario padecen miles de policías en el país; problemas más estructurales y profundos que serán explicados por la investigadora Suárez de Garay, quien ha recorrido todo el país para entender a las policías desde adentro y a través del testimonio directo de quienes, pese a todo, siguen saliendo a las calles a brindar la seguridad que el propio Estado a ellos les niega.