Estudiantes, turistas y público en general se dieron cita en el Palacio de Bellas Artes, en el Museo Nacional de Culturas Populares y en el Complejo Cultural Los Pinos para homenajear al artista juchiteco.

Un aura de tristeza rodeó la tarde de este viernes al Palacio de Bellas Artes, ya que abrió sus puertas para que miles de personas pudieran mostrar su respeto y dar un adiós al artista plástico Francisco Toledo, quien cerró sus ojos la noche anterior. Niños, con sus familias, jóvenes solitarios, en pareja, grupos de amigos, adultos, personas mayores, así como turistas nacionales y extranjeros, llegaron al recinto, dejaron flores en el altar y también sus mejores y emotivas palabras en libros de memorias.

El altar, montado en el lobby del Palacio de Bellas Artes, cuenta con siete obras del artista juchiteco, también con canastas de maíz, con papalotes grabados con emotivos mensajes, los cuales fueron recuperados de las redes sociales, le deseaban un feliz vuelo y reconocían su gran obra artística, ecologista, humanitaria y en defensa de Oaxaca.

Ahí, rodeados de la obra del maestro Toledo, la emoción de los más de mil asistentes se dejó sentir. “Fue un gran personaje. Más que un artista, fue un luchador social que siempre se preocupó por hacer que la cultura fuera accesible para todos”, afirmó la señora Silvia Ríos Casanova, quien acudió al lugar para dejarle un girasol al maestro Toledo.

Para el señor José Cano, quien es originario de Oaxaca y estaba en Bellas Artes para comprar boletos para un concierto, relató que fue en este recinto donde se enteró del fallecimiento del maestro, aseguró que se trataba del máximo artista de México y que “como ser humano fue un gran modelo a seguir. Ante todo, fue una persona de bien, se merece este homenaje y mucho más”.

“Era el artista más importante del país en la actualidad. Es una lástima que nos deje. Su mejor legado es toda la obra cultural y social”, dijo Luis González, estudiante del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Antes del mediodía, personas de todas las edades esperaban la apertura de las puertas de Bellas Artes y, durante toda la jornada, el flujo de personas no cesó. Muchos de los asistentes que en momentos tenían que hacer fila para admirar las obras del artista, fotografiarse con ellas y dejar, además de rosas, girasoles y alcatraces, otros objetos, como maíz, planta y alimento con el que Toledo tenía un vínculo muy importante.

 

Toledo Ve

Mientras tanto, en el Museo Nacional de Culturas Populares fueron cerca de 400 personas las que acudieron a admirar la exposición Toledo Ve, después del anuncio del deceso del artista juchiteco. El recinto reúne alrededor de 600 piezas que dan cuenta del universo creativo de Francisco Toledo y que el público podrá disfrutar gratuitamente durante este fin de semana.

Como no hay mejor forma de honrar a un artista que acudiendo al llamado de su obra, personas de todas las edades conmovidas y emocionadas llegaron a la sala Guillermo Bonfil Batalla. Uno de ellos fue el artista plástico Mauricio Gómez Morín, quien viajó desde Morelos para ver la muestra.

“Estoy conmocionado por la noticia, pero como dicen: él es inmortal. Su obra llega a todos los mexicanos porque fusiona profundamente arte, vida, comunidad, historia, política y naturaleza. No fue un artista desapegado de sus raíces y su pueblo. Es hermosa esta exposición, en este momento, para ver cómo el maestro Toledo persiste en su obra”, dijo Gómez Morín.

Complejo Cultural Los Pinos

El Murciélago, una de las obras que recién se exhiben al público en la muestra De lo perdido, lo que aparezca. 33 visiones de la pintura en México, la cual se encuentra en el Complejo Cultural Los Pinos, fue reubicada de la oficina presidencial en la Casa Miguel Alemán, al recibidor del mismo inmueble, para montar ahí otro altar, en el cual decenas de flores blancas llenaban el espacio. Ahí también un libro es el repositorio de los mensajes y condolencias que el público mandó a la Familia Toledo.

Frases como: “Un grande entre los grandes”, “Juchiteco ejemplar y excelente artista”, “¡Maestro de maestros!”, “Maestro Toledo. Gracias por su legado de humanidad, arte belleza, sencillez, creatividad, corazón, fortaleza y mucho más”, entre otras, llenaron las páginas en esta primera jornada en Los Pinos, a donde acudieron cerca de mil 500 visitantes al homenaje que se ofrece al gran artista.

Los tres recintos seguirán el sábado y domingo con actividades para que más personas se acerquen a la obra de Francisco Toledo. En el Palacio de Bellas Artes abrirá sus puertas a las 10:00 de la mañana, además, a partir de las 12:30 hrs. iniciará una ofrenda musical con la Banda Sinfónica Comunitaria de Texcoco, bajo la dirección del maestro José Pedro Arpide Flores, interpretará entre otras, el Vals núm. 2 de Shostakovich, Aire y aleluya de Mozart y Sones nacionales (dominio público) y, a las 17:00 horas, se presentará el Ensamble Escénico Vocal parte del Sistema Nacional de Fomento Musical, con la interpretación de pasajes de la Pequeña misa solemne de G. Rossini.

Mientras que la Orquesta Escuela Carlos Chávez ofrecerá, a la memoria del maestro Francisco Toledo, los conciertos ya programados en el ciclo “Música y migración”, en donde sumará la interpretación de Dios nunca muere, considerado el himno de Oaxaca.

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