Como de costumbre, América sale un sábado por la mañana para abordar el metro en la estación Mixcoac de la línea dorada en la Ciudad de México, se dirige a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, entre empujones de la gente accede al vagón y es en ese momento cuando América es víctima de acoso callejero por un hombre de 35 años a quien se le conoce como “El Melgas”.

  “Al momento de entrar siento una mano que se posa por completo en mi trasero, la agarro, volteo y le doy un empujón para alejarlo de mí, se desconcierta al no esperar mi reacción y sin soltarlo de la mano lo meto al vagón, le doy otro empujón para arrinconarlo mientras acciono la palanca de emergencia”.

  Un estudio realizado por el Colegio de México, muestra cómo el 93% de las mujeres han sido víctimas de acoso, de los cuales el 50% ha sido tocada en la vía pública y casi el 91% de los delitos no se denuncia pues no existe una ley que persiga a los acusados; no obstante las víctimas han llegado a ser tratadas como responsables y culpables por tales actos.

  “Una oficial del metro, trata de disuadirme en varias ocasiones pues dice que el proceso es tardado y engorroso y que podría salir de aquí a las cuatro de la tarde, otra oficial comenta que tal vez a las ocho de la noche”. El tipo dice que yo fui quien lo agredí, que lo cacheteé y que mejor lo dejemos así porque tal vez lo corran de su trabajo, a lo que la oficial me comenta que él podría levantar cargos contra mí por agresión y falsedad de declaración, preguntándome en varias ocasiones si en verdad quería proceder”.

  La falta de capacitación de la policía capitalina e incluso el conocimiento y solapamiento ante el acoso callejero por parte de las autoridades, pone en práctica la injusticia hacia las víctimas, así mismo, el Gobierno Capitalino ha empleado medidas ineficientes como la “Campaña contra el acoso sexual”, en el que se otorgaron silbatos como método de alerta ante tal situación, de igual manera, la separación de vagones exclusivos para mujeres en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, sigue siendo una medida que no soluciona el problema de raíz.

  “Justo ahora me están reprochando que no haya abordado en la zona de damas y mi desconcierto es grande al darme cuenta de cuánto fomento y apoyo tienen acciones como la que cometió este tipejo y qué tanto luchan las autoridades para que una desista, se deje toquetear como si nada y siga tan tranquila su camino. Estoy harta de que estas cosas sucedan, y que las mujeres tengamos que soportarlo con la cabeza agachada, estoy hasta la madre de que sucedan estas cosas”, expresa América.

  Un informe presentado por el Gobierno de la Ciudad de México en 2017 , señala que se tienen registrados al menos 69 denuncias mensuales por acoso sexual en el metro, sin tomar en cuenta aquellas que no se denuncian, sin embargo el director del STC asegura que las cifras han disminuido.

“Para las autoridades prevaleció la presunción de inocencia, la palabra del “Melgas” fue más valiosa que la mía y el tipo salió libre ese mismo día, por la noche. Confié demasiado en la justicia mexicana, qué ingenua soy. Mejor sí le hubiera partido su madre. Espero que mis sobrinas, mis hermanas, tú, tu novia, tu esposa, tus hijas, puedan subir tranquilamente al transporte público sin el temor de ser agredidas de esta horrible manera.

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