RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.
“El libro de los abrazos”, Eduardo Galeano
Por Humberto Robles/@H_Robles
Durante esta larga cuarentena provocada por la pandemia de la Covid-19, fallecieron varias personalidades que dejaron enorme huella en el teatro, así como en el arte y la cultura popular. En estos momentos, cuando es imposible llevar a cabo los merecidos homenajes, sirva este espacio para honrarlos.
Hombre de izquierda y figura representativa del movimiento estudiantil del 68, Óscar Chávez fue conocido principalmente como cantante, compositor y como el “Caifán mayor” debido a su personaje de la película “Los Caifanes”, dirigida por Juan Ibáñez, sin embargo sus inicios se remontan al teatro ya que fue alumno del mítico director japonés exiliado en México, Seki Sano. Chávez también dirigió las obras de Elena Garro “Un hogar sólido” y “Ventura Allende”. Como actor y director participó en más de 200 programas de Radio UNAM. Por su vasta carrera, se le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes, fue Ciudadano Distinguido de la Ciudad de México, nombrado Doctorado Honoris causa por la Universidad Autónoma del Estado de México y además se le reconoció como Patrimonio Cultural vivo de la Ciudad de México. Con su voz inigualable, interpretó canciones como “La Llorona”, “Hasta siempre, comandante” y “Macondo”.
Un artista sumamente versátil, que incursionó en diversos medios y disciplinas, fue Héctor Ortega, actor, director, guionista y dramaturgo. Con una gran vis cómica y como buen amante del humor, actuó en obras como “¡Ay Cuauhtémoc no te rajes!”, “El huevo de Colón” y la memorable puesta de “La muerte accidental de un anarquista”, de Darío Fo, donde interpretó al personaje principal. Fue coguionista de las películas “El águila descalza”, “Calzonzin inspector” y “Cuartelazo”, esta última donde también interpretó al personaje protagónico. A su vez, dirigio las cintas “La palomilla al rescate” y “Vacaciones misteriosas”, ambas protagonizadas por Ofelia Medina. Obtuvo tres premios Ariel por su labor como guionista y dos como actor. En la televisión participó en más de 20 telenovelas y diversos programas. También organizó festivales para el Partido Comunista Mexicano y fue integrante del SAI (Sindicato de Actores Independientes), movimiento sindical disidente que luchaba contra la corrupción de la ANDA (Asociación Nacional de Actores).
Héctor Suárez fue un actor de teatro, cine y televisión. De joven vio en escena a Jesús Martínez “Palillo”, el célebre carpero que fue detenido en varias ocasiones por sus críticas al gobierno, quien sería una de sus fuentes de inspiración. Aunque deseaba ser arquitecto, Suárez terminó estudiando teatro con Carlos Ancira y tomó clases de pantomima con el mimo Marcel Marceau. En cine participó en decenas de películas entre las que destacan “Lagunilla mi barrio”, “Mecánica nacional” y “El milusos”, esta última que lo catapultó a la fama. Por sus destacadas actuaciones recibió un premio Ariel y tres Diosas de Plata. De la pantalla grande saltó a la pantalla chica con sus propios programas; en ellos interpretaba a muchos y muy variados personajes donde, hasta la medida de lo permitido, ejercía crítica social, como en su famoso programa “¿Qué nos pasa?”. Al sufrir la censura de las principales televisoras, Suárez montó obras donde interpretó a sus personajes emblemáticos y más queridos por el público, presentándose en grandes teatros, haciendo giras por el país y por Estados Unidos; como empresario teatral siempre tuvo un trato muy generoso y justo con su equipo creativo. Entre las últimas obras de teatro en las que actuó se encuentran “Toc Toc”, de Laurent Baffie, y “La señora presidenta”, de Jean-Jacques Bricaire y Maurice Lasaygues.
Actor, director de teatro y promotor cultural, Julio Julián egresó de la primera generación de la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes de Puebla y fundó la Compañía Artística Desempleados En Escena (CADEE). Una de sus obras más representativas fue el monólogo “El pobre loco”, el cual tuvo más de 650 representaciones, y del que había anunciado su próximo reestreno. Asimismo organizó las siete ediciones del festival cultural Miedo Fest que se presentaba en el Panteón Municipal de Puebla. En cine actuó en las cintas “Caminos cruzados” y “Todos hemos pecado”. También participó en programas de televisión culturales producidos por la SEP y por el Canal Once.
Nacida en Nueva York y nacionalizada cubana, Rosita Fornés fue actriz, cantante y vedette. Comenzó su carrera como cantante en un programa de radio, en 1938, y a los pocos meses incursionó en el cine. En 1940 debutó en el Teatro La Comedia con la zarzuela “El asombro de Damasco”. Como actriz fue invitada a México donde consolidó su carrera, internacionalizándose y convirtiéndose en la vedette más famosa de Cuba, México y España. Participó en decenas de películas en la llamada Época Dorada del cine mexicano. Tras su paso por México, regresó a Cuba donde fue fundadora de la televisión nacional, inaugurando las transmisiones del Canal 2, y continuó presentándose en el teatro en varias revistas musicales. Tras el triunfo de la revolución cubana y simpatizando con ella, permaneció en la isla al igual que otras figuras como Alicia Alonso, Benny Moré, Bola de Nieve, Elena Burke y Omara Portuondo. Entre sus múltiples premios, obtuvo el Nacional de Teatro, el Nacional de Televisión y el Nacional de Música. Tras su deceso en Miami, se cumplió su última voluntad de que sus restos descansaran en Cuba.
Pilar Pellicer fue una actriz egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y de la Escuela de Arte Teatral. También fue alumna de Seki Sano y después estudió actuación en París. Actuó en más de 40 películas entre las que destacan “Nazarín”, “Pedro Páramo”, “Las Poquiánchis” y “La Choca”, así como en decenas de telenovelas. Como promotora de la lectura, participó en varios ciclos de lecturas en voz alta “Leo… luego existo”. En teatro actuó en obras como “Anna Karénina”, “Las Criadas”, “La Loba” y “Bajo la mirada de las moscas”, entre otras. En el Festival Internacional del Cine de Guanajuato de 2018 recibió un merecido homenaje por su carrera actoral, y también recibió la medalla Mi Vida en el Teatro. Ella dijo de sí misma: “Soy una guerrera del teatro, porque de ahí vengo, soy muy tenaz. Me gusta ponerme metas”.
Y por último, debemos mencionar al joven bailarín, coreógrafo y maestro de danza Sergio Anselmo “Che Ché”, a quien el artista escénico y promotor cultural Eleno Guzmán recordó emotivamente en este medio.
Como merecido homenaje a ellas y ellos les dedicamos un largo y fuerte aplauso en agradecimiento por su labor que enriqueció nuestro arte y cultura.
