Por Max González Reyes
Una de las funciones del Poder Legislativo es reconocer a hombres y mujeres que han aportado algo a la nación. Para ello, tanto la Cámara de Diputados como el Senado de la República han instituido la entrega de preseas a personajes destacados o que hayan contribuido en algo importante dentro de su área.
Es por ello que la Cámara de Diputados otorga anualmente la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”; de igual manera, a partir de 2018, otorga la Medalla de Honor Gilberto Rincón Gallardo, que en su primera edición fue entregada post mortem a Ana María Latapí Sarre; asimismo, confiere la Medalla de Reconocimiento al Mérito Deportivo “a ciudadanos nacionales, destacados por su actuación y trayectoria en el deporte mexicano; asimismo, la medalla “Sor Juana Inés de la Cruz” “para reconocer y premiar a las mujeres que hayan incidido y destacado en la lucha social, cultural, política, científica y económica a favor de los derechos humanos de las mujeres y de la igualdad de género”; y también la Medalla “Francisco Toledo”, para reconocer y premiar a la o el artista comprometido socialmente, que haya contribuido con su obra o acciones en la formación, defensa conservación, rescate y difusión del patrimonio natural, cultural y artístico de México.
De igual manera, el Senado otorga el Reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” a mujeres destacadas, y la Medalla de Honor Belisario Domínguez, la cual reconoce la labor de hombres y mujeres destacados en diversos ámbitos. Sobre esta última, el Reglamento de la Orden Mexicana de la Medalla de Honor Belisario Domínguez del Senado de la República señala que para la entrega de dicha instancia se “convocará cada año a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a las Secretarías de Estado, las Legislaturas de los Estados, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los órganos autónomos, las universidades y centros de estudios del país, las organizaciones sociales, o cualesquiera otras instituciones representativas de los sectores de la sociedad mexicana, para que presenten candidatos capaces de merecer tan preciada recompensa”.
Así mismo, dicho ordenamiento agrega que el registro de postulaciones quedará comprendido entre los días primero y treinta de marzo de cada año y una vez concluido el periodo de registro de postulaciones, la Comisión de Postulaciones emitirá el dictamen correspondiente, el cual deberá de dar cuenta de todas las personas postuladas. De igual forma, el dictamen emitido por la Comisión de Postulaciones se someterá a discusión y aprobación del Pleno del Senado de la República a más tardar el 1 de octubre de cada año.
El Reglamento antes mencionado señala que los diplomas respectivos serán impuestos y entregados en la sesión solemne que el día siete de octubre de cada año celebre la Cámara de Senadores para conmemorar el sacrificio del mártir de la democracia Dr. Don Belisario Domínguez. Precisa que en caso de que la distinción sea póstuma, la presea será entregada a la institución o persona que determine el dictamen correspondiente. Asimismo, el recinto de sesiones ubicado en el inmueble de Xicoténcatl 9, Colonia Centro, Ciudad de México, será la sede en la que se realizará la sesión solemne para entrega del reconocimiento.
Cabe mencionar que algunos de los personajes que han recibido la Medalla Belisario Domínguez son los juristas Andrés Serra Rojas y Héctor Fix Zamudio; el médico Jesús Kumate Rodríguez; el historiador Miguel León Portilla; el eterno líder de la CTM, Fidel Velázquez; el lingüista y escritor Ernesto de la Peña; el político y fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; el activista y candidato a la presidencia Heberto Castillo; el periodista, Miguel Ángel Granados Chapa; la bióloga e investigadora Julia Carabias Lillo, y la defensora de derechos humanos Rosario Ibarra de Piedra, entre otros muchos.
Para el año que corre, 2020, el Senado ya debió haber entregado dicho galardón, pues como se menciona en el Reglamento antes mencionado, la sesión solemne debió haberse llevado a cabo el pasado 7 de octubre. Sin embargo, a la fecha ni siquiera se tienen definidos a los candidatos. Cabe recordar que no es la primera ocasión que la presea no se entrega en la fecha establecida, entre otras cosas porque el Senado retrasa la construcción de acuerdos; sin embargo en los nueve años anteriores, el Senado ha hecho públicos algunos de los nombres de las propuestas que le llegan en la última semana de septiembre.
En esta ocasión, al mes de noviembre, no se conocen los personajes destacados que hayan sido propuestos por los ciudadanos, las organizaciones y las instituciones, para ser merecedores de dicha distinción. El año pasado, 2019, la presea fue a otorgada a la activista Rosario Ibarra de Piedra, el 8 de octubre, es decir, 24 horas después de lo que señala el Reglamento, pero hace dos años se entregó al periodista Carlos Payán Velver, hasta el 13 de diciembre, es decir, dos días antes del cierre del periodo ordinario y con las prisas que ello conlleva.
Es obvio que la falta de acuerdos ha postergado la entrega del reconocimiento, pero ello es un claro ejemplo de la falta en la que incurren nuestros legisladores. Ellos incumplen el reglamento y no hay forma de sancionarlos ni amonestarlos por no cumplir su función. Se podría argumentar que este año ha sido atípico por la aparición del coronavirus, covid 19, y por ello no se han anunciado los candidatos y mucho menos al galardonado, pero eso no es pretexto puesto que las comisiones senatoriales siguen teniendo sesiones a distancia y presenciales.
La omisión en la entrega de la Belisario Domínguez es una clara muestra de la falta de acuerdos de los legisladores. Se ha especulado que este año se podría entregar al personal de salud por su contribución en la pandemia covid 19, pero no hay nada claro al respecto. Lo más que ha hecho la comisión encargada de dicha Medalla es publicar la convocatoria para recibir las propuestas, pero no ha sesionado, pese a que quedan pocas reuniones plenarias antes de finalizar el periodo ordinario.
Es probable que este año no se entregue la Medalla, toda vez que para los senadores son más importantes otros temas. Sin embargo, como representantes públicos, son los primeros que deberían cumplir las leyes. Como lo protestan al iniciar su encargo, su función es “guardar y hacer guardar la constitución y las leyes que de ella emanen”. El incumplimiento en la entrega de la Medalla Belisario Domínguez es, entre otras cosas, el reflejo que dicha promesa es un mero acto protocolario.