Por Dinazahar García/ @Dina_Netertua26
Este martes 13 de julio tras una conferencia en línea, los pueblos mayas de Kinchil, Celestun, y san Fernando, convocaron a una autoconsulta por su derecho a decidir, que buscan realizar debido a la omisión del Estado federal, estatal y municipal para otorgarle autorización frente a los proyectos extractivos y de desarrollo que pretende implementar el gobierno, siendo el principal la industria porcícola en Yucatán, ya que el gobierno ha omitido hablar de las afectaciones y los riesgos que conllevan los proyectos de desarrollo, así como también las empresas y autoridades que no se han pronunciado por las afectaciones que pudieran acarrear, por lo que los pueblos mayas buscan organizarse para la consulta con las debidas fases que marcan estándares internacionales.
Los convocantes mencionaron que tales omisiones por parte del Estado son una evidente violación a la autonomía de los pueblos y a su autodeterminación como pueblos indígenas. Con tal exigencia buscan además de defenderse de las afectaciones que sufren por parte de las granjas porcinas, cambiar su relación con el Estado, ya que aseguran, esta continua siendo racista, tutelar y colonial.
Demandaron que ya es hora de que se tomen en serio los derechos del pueblo maya, y de que el Estado los tome en serio no como como pueblos de la historia, sino como pueblos vivos con derechos que deben ser respetados, derechos a manifestar sus decisiones como pueblo, bajo la consigna: “nunca más sin nuestro permiso”.
Entre los presentes en la conferencia se encontraron los representantes de Kanan ts’ono’ot, del pueblo maya de Homún, quienes fueron los primeros convocantes para realizar la consulta por la industria porcina e insistieron en manifestar que ya es hora de que el gobierno reconozca la voz del pueblo y respete sus derechos.
Por otra parte, el equipo de Indignación hizo mención del acompañamiento que se está haciendo a través de la observación de derechos humanos al ser el mismo pueblo quien convoca y organiza el proceso.
Para finalizar, se explicó el cronograma de la consulta que por ahora se encuentra en fase informativa con una asamblea el día de hoy, 15 de julio a las 18 horas en Celestún, y otra mañana viernes a las 10 horas en Kinchil, mientras que la fase consultiva será el domingo 25 de julio.
¿Qué es el derecho a la consulta indígena y porque hacerla?
De acuerdo al Artículo 32 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas “el gobierno tiene la obligación de hacer consultas de buena fe, libres e informadas con el fin de obtener el permiso antes de hacer cualquier proyecto que se quiera instalar en nuestras tierras o territorios, mas allá de si hay alguna afectación (ambiental, social, económica), el pueblo tiene que dar el consentimiento según le parezca.”
La consulta indígena está reconocida en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas; se diferencia de una simple consulta por que esta busca obtener la aprobación del pueblo teniendo como base principal que el pueblo maya tiene el derecho a decidir sobre los planes de desarrollo que busque realizar el gobierno y las diversas empresas en su pueblos y territorios, y esto lleva a la importancia de que la empresa en turno que quiera construir en territorio maya, proporcione toda la información sobre el proyecto como en que consiste, de que tratará, que beneficios traerá a la población que habita en el lugar, los inconvenientes que pudieran surgir, si causara daños a los montes, flora y fauna existente, etc., por lo que se debe contar con expertos y científicos que den su consentimiento y punto de vista sobre las posibles afectaciones.