Por Max González Reyes
El pasado 8 de agosto se llevó a cabo la clausura de los Juegos Olímpicos que se llevaron a cabo en Tokio, Japón. Esta justa deportiva estuvo marcada por el alto contagio derivado del coronavirus covid 19 en todo el mundo, a tal grado que se realizaron un año después de su fecha original, pero en particular en el país oriental, por lo que todavía en días previos a su inauguración estaba el debate de llevarlos a cabo o suspenderlos. Finalmente, después de mucho análisis, se realizaron; aunque las competencias no fueron las mismas pues no hubo público en vivo, lo cual le generó un ambiente distinto a lo que regularmente se espera cada cuatro años. Una vez concluidos se puede decir que en general el evento se llevó a cabo de manera exitosa.
En lo que respecta a la delegación mexicana, ésta fue representada por 162 deportistas, siendo la tercera representación más grande de la historia. Previo al inicio de los Juegos, la directora de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Ana Gabriela Guevara, señaló que las autoridades del gobierno federal tenían programado conquistar entre cinco y 10 medallas.
Es importante señalar que cada que se presenta un evento deportivo mundial en el que participan atletas mexicanos, se convierte en una ventana para exponer al mundo el nivel que tenemos en nuestro país. Si bien México ha sido un digno representante en algunas disciplinas, como la marcha (la comúnmente llamada caminata) donde se han logrado varias preseas olímpicas, o en clavados donde la escuela mexicana ha dado varios triunfos, la realidad es que en la mayoría de las competiciones nuestros deportistas hacen las veces de participantes.
Es de reconocer el esfuerzo de los atletas mexicanos pues muchos de ellos no tienen el respaldo de su federación y en ocasiones tienen que hacerlo con sus propios recursos o el de su familia. No obstante, varios de ellos tuvieron una actuación destacada.
En estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, sucedió algo singular, poco visto para México en otras competencias olímpicas. En esta la justa veraniega los atletas mexicanos obtuvieron 7 cuartos lugares, récord para esta delegación: en Softbol, disciplina en la que por primera vez México competía, cayó por 2-3 ante su similar de Canadá en la pelea por el metal de bronce; Jorge Orozco Díaz, quien participó en la disciplina de Tiro deportivo quedó en cuarto lugar con 28 blancos de 35 posibles; en Gimnasia artística Alexa Moreno maravilló a todos quedando con una puntuación de 14.716, apenas 17 centésima menos que la competidora que se hizo del tercer lugar. De igual manera, la pareja mexicana de clavadistas conformada por Dolores Hernández y Carolina Mendoza, finalizó en el cuarto lugar en la Final de Clavados desde el Trampolín de 3 Metros; misma posición que obtuvieron Diego Balleza y Kevin Berlín quienes participaron en Clavados Sincronizados desde la Plataforma de 10 Metros. Asimismo, Yahel Castillo y Juan Celaya lograron el cuarto lugar en el trampolín de tres metros pues sucumbieron ente la pareja de alemanes, quienes les arrebataron la medalla de bronce. Por su parte Gabriela Agúndez se quedó en la cuarta posición en su prueba individual en plataforma de los 10 metros.
Desde luego que no se demerita en absoluto el esfuerzo de estos deportistas pues estar en el nivel que mostraron y con las pequeñas diferencias con competidores con los que perdieron los pone prácticamente en el olimpo del deporte mexicano. Lo malo es que estos cuartos lugares sólo se quedan en el anecdotario pues de manera formal no tienen ningún reconocimiento.
Dentro de las competencias en las que representantes mexicanos sí obtuvieron una presea de bronce fue con Aremi Fuentes en la disciplina de Halterofilia (levantamiento de pesas); Alejandra Valencia y Luis Álvarez quienes participaron en tiro con arco mixto; Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez en clavados sincronizados desde plataforma de 10 metros; y en futbol soccer al ganarle al anfitrión Japón.
Con estos resultados la delegación mexicana quedó en el lugar 84 del medallero olímpico. Con esta participación se obtuvo la cosecha más baja de medallas desde Atlanta 96, cuando sólo se consiguió apenas un metal.
Es de esperar que el nivel de los cuartos lugares se mantenga y que en los próximos Juegos Olímpicos a realizarse en París dentro de tres años pueda concretarse en la obtención de medallas. Cabe recordar que al realizarse en tres años, a la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, todavía le corresponderá distribuir los recursos para los deportistas.
Los cuartos lugares obtenidos en Tokio no son nada despreciables, por lo que ojalá que se mantengan y desde ahora se planifique bien rumbo a París 2024 y que los electivos sean 100% justos. En México el desarrollo del deporte es una opción de segundo nivel, cuando se ha comprobado que quienes lo toman como forma de vida puede dar muy buenos resultados. Los resultados de los recientes Juegos Olímpicos reflejan que al deporte mexicano en general aún le falta ese pequeño salto para llegar a la élite mundial. Este salto sólo se logrará teniendo un desarrollo integral, es decir, impulsando la educación, fomentando el deporte y, sobre todo, dándoles los apoyos necesarios para desarrollar a plenitud las capacidades de los jóvenes que pretendan dedicarse a alguna disciplina.