Integrantes de las comunidades académicas del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México (IEMS), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y de Libres y Combativas MX realizaron el día de hoy, una conferencia de prensa, en donde expusieron la violencia de género que se vive al interior de estás instancias educativas, en torno a casos de violencia de género y los procesos de atención a las víctimas.
Por: Fernanda Hernández/ @Fer_deAqui / @Somoselmedio
Se realizó una denuncia pública por la violencia institucional de parte de las instituciones de educación de nivel media superior y superior, antes mencionadas, ante los casos de violencia de género.
Revictimización, obstrucción, inacción, solapamiento, protección a los agresores por parte de las autoridades educativas, aplicación (únicamente) de sanciones administrativas a agresores y hasta la expulsión de las denunciantes; son algunas de las quejas que se presentaron en esta conferencia, resaltando que está situación está asentada en una falta de perspectiva de género, de diversidad sexual y de derechos humanos.
Se presentaron los testimonios de algunas víctimas de violencia de género y a su vez, de violencia institucional en las distintas casas de estudio.
Uno de estos casos fue el de una joven de 16 años que por las agresiones recibidas, comenzó a presentar cuadros de depresión y ansiedad que afectaron además su desempeño académico.
Otro de los casos fue el de una profesora que tras denunciar una agresión verbal de parte de un profesor, fue víctima de violencia institucional que no llevó a una resolución justa para su caso.
“[…] sugerir una pedagogía que propiciara confianza al grupo para que todas y todos nos sintiéramos seguros de participar. Desde un principio no le gustó esa postura al profesor, mucho menos la sugerencia”.
“Su reacción de inmediato fue aventar mi mano contra el pizarrón y advertirme: ‘tengo más de 30 años de experiencia y tú no me vas a venir a enseñar'”.
“Después de esa violenta acción en mi contra, el profesor inició una serie de agresiones hacia mi persona”.
“Solicité a la Coordinación de mi Academia apoyo, acudí ante instancias como la CNDH y el Senado de la República, porque ninguna autoridad universitaria atendían ni resolvían mi denuncia”.
Éste y más testimonios presentados, distintos, pero a su vez similares, en tanto que son situaciones de limitaciones de acceso a la justicia y de violencia de género, fueron la base con la que posteriormente se realizaron las siguientes peticiones:
- Establecimiento de un protocolo eficiente de prevención y atención a la violencia de género en todas las instituciones educativas.
- En las instituciones educativas que ya cuentan con un protocolo o con normatividades al respecto, que éstas se apliquen de manera efectiva y expedita.
- Que en todos los protocolos se incluyan los siguientes puntos mínimos:
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- Medidas precautorias en el momento en el que se haga la denuncia.
- Cursos de formación para la prevención y erradicación de la violencia de género, inclusiva, laica y centrifica a toda la comunidad; estudiantes, profesores y trabajadores.
- Atención, acompañamiento psicológico y jurídico, con perspectiva de género a las víctimas.
- Reparación integral del daño a las víctimas.
- Destitución de las autoridades universitarias y educativas que sean omisas o encubran a agresores denunciados.
- Depuración de agresores, de violentadores institucionales y de tribunales universitarios.
Ante el grave contexto que se vive al interior de las instituciones educativas en cuanto a violencia de género, la exigencia es que las autoridades educativas muestren un compromiso real, por la construcción de espacios libres de violencia para todas las comunidades.