El juicio en Estados Unidos contra Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública federal en la administración de Felipe Calderón, ha arrojado nuevas acusaciones contra el funcionario por la malversación de equipo de vigilancia.
En su comparecencia, el 25 de enero de 2023, el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, “El Grande” ─uno de los principales operadores del cártel de los Beltrán Leyva─ testificó que García Luna habría facilitado al Cártel de Sinaloa el acceso a tecnologías de intervención de comunicaciones, videovigilancia y espionaje, similares a las utilizadas por las autoridades federales.
De acuerdo con el testimonio, García Luna habría utilizado a un representante israelí en la Ciudad de México como punto de contacto. Villarreal Barragán narró que llegó a recoger los equipos “en unas oficinas, un par de veces, en Insurgentes”, entre ellos, bloqueadores de llamadas, cámaras de vídeos, equipos de intercepción de señales, entre otros.
A cambio de facilitar el acceso a estas tecnologías, García Luna habría recibido sobornos millonarios mensuales por parte del Cártel de Sinaloa.
Los nexos de García Luna con la industria del espionaje
En 2019, la periodista Peniley Ramírez reveló que Genaro García Luna utilizó en 2012 herramientas de vigilancia adquiridas por el Estado con fines privados. A través de la empresa ICIT, ubicada en Polanco, personal de la SSP usó el software NiceTrack para generar información sobre la ubicación en tiempo real de sus objetivos, que García Luna comercializó para beneficio propio.
La SSP adquirió el sistema de rastreo de teléfonos móviles NiceTrack Location Tracking System en 2009, a través de tres contratos por adjudicación directa a la empresa NICE Systems Lyd por 69 millones de dólares, según documentos obtenidos por R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales mediante solicitudes de acceso a la información.
El representante legal de NICE Systems era el empresario israelí Samuel Weinberg, quien entabló una amistad con García Luna a inicios de su carrera, cuando el entonces Secretario era apenas un empleado del CISEN. Samuel Weinberg, junto con su hijo Alexis, se dedican a la comercialización de tecnologías de vigilancia israelíes en América Latina.
Adicionalmente, R3D localizó facturas y contratos por adjudicación directa, celebrados con la empresa panameña Nunvav Inc. en 2011 y 2012, para la adquisición de tecnologías de vigilancia. El presidente de la compañía es Natan Wancier, socio de Alexis Weinberg, con Roberto Silvestri como secretario y tesorero.
Tras la detención de García Luna en EE.UU., el gobierno mexicano congeló 11 cuentas bancarias relacionadas con García Luna y sus allegados; entre ellas, las de Samuel y Alexis Weinberg. La Unidad de Inteligencia Financiera les acusa de crear una red de empresas fantasma ─con Nunvav e ICIT al centro─ usadas para depositar 50 millones de dólares en cuentas bancarias alrededor del mundo.
Nunvav habría transferido fondos a dos empresas de los Weinberg (ICIT Private Security México SA de CV e ICIT Holding S.A. de C.V.), así como a GLAC Security Consulting Technology Risk Management SC, otra compañía propiedad de García Luna y su esposa, Linda Cristina Pereyra.
Además, al terminar su gestión al frente de Seguridad Pública, García Luna suscribió en 2013 un contrato entre su empresa GL & Associates Consulting (GLAC) con la panameña Merchant Maritime Agency ─compañía que solo existe en papel─, representada por el secretario y tesorero de Nunvav, Roberto Silvestri. En este contrato, Merchant se compromete a pagarle 50 mil dólares mensuales a García Luna.
Otro contrato, celebrado en 2015 entre Nunvav y Delta ─empresa registrada por García Luna, con su esposa Linda Cristina Pereyra como presidenta─, indica que el funcionario recibió pagos por 160 mil dólares al mes por concepto de consultoría.
García Luna ofreció spyware al gobierno de Coahuila
En otro testimonio, el exsecretario de Finanzas del estado de Coahuila, Héctor Villarreal Hernández, declaró que en 2008 había acompañado a García Luna, junto con el entonces gobernador Humberto Moreira, al centro de inteligencia (“el búnker”) que el funcionario había creado en Ciudad de México.
Villarreal Hernández mencionó que García Luna había ofrecido Pegasus al mandatario estatal, e incluso habría hecho una demostración, pero que Moreira se negó a comprarlo.
Sin embargo, la información de Villarreal Hernández es inexacta, ya que NSO Group ─empresa fabricante del malware Pegasus─ fue creada hasta 2010, y de acuerdo con documentos legales, su primera venta internacional ocurrió en julio de 2011.
Como es sabido, el primer cliente internacional de NSO Group fue, en efecto, México. La empresa israelí comercializó Pegasus a través del empresario José Susumo Azano, quien sirvió como intermediario para la adquisición del malware por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional en 2011, e incluso coordinó una demostración para el presidente Felipe Calderón y el entonces Secretario de Defensa, Guillermo Galván.
A pesar de la imprecisión de la declaración de Villarreal Hernández, resultaría creíble que García Luna haya ofrecido alguna tecnología de vigilancia (como NiceTrack, que había adquirido la SSP en esas fechas) al gobernador de Coahuila; en especial ─como han mostrado las investigaciones periodísticas citadas─ considerando el enriquecimiento ilícito del exfuncionario mediante sus vínculos con la industria del espionaje.