“Somos una comunidad indignada por la pérdida de gente exitosa y comprometida, y la única respuesta de nuestra parte es, ¡queremos justicia!”
Texto y fotografías por Miranda Chavarria / @miranda.chavarria
El pasado jueves 22 de junio se llevó a cabo una conferencia de prensa en la que participó la Doctora Eloísa Domínguez Marian, coordinadora del Programa de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); el Doctor Roberto Constantino Toto, coordinador de la Red AgUAM de la UAM; la Doctora Leticia Merino Pérez, coordinadora universitaria para la sustentabilidad de la UNAM; el Maestro Carlos Vargas Cabrera, director académico del Centro para la sustentabilidad de la Sierra Nevada Incalli Ixcahuicopa (CENTLI); y el Doctor Pedro Moctezuma Barragán, profesor del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa.
El propósito de la conferencia fue denunciar las agresiones directas sufridas por algunos miembros del CENTLI de la UAM y hacer un llamado a la ejecución de propuestas que permitan alcanzar la justicia y la reconstrucción de la armonía.
Estos acontecimientos tuvieron lugar el pasado 13 de junio y resultaron en la trágica muerte de Álvaro Arvizu Aguiñiga. Según afirman, “no fue un hecho aislado, sino que las evidencias nos indican que fue un acto premeditado. Hubo varias circunstancias que percibimos y que desembocaron en estos hechos”.
Álvaro Arvizu falleció en las instalaciones de la clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en el Estado de México, después de no poder recuperarse de las graves lesiones sufridas en el ataque en su contra.
Estos sucesos han sido repudiados por las autoridades de las comunidades de la Sierra Nevada, así como por diferentes instituciones de enseñanza y desarrollo del país. Aseguraron que “en el país en el que habitamos, las personas que se dedican a la defensa del medio ambiente son objeto periódico de agresiones”.
Durante la conferencia, los participantes también señalaron que hay personas que intentan difundir que el ataque al CENTLI fue un simple asalto, pero subrayan que existen numerosos indicios de que fue un ataque premeditado y planificado. Previo al incidente, habían cortado la electricidad del Centro.
Destacaron que tanto Álvaro Arvizu como los demás miembros del CENTLI se dedican a la producción agrológica, generando datos e información ambientalista para establecer una relación equilibrada entre la producción y el medio ambiente.
Asimismo, mencionaron irregularidades en el proceso de las investigaciones, ya que el Ministerio Público se negó a tomar huellas, argumentando que podrían borrar evidencias del ataque. Sin embargo, al interponer la denuncia, al día siguiente regresaron para borrar las huellas de los vehículos, a pesar de que el Ministerio Público no las había recolectado.
Solicitaron que se realice otro peritaje para confirmar la existencia de las huellas borradas y así poder identificar a los agresores. Además, mencionaron que durante el incidente estaban presentes el Director de CENTLI, la esposa de Álvaro, Rebeca López, y el propio Álvaro Arvizú.
El CENTLI ha desempeñado un papel fundamental en la zona desde 1990, contribuyendo de manera significativa a la protección y armonización de la Sierra Nevada, una región que alberga la masa forestal más importante del país. También han impulsado la economía solidaria a través de iniciativas de turismo agroecológico, que ayudan a prevenir la presencia de grupos delictivos en la zona. Además, se dedican a la gestión de residuos sólidos para evitar la explotación irresponsable del medio ambiente y proteger los recursos hídricos. Durante 33 años, el CENTLI ha trabajado incansablemente para promover una economía y un medio ambiente saludables en contra del modelo extractivista.
En la conferencia, también se mencionó el asesinato de Cuauhtémoc Márquez Fernández, un colega defensor de la Luz Alta por los residuos sólidos. Aunque no estaba directamente vinculado al CENTLI, su muerte fue resultado de un intento de impedir que ratificara una denuncia. Fue agredido el 12 de junio en su casa en La Cañada del Agua y falleció al día siguiente en el Hospital de Centlalpan. Los agresores continuaron sus ataques hacia su siguiente víctima, Álvaro Arvizú.
Los miembros del Centro destacaron la labor de Arvizú, resaltando que era una persona cariñosa y activa en la comunidad, y lo describieron como el alma del CENTLI. Además, informaron que el Director del Centro, Carlos Vargas, también fue atacado con un hacha, pero logró salvar su vida al interponer su mano. Sufrió fracturas en dos falanges de la mano, así como golpes en la cabeza, espalda y cadera.
En vista del doloroso suceso, Rebeca López, viuda de Álvaro Arvizú, no estuvo presente en la conferencia debido a su duelo. Se solicitó su permiso para llevar a cabo la conferencia en su ausencia. También se exigió a la Fiscalía General que realice una investigación exhaustiva en Tlamanalco, ya que señalan que esto no es un problema aislado ni obra de delincuentes menores, sino que existen autoridades intelectuales y grupos que continúan actuando hasta el día de hoy.
Se agradeció a Defina Gómez por su pronta respuesta y compromiso de llevar a cabo una investigación exhaustiva. Además, se hizo un llamado a Luisa María Alcalde, próxima Secretaria de Gobernación, para que colabore en las investigaciones y promueva los cambios necesarios en las universidades, comunidades y gobiernos del país, evitando la simulación.
Finalmente, se enfatizó que Álvaro Arvizú era una persona fuerte y maravillosa, un padre, abuelo, esposo y el alma del CENTLI. En su honor, decidieron cambiar el nombre de la Sede Ecológica a “Álvaro Arvizú”. También se comprometieron a apoyar las