Por Max González Reyes
La reforma electoral del 2014 introdujo una serie de reformas que ya se aplican en nuestro sistema político-electoral. Dentro de las más sobresalientes está la reelección legislativa consecutiva en el ámbito federal, por lo que senadores y diputados ya pueden ser reelectos hasta por 12 años: por uno y tres periodos consecutivos, respectivamente; también la modificación de la estructura del Instituto Federal Electoral (FE) para dar paso al Instituto Nacional Electoral (INE) y todo lo que conllevó su cambio de denominación. De igual manera, la reforma de 2014 creó un Servicio Profesional Electoral Nacional regulado por el INE. También la estableció el requisito para mantener que el registro de los partidos se eleva a rango constitucional y ahora se requiere el 3% de la votación válida emitida en cualquiera de las elecciones que se celebren para la renovación del Poder Ejecutivo o de las Cámaras del Congreso de la Unión, cuando anteriormente era el 2% de la votación nacional emitida. Otro de los cambios importantes de la reforma fue la creación de una Ley General de Partidos Políticos que establezca un sistema uniforme de coaliciones para los procesos electorales federales y locales.
De igual manera, la reforma constitucional estableció la modificación de varias fechas del calendario político, entre ellas la toma de protesta del presidente de la República, ya que a partir del 2024 será el primero de octubre y no el primero de diciembre como se ha venido haciendo. Asimismo, recorrió la jornada electoral de julio a junio y dispuso que el nuevo Congreso en 2024 deberá instalarse el primero de agosto.
Es ahí donde la reforma tuvo un vacío legal, pues no se contempló que los legisladores en funciones que habían sido electos en 2021 tomaron protesta para ocupar su encargo hasta el 31 de agosto de 2024. Es por ello que se avecina un conflicto constitucional porque durante un mes habrá un doble Congreso, es decir, los diputados y senadores que integran la LXV legislatura seguirán en funciones, mientras que el 1 de agosto, los que hayan sido electos para la LXVI legislatura, tomarán protesta.
Ese conflicto ya se empieza a vislumbrar desde ahora pues será en un año que esta situación se estará viviendo. Aunque al momento no hay un acuerdo y el tema aun no cobra la relevancia que debería tener, en el Congreso se han presentado iniciativas o han tomado posturas al respecto.
En lo que respecta al Senado Eduardo Ramírez (Morena), presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) presentó una iniciativa a la Ley Orgánica del Congreso de la Unión para evitar un doble Congreso en 2024, en la cual sugiere que los legisladores concluyan sus labores en julio y los recién electos comiencen los primeros días de agosto. La iniciativa del senador Ramírez sugiere que se deben pagar los sueldos y compensaciones de los senadores y diputados que se irían un mes antes para garantizar sus derechos. Sin embargo, el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, rechazó esa propuesta por el gasto de dinero público que implicaría. Para el senador Martínez los diputados y senadores que sean electos en la jornada del próximo 2 junio, tendrán más legitimidad que los que ya irán de salida, aunque él anunció que él renunciará a su escaño el 31 de julio.
Por su parte el senador Miguel Ángel Mancera, coordinador de los senadores del PRD, dijo que solo hay dos vías para resolver este tema: hacer las modificaciones legislativas necesarias o culminar hasta la fecha establecida en un principio. Mientras el PT presentó una iniciativa para que los actuales legisladores sean los que se queden en agosto del año entrante y los nuevos rindan protesta en septiembre de 2024, como ocurre actualmente.
En la Cámara de Diputados también se han presentado iniciativas al respecto. El diputado Rubén Moreira, coordinador del PRI, planteó reformar el artículo 65 de la Constitución, a fin de regresar las cosas a como estaban antes de la modificación de 2014, para que diputados y senadores rindan protesta de sus respectivos cargos el primer día de septiembre, como tradicionalmente se ha hecho. La iniciativa fue turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales donde espera su dictaminación. Por su parte el coordinador de Morena, Ignacio Mier afirmó que esa viable esa propuesta, por lo que si es apoyada por el grupo mayoritario, es probable que sea aprobada en dicha comisión y posteriormente por el Pleno.
Mier, quien también es presidente de la Jucopo de la Cámara de Diputados, declaró que la instancia a su cargo emitirá un exhorto a la Comisión de Puntos Constitucionales para que le dé tramite a la iniciativa y apruebe a inicios del próximo periodo ordinario que inicia en septiembre.
Sin embargo, al momento no se tiene ningún acuerdo en el tema. Hay que tener presente que la complejidad de no llegar a un acuerdo deriva en la crisis constitucional que derivaría tener dos legislaturas funcionando de manera paralela, con dos Jucopo en cada Cámara, además de los órganos de gobierno de cada una, ello sin contar que los legisladores que sean reelectos formarían parte de dos congresos que estarían funcionando a la par. Constitucionalmente eso no puede ser.
Otro de los asuntos que se tiene que arreglar es lo referente a los recursos humanos y materiales financieros que implicaría tener una doble Legislatura, ello sin contar las dietas que durante un mes se les tendía que dar a los integrantes de ambas legislaturas pues estarían en funciones.
Desde ahora se puede anticipar que esto último generará un grave conflicto, pues en el caso de que los integrantes de la LXV Legislatura renuncien a su cargo el 31 de julio para dar paso a la LXVI Legislatura, implicaría renunciar a parte de sus ingresos, y no se ve viable que y todos acaten esa medida. A la inversa, si a los nuevos legisladores de la LXVI Legislatura se les hace tomar protesta el 1 de septiembre de 2024, podrían alegar que fueron electos para ocupar su cargo desde agosto con la respectiva dieta.
El caso generará amplias discusiones en los siguientes meses. Por ahora sólo se planean escenarios, pero la definición aún está en el aire.