Miles de trabajadores en huelga se enfrentan a la policía mientras reclaman un aumento salarial y paralizan la producción de las principales marcas de moda en Bangladesh.
Por Redacción / @Somoselmedio
Bangladesh, un importante centro de la industria textil a nivel mundial, se encuentra sumido en una crisis debido a protestas de miles de trabajadores textiles que exigen un aumento a sus salarios. La situación se tornó violenta el sábado 4 de noviembre, cuando los trabajadores se enfrentaron a la policía en las cercanías de la capital, Dhaka, mientras las fábricas de ropa intentaban reanudar sus operaciones a pesar de la protesta.
Según un informe de la agencia de noticias AFP, los enfrentamientos estallaron en la ciudad industrial de Ashulia, al oeste de Dhaka, cuando aproximadamente 10,000 trabajadores intentaron impedir que sus colegas regresaran a sus puestos de trabajo. La policía de Ashulia, Mohammad Sarowar Alam, informó que los trabajadores en huelga arrojaron piedras y ladrillos a los oficiales y bloquearon carreteras, lo que llevó a la dispersión de la multitud con el uso de gases lacrimógenos. Se desplegaron 1,500 efectivos de seguridad en Ashulia y la cercana Savar para mantener el orden.
La precariedad laboral ha provocado que decenas de miles de trabajadores de la confección en Bangladesh que fabrican productos para marcas como Zara, H&M y GAP están en huelga.
Su salario mínimo es de 75 US al mes y exigen que aumente a 208 US. Han cerrado más de 300 fábricas. pic.twitter.com/ela1S2HsPA
— Voices in Movement (@VIM_Media) November 4, 2023
La industria textil en Bangladesh es de vital importancia, con alrededor de 3,500 fabricas de ropa que representan aproximadamente el 85% de las exportaciones del país, valuadas en $55 mil millones, y suministrando a muchas de las principales marcas globales, como Zara, Levi’s y H&M.
Desde el inicio de las protestas, docenas de fábricas han sido saqueadas por los trabajadores en protesta, y cientos de otras fábricas han cerrado para evitar actos de vandalismo. Entre las fábricas cerradas se encuentran muchas de las más grandes del país, que producen ropa para casi todas las principales marcas y minoristas occidentales, como Gap, Walmart, H&M, Zara, Inditex, Bestseller, Levi’s, Marks and Spencer, Primark y Aldi.
Los trabajadores argumentan que el aumento de los costos de vida los ha dejado luchando por mantener a sus familias. A pesar de que la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh (BGMEA), que representa a los dueños de las fábricas, ha ofrecido un aumento salarial del 25%, esto está muy por debajo de los $209 (23,000 taka) mensuales que exigen las protestas.
Kalpona Akter, presidenta de la Federación de Trabajadores e Industriales de la Ropa de Bangladesh (BGIWF), señaló que las marcas y minoristas solo se preocupan por los envíos fluidos y las ganancias, sin considerar el bienestar de los trabajadores, muchos de los cuales están pasando necesidades.
El clima de tensión política se ha agudizado en Bangladesh, con enfrentamientos violentos entre la oposición y la policía, lo que ha llevado a detenciones generalizadas de miembros de partidos opositores y a la muerte de al menos dos personas. Las elecciones generales se avecinan en enero, y la organización Amnesty International ha instado a las autoridades a respetar el derecho a protestar pacíficamente y a evitar la violencia.
La repetición de incidentes violentos, arrestos y represión en Bangladesh plantea serias preocupaciones sobre los derechos humanos en el país antes, durante y después de las elecciones. La comunidad internacional ha instado a las autoridades a detener la represión de los manifestantes y garantizar investigaciones imparciales sobre las muertes relacionadas con las protestas.