¿Emociones alegres o tristes? La pregunta por el horizonte político de Sheinbaum

Enrique G. Gallegos*

Perfiles políticos, programa, actores y un claro horizonte político permiten precisar la identidad y praxis política de un partido y candidato presidencial. En medio de esas determinaciones, está la táctica y la estrategia que acomoda y flexibiliza los elementos. Para la izquierda no hay duda de ese horizonte: transformar el capitalismo como modo de producción —que es estructuralmente maligno y criminal porque descansa en la privatización de la ganancia social que produce la fuerza de trabajo— en uno más justo, equitativo y armónico con la vida en todas sus manifestaciones. En su extremo, la izquierda colinda con la revolución y el comunismo; pero en épocas tristes y grises como la que actualmente vivimos, se debe aspirar al menos a aumentar la calidad y masa de derechos sociales y colectivos para mantener la esperanza y la praxis de las mayorías, hasta en tanto no se construyan las condiciones objetivas para dar el salto de tigre y hacer posible la alegría y el carnaval de la revolución.

No tengo duda del perfil de izquierda de Claudia Sheinbaum; un perfil más nítido que el de AMLO, empero, eso sí, moderada e institucionalizada. Las medidas y programas que implementó como gobernante en la Ciudad de México así la muestran. Dos ejemplos de esa moderación, por momentos  contradictoria, de una izquierda que no se asume en toda sus consecuencias.

Por un lado, aumentó la oferta educativa a nivel superior con la creación en 2019 de la universidad “Rosario Castellanos”; al 2023 contaba con más de 38 mil estudiantes y 860 docentes; si bien existen trabajadores académicos de tiempo completo con sueldos superiores a los 30 mil pesos, no pocos de esos docentes son contratados bajo diferentes esquemas de precarización (pago por horas, medios tiempos, falta de estabilidad laboral, etc.); ciertamente, no se ha llegado al grado en el que operan las “Universidades para el Bienestar Benito Juárez García”, creadas por AMLO, que funcionan con “convenios por servicios educativos”, es decir, en la total flexibilización y desprotección laboral. Este contraste entre las condiciones de contratación laboral en ambas universidades, corrobora lo que mencionaba más arriba: el perfil más nítido de izquierda de Sheinbaum.

Por el otro, están “Los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes”, denominados con el acrónimo “Pilares”. Hasta el 2023 se habían creado 293. Su objetivo es promover la cultura, recreación, deportes, encuentros comunitario, arte y oficios, como herramientas para reconstruir el tejido social y la vida comunitaria. Empero, este programa es particularmente agresivo para los derechos laborales; con pagos de 9 mil pesos al mes y bajo el eufemismo de que el trabajador es una “persona beneficiaria facilitadora de servicios culturales”, se les explota laboralmente. Ese eufemismo oculta que prácticamente adolecen de derechos laborales (ciertamente, Sheinbaum también desarrolló otros programas para promover la justicia y la inclusión social, por ejemplo, además las becas y apoyos sociales, las intervenciones rescatando parques y la robusta política del transporte masivo, como es el caso de las líneas del cablebús).

Dando por supuesto de que ganará las elecciones (a menos que suceda algo extraordinario, pues las encuestas así lo indican y la principal candidata opositora es realmente limitada en varios los planos),  cabe hacerse una pregunta. Si Sheinbaum tiene un perfil de izquierda y un programa de gobierno para mantener e incrementar la justicia social y combatir las desigualdades, con los asegunes que he ejemplificado, entonces ¿por qué subir al ómnibus de izquierda a un conjunto de políticos y personajes de derecha, conservadores, represivos, del viejo régimen y que con el paso de los meses le darán la espalda y la traicionaran como hicieron los senadores Germán Martínez Cázares y Lilly Téllez? La respuesta ha estado en los medios de comunicación: lograr el Plan C del Presidente para aprobar las 20 reformas constitucionales.

¿Qué recursos políticos tendría Sheinbaum para hacer cumplir la palabra empeñada por los neomorenistas en esa tarea? Es ingenuo, frente a algunos de esos tiburones que conformarán las bancadas de Morena, suponer que basta con la carta-compromiso que les hizo firmar. Porque no sólo se trata de las 20 reformas comprometidas, sino de operar en un marco político que le dé identidad de izquierda durante el sexenio y que permita desencadenar una praxis política en un horizonte cargado de alegría (por un futuro mejor y más justo).

Durante el viejo régimen el control era pan o palo; con AMLO, es el fuerte liderazgo que ejerce, que descansa en sus miles de seguidores y una fuerte presencia mediática. Y no parece ser este el caso de Sheinbaum. Aquí es donde entran los perfiles políticos de los hombres y mujeres que la acompañarán (dejo de lado el equipo técnico eficaz, que la ayudaría a aterrizar programas). Si esos perfiles políticos son de derecha, de las viejas mañas del PRI-PAN-PRD, de caciques locales, de gobernadores con dudosa gestión, de frívolos protagonistas de la farándula o el deporte, de personajes con un pasado oscuro, represor o corrupto, sencillamente no hay programa que funciona. Y tampoco es que quienes apuntan a conducir el bloque legislativo de Morena, Marcelo Ebrard, Adán López Hernández, Ricardo Monreal, etc., sean precisamente de izquierda. Son políticos acomodaticios, algunos más cínicos que otros. Ciertamente también están otras figuras como Gerardo Fernández Noroña, que ha ganado notoriedad, con un perfil claro de izquierda (aunque es irascible y le cuesta dominar los tiempos de ritmo de una izquierda más estratégica, menos impulsiva). Y los que realmente representan y defienden los valores de la izquierda son una chiquillada, algunos con renombre mediático, pero sin peso político en términos de la praxis política real.

Por lo anterior, las 20 reformas de AMLO, que asumió Sheinbaum, podrían ser el más grave error estratégico, que condicionó la selección de hombres y mujeres y que también podría limitar su sexenio (incluso, se aprueben o no las reformas). El riesgo no es menor porque podría quedar hipotecado todo el sexenio.

Con un perfil nítido de izquierda, con un claro programa de izquierda, pero con una tripulación variopinta, el barco correrá el riesgo de llegar no al lugar de la alegría de la izquierda sino a uno más gris y triste. Una tristeza y desencanto que ya se siente en los desplazados, algunos de verdadera trayectoria en la izquierda, por las selecciones de diputados, senadores, gobernadores y demás cargos. Empero, no hay que confundir la asamblea con la calle. Esos tristes y desencantados deben volver a la calle, la fábrica y la plaza: es la que define a la izquierda y ahí es donde está el genuino trabajo político de la izquierda; la verdadera alegría de la transformación política. O como se dice, las bases de apoyo y organización popular.

Con todo, a Sheinbaum le quedaría a un arma estratégica, el plan D, quizá la más poderosa y eficaz a largo plazo: recuperar el carácter de movimiento de Morena. Pero esto significa cambiar a la actual dirigencia, renovar los cuadros y preparar un amplio programa ya no con la orientación del partido político sino con la del movimiento, que se constela en las calles cuando es necesario hacerlo (ciertamente sin dejar de mantener la posibilidad de desdoblarse como partido político para participar en los ciclos electorales). No hay que olvidar que la izquierda, las que verdaderamente lo es, se nutre de las calles, las plazas, las alegres y coloridas manifestaciones. Y desde ahí el pueblo ejerce su poder como tal. Sería un segundo grave error estratégico de Sheinbaum si no lo hace; porque de tropezar su hipotético gobierno, en algunos años sumiría la país en una tristeza profunda. Y ahí esta la Argentina de Milei para demostrar lo que puede suceder y de lo que es capaz un pueblo desencantado.

*Universidad Autónoma Metropolitana

Nacional

Guerras del interior de Josep Zarate, un espacio para el verdadero Perú que se niega a ser silenciado

De nacionalidad peruana, Zarate nació en Lima en 1986. Es un periodista, escritor y editor. Recibió el Premio Gabriel García Marques de Periodismo tras escribir su libro Guerras del interior, publicado en el año 2018, mismo año en el que fue galardonado. Este libro de crónicas te transporta y conecta con la realidad peruana.

23 de Septiembre: el documental que mantiene la memoria viva y rebelde

El documental 23 de Septiembre, dirigido por el periodista Mario Marlo, es un esfuerzo independiente para rescatar la memoria de los movimientos sociales en Jalisco, a través de la historia de la Liga Comunista 23 de Septiembre, agrupación de personas jóvenes guerrilleras que luchó contra la opresión del Estado Mexicano en los años 70. 

Santa María Ostula reafirma su lucha por la defensa de su territorio

La comunidad indígena denunció amenazas persistentes y destacó importantes...

Article 19 MX-CA exige acciones de protección para periodistas y sus familiares

Articulo 19 México y Centroamérica exigió a las instituciones...

Tu donación a Somoselmedio permite que sigamos siendo una voz en la defensa de los derechos humanos.

Cada aporte cuenta para mantener nuestra independencia y continuar nuestra misión.

Newsletter

No te pierdas

Guerras del interior de Josep Zarate, un espacio para el verdadero Perú que se niega a ser silenciado

De nacionalidad peruana, Zarate nació en Lima en 1986. Es un periodista, escritor y editor. Recibió el Premio Gabriel García Marques de Periodismo tras escribir su libro Guerras del interior, publicado en el año 2018, mismo año en el que fue galardonado. Este libro de crónicas te transporta y conecta con la realidad peruana.

23 de Septiembre: el documental que mantiene la memoria viva y rebelde

El documental 23 de Septiembre, dirigido por el periodista Mario Marlo, es un esfuerzo independiente para rescatar la memoria de los movimientos sociales en Jalisco, a través de la historia de la Liga Comunista 23 de Septiembre, agrupación de personas jóvenes guerrilleras que luchó contra la opresión del Estado Mexicano en los años 70. 

Santa María Ostula reafirma su lucha por la defensa de su territorio

La comunidad indígena denunció amenazas persistentes y destacó importantes...

Article 19 MX-CA exige acciones de protección para periodistas y sus familiares

Articulo 19 México y Centroamérica exigió a las instituciones...

Exigen justicia para periodistas asesinados durante el Encuentro Fotográfico México 2024 en Guadalajara

En el marco del 17° Encuentro Fotográfico México, periodistas rindieron homenaje a sus compañeros asesinados, destacando la urgencia de justicia y visibilizando la violencia sistemática contra la prensa en México.

Guerras del interior de Josep Zarate, un espacio para el verdadero Perú que se niega a ser silenciado

De nacionalidad peruana, Zarate nació en Lima en 1986. Es un periodista, escritor y editor. Recibió el Premio Gabriel García Marques de Periodismo tras escribir su libro Guerras del interior, publicado en el año 2018, mismo año en el que fue galardonado. Este libro de crónicas te transporta y conecta con la realidad peruana.

23 de Septiembre: el documental que mantiene la memoria viva y rebelde

El documental 23 de Septiembre, dirigido por el periodista Mario Marlo, es un esfuerzo independiente para rescatar la memoria de los movimientos sociales en Jalisco, a través de la historia de la Liga Comunista 23 de Septiembre, agrupación de personas jóvenes guerrilleras que luchó contra la opresión del Estado Mexicano en los años 70. 

Santa María Ostula reafirma su lucha por la defensa de su territorio

La comunidad indígena denunció amenazas persistentes y destacó importantes avances en la recuperación de su tierra comunal Por Ivan Ramírez / Yair_R1H9 Santa María Ostula, Michoacán,...

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here