Tras casi tres años de la firma de los ‘Acuerdos de no Inundación’, el presidente Andrés Manuel López Obrador vuelve a Jalisco para inaugurar la Presa El Zapotillo y evaluar el cumplimiento del Plan de Justicia para las comunidades afectadas. A pesar de los avances, persisten demandas por la reparación integral de los daños y cuestionamientos sobre la gestión hídrica en la región.
Texto y fotografías: Mario Marlo / @Mariomarlo
Guadalajara, Jalisco. 17 de agosto de 2024 – Casi tres años después de la firma de los “Acuerdos de no Inundación”, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, regresa este sábado 17 de agosto a la comunidad de Temacapulín, Jalisco, para inaugurar la Presa El Zapotillo y revisar el cumplimiento de dichos acuerdos.
Este regreso marca un momento significativo en la larga lucha de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, que por más de 16 años se opusieron a la construcción del megaproyecto.
A través de un comunicado, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, (IMDEC), organización que acompaño la lucha de los pueblos, resaltó que “los Acuerdos de no Inundación fueron un hito histórico, obligando al Estado Mexicano a replantear el proyecto y evitar la inundación de las comunidades. En su visita, López Obrador no solo inaugurará la presa, sino que también evaluará los avances en el Plan de Justicia para la Reparación Integral de los Daños que se comprometió a implementar.”
El IMDEC resaltó que desde el inició de la construcción de la Presa El Zapotillo estuvo lleno de irregularidades, como una inversión de más de 35 mil millones de pesos que aún no ha sido totalmente clarificada.
La organización destacó que gracias a la propuesta técnica para reacondicionar la presa, con un vertedor físico y una altura de cortina de 40 metros, planteada por las comunidades afectadas y sus asesores, en respuesta a la alternativa de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que mantenía el riesgo de inundación, los pueblos no fueron inundados como lo tenía contemplado el proyecto inicial que buscaba construir una presa con una cortina de 105 metros de altura.
Respecto al papel que tuvo el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, el IMDEC recordó que, en 2021, el gobernador rechazó esta propuesta de las comunidades, para luego adoptarla como su propio logro, afirmando que proveerá agua a Guadalajara por 50 años.
Sobre este tema, la organización cuestionó los dichos del gobernador ya que para ellos actualmente persisten interrogantes sobre la administración del agua de la presa, el modelo de gestión hídrica en Jalisco y la falta de una nueva Ley General del Agua.
Respecto al Derecho a la Reparación Integral de Daños, ocasionados por instituciones locales y federales como la Conagua a las comunidades durante todos los años de lucha, el IMDEC explicó que aunque se han logrado avances en estos tres años, es necesario investigar y sancionar a los responsables de las violaciones de derechos y actos de corrupción, muchos de los cuales aún operan dentro de la Conagua y la Comisión Estatal del Agua.
Al respecto, la organización detalló que uno de los puntos críticos del Plan de Reparación es el derecho al retorno de la comunidad de Palmarejo, que fue desplazada de manera forzosa.
“Aunque se han realizado algunas obras y programas de vivienda, la reconstrucción integral de la comunidad aún está incompleta. Además, la calidad de los materiales en las obras comunitarias ha sido deficiente, afectando el patrimonio de las comunidades, y la pérdida de manantiales de agua termal en Temacapulín es un problema que sigue sin resolverse.”
Para esta cuarta y última visita del presidente López Obrador a Temacapulín, la organización y pobladores detallaron que esperan que se reconozcan las tareas pendientes y se continúe avanzando hacia una verdadera reparación integral. Las comunidades siguen exigiendo justicia, no solo para ellas, sino para todos los pueblos que luchan por su derecho al agua, al territorio y a un medio ambiente sano.
Finalmente, el IMDEC hizo un llamado a las nuevas autoridades de los tres niveles de gobierno para que continúen con la implementación de políticas hídricas, ambientales y climáticas justas. Aseguran que, a pesar de los avances, el camino hacia la reparación integral aún tiene pendientes, y que el compromiso con estas comunidades será clave en los próximos años.
Guardian@s del Río
La defensa de Temacapulín se ha convertido en un ejemplo emblemático de la resistencia social en México. Estas comunidades no solo alzaron la voz, sino que caminaron juntas, se organizaron y generaron estrategias de lucha colectiva que trascendieron fronteras. Se formaron en la defensa legal y ambiental, se informaron sobre los riesgos y consecuencias, y nunca dejaron de exigir sus derechos. Lo hicieron enfrentándose a intereses políticos y económicos enormes, defendiendo su tierra, su agua y su identidad.
A pesar de los acuerdos alcanzados, las demandas de las comunidades no cesan. Siguen exigiendo una reparación integral de los daños y cuestionan la gestión hídrica de la región, pues el impacto del proyecto El Zapotillo va más allá de la obra física; representa una lucha por la justicia, la dignidad y el derecho a existir en su propio territorio.
Hoy, esas y esos defensores merecen ser reconocidos por su lucha incansable. Son ellas y ellos quienes, a través de su resistencia, marcaron el camino para otros movimientos de defensa territorial en México. La historia de Temacapulín no es solo la historia de un pequeño pueblo que resistió, es la historia de la dignidad de un pueblo que nunca se rindió.