Familiares, defensores de derechos humanos y medios comunitarios exigen justicia para los 12 desplazados y garantías de seguridad para el periodista indígena David Peralta, tras un intento de asesinato en el contexto de un ecocidio en la comunidad mazateca.
Texto y fotografías por: Alandjhm / @alandjhm
Ciudad de México, 9 de abril de 2025.– Este 9 de abril, familiares de personas perseguidas políticas, defensores de derechos humanos y medios comunitarios exigieron justicia para los 12 desplazados de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, así como garantías de seguridad y libre ejercicio para el periodista indígena David Peralta Betanzos, quien sobrevivió a un intento de asesinato el pasado 3 de abril.
Durante una conferencia de prensa en el Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), se denunció la continuidad del hostigamiento y la violencia en la comunidad mazateca por parte de un grupo caciquil encabezado por Manuel Zepeda, padre de la diputada local por Morena, Elisa Zepeda Lagunas.
“Lo que está ocurriendo es un ecocidio. Están destruyendo el río, extrayendo grava y arena de manera ilegal. Yo documentaba esto cuando fui interceptado, amenazado y despojado de mi cámara”, denunció David Peralta, periodista comunitario mazateco.
Según su testimonio, fue perseguido por individuos coordinados con radios y armados, quienes lo obligaron a saltar al río para resguardarse. A pesar de escapar, fue alcanzado y despojado de su equipo de trabajo.
La abogada mazateca Argelia Betanzos recordó que desde hace más de 10 años, 12 personas defensoras comunitarias viven en desplazamiento forzado por contar con órdenes de aprehensión derivadas de un conflicto político-judicial, en el que ya se ha demostrado la inocencia de varios de los acusados.
“Ya 21 presos fueron liberados. Estos 12 compañeros no han pisado prisión, pero no han podido volver a su comunidad. Pedimos su libertad absoluta y el fin de la persecución”, señaló Eusebia Zepeda familiar de uno de los desplazados.
Durante la conferencia, se alertó sobre la gravedad ambiental del ecocidio en curso, que afecta directamente a los cuerpos de agua y montañas de la región, y se responsabilizó a las autoridades de todos los niveles de gobierno por su inacción.
“David ahora es el número 13. No sólo hay 12 perseguidos. Él también ha sido desplazado por hacer su labor periodística”, lamentó Argelia Betanzos
Las y los participantes hicieron un llamado urgente a la Secretaría de Gobernación, al Consejo de la Judicatura Federal, al Senado y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para intervenir de forma coordinada y detener la represión, garantizar el regreso con justicia de los desplazados y frenar el extractivismo.
“No vamos a descansar hasta que nuestros 12 desplazados regresen, hasta que el río sea rescatado y hasta que el caciquismo se detenga. Queremos caminar libres por nuestra tierra”, concluyó Betanzos

