Inmemoriam
Quien toma nota del derrumbe, quien fotografía el agua ensangrentada,
quien investiga el itinerario del huracán: es asesinado.
Muertes y mas muertes, miedo y mas miedo; los periodistas guardan un
luto diario.
Un país que no preserva la vida promueve la muerte.
Esa mujer tendida en la cuneta, expuesta al sol desnudo, atada sin vida,
gritó un no a las larvas de la ciénaga.
Tuvo nombre y alma; ojos que miraban el amanecer, que ayer respiraban.
Los escuadrones de la muerte hurtan de noche la paz.
Se llevan a los niños de la verdad, toman sus vidas, nos dejan huérfanos.
Ni un centavo de vergüenza ni de remordimiento de quien dice gobernar
a fuerza de incendios y muerte.
¡Bébete la nación! ¡Atragántate del lujo de arrancarnos el corazón, la esperanza!
¡Si tus viajes, frívolos paseos gourmet, cuestan dólares a millones de hambrientos!
¡Sé pues, el usurpador con toda tu ilegalidad y deshonor!
¡Y si así lo hicieres, que la la nación te lo demande!
José Cruz