La Alianza Mexicana contra el Fracking llamó a los legisladores a restablecer la prohibición original del uso de agua en la fracturación hidráulica en el nuevo borrador de la Ley General de Aguas, destacando los riesgos ambientales y de salud pública.
Por Redacción / @Somoselmedio
La Alianza Mexicana contra el Fracking (AMFC) hizo un llamado urgente para modificar el dictamen de la nueva Ley General de Aguas (LGA), con el fin de prohibir el uso de agua en la fracturación hidráulica, también conocida como fracking. Esta técnica, que implica la utilización de grandes cantidades de agua para la extracción de hidrocarburos, ha sido un tema de intensa controversia debido a sus potenciales impactos ambientales y en la salud pública.
Según la AMFC, el dictamen actual de la LGA contiene una redacción que podría permitir la continuación del fracking en México, a pesar de las severas implicaciones ambientales y de salud que esto conllevaría.
“El país, que ya enfrenta estrés hídrico y alteraciones en el régimen de lluvias, no puede permitirse el lujo de desperdiciar entre 9 y 29 millones de litros de agua por pozo fracturado, como se estima actualmente.”
La versión original del dictamen prohibía el uso de agua para el fracking, pero la redacción actual sugiere que solo se restringiría el uso del agua destinada al consumo humano y al riego. Este cambio ha generado preocupaciones, ya que podría interpretarse como una aprobación tácita de la práctica, permitiendo la contaminación de grandes volúmenes de agua y poniendo en riesgo las reservas hídricas del país.
Beatriz Olivera, representante de la AMFC, hizo un llamado a los senadores que revisan el borrador de la ley para que se regrese a la redacción original, que prohíbe explícitamente el uso de agua en el fracking. La Alianza demandó que el agua se destine a las necesidades humanas, no a la extracción de gas y petróleo.
En México, existen actualmente 7,879 pozos fracturados, y el uso indiscriminado de agua en esta práctica podría tener graves consecuencias para las comunidades rurales, las generaciones futuras y el medio ambiente en general.
Según su comunicado, la AMFC, un colectivo de más de 40 organizaciones civiles y sociales, busca asegurar un manejo responsable y sostenible del agua, alineado con las necesidades y el bienestar de la población y el entorno natural.