Despojo, represión, asesinatos, secuestros, detenciones arbitrarias, violaciones a los derechos humanos y explotación de recursos naturales, se escuchó en la presentación.
Xochicuautla, Edo Mex, 22...
Por Mario Marlo / @Mariomarlo
Guadalajara, Jalisco 9 de noviembre, 2015.- El Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario...
En una conmovedora audiencia ante la CIDH, padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa denunciaron la falta de avances, la ausencia de autoridades clave y el desmantelamiento de mecanismos, exigiendo respuestas concretas y el fin de 9 años de incertidumbre. "Una justicia que tarda no es justicia. Es una verdad que se demora", señaló la comisionada Julissa Mantilla. La lucha por la verdad continúa.
Por falta de oportunidades, alrededor de 250 jornaleros indígenas emigraron a los campos agrícolas del norte, donde trabajarán por salarios de hasta 192 pesos diarios.
Han pasado 9 años sin dar con el paradero de los 43 estudiantes. Las madres y los padres no sólo viven el tormento por la ausencia de sus hijos, sino que padecen la mentira de los gobiernos. No cuenta la verdad de las familias, sólo la narrativa de los gobiernos.
De acuerdo a con el Adendum al Segundo Informe de la Comisión para Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (CoVAJ) se rebeló que el ejército mexicano contaba con información en tiempo real sobre el posible paradero de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Organizaciones de derechos humanos expresan su preocupación por las declaraciones presidenciales que afectan a las familias y expertos del caso Ayotzinapa, mientras reafirman su compromiso con la búsqueda de justicia y verdad.
Familias de los 43 estudiantes desaparecidos rechazan narrativa oficial, exigen la revelación de documentos militares y señalan responsabilidad de altos funcionarios en conferencia de prensa.
Los incendios presentados desde el 7 de enero en Los Ángeles, California han dejado al menos 10 muertos, más de 10 mil estructuras devastadas y toques de queda por robos.
Nicolás Maduro asumió un tercer mandato como presidente de Venezuela, intensificando las tensiones internas y dividiendo a la comunidad internacional entre condenas y llamados al diálogo.