CIMAC presenta un documento que expone los riesgos diferenciados que enfrentan las mujeres en el ejercicio periodístico, desde ataques laborales hasta violencia de género. Periodistas como Florina Miranda denuncian campañas de desprestigio y autocensura forzada.
Por Edson DJV / @Somoselmedio
Ciudad de México, 23 de abril de 2025.– La organización Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC) presentó este martes, en el Centro Cultural de España en México, el diagnóstico “Voces en resistencia: Impactos de la violencia en la vida de las periodistas” (ver documento), el cual expone las consecuencias de la violencia que enfrentan las mujeres periodistas en México, afectando su salud física y mental, su vida personal y el ejercicio mismo de su labor informativa. El estudio subraya que, además de los riesgos inherentes al ejercicio periodístico, las comunicadoras enfrentan peligros específicos por razón de género.
A través de testimonios directos y análisis detallados, el diagnóstico explora las diversas formas de resistencia que han desarrollado estas mujeres para hacer frente a la violencia, demostrando su firmeza y determinación para ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión y construir espacios más seguros para ellas y sus colegas.
Durante la presentación, Claudia Paola Cabello Montaño, investigadora y acompañante, destacó la importancia de comprender la dimensión del impacto psicosocial que sufren las periodistas víctimas de violencia. La mesa redonda contó con la participación de destacadas periodistas como Verónica Espinosa, consejera del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; Myrna Susana Gómez Vázquez; Florina Miranda Mayo; y Marcela de Jesús Natalia, periodista y defensora ñomn’ daa. La moderación estuvo a cargo de Lucía Lagunes Huerta, coordinadora general de CIMAC.
Uno de los testimonios más impactantes fue el de Florina Miranda Mayo, quien relató la grave situación que vive en Guerrero, donde ha sido víctima de una campaña de desprestigio y violencia por parte del alcalde de Iguala. “A raíz de la violencia que he vivido, me he tenido que autocensurar. He cerrado mis plataformas de manera indefinida”, declaró Miranda Mayo, detallando cómo se han organizado ruedas de prensa en su contra para difamarla a ella y a su medio de comunicación. Con profunda emoción, compartió el miedo y el aislamiento que la han llevado a dejar de cubrir eventos y a encerrarse en su casa por seguridad, pidiendo a sus colegas periodistas que su voz sea escuchada a nivel nacional.
Verónica Espinosa Villegas, por su parte, enfatizó la necesidad urgente de mejorar la información que se proporciona a las periodistas beneficiarias del Mecanismo de Protección, señalando que muchas desconocen sus derechos y las medidas a las que pueden acceder. Asimismo, resaltó la grave carencia en materia de prevención de agresiones, la cual considera una tarea primordial del Estado. Espinosa también advirtió sobre el impacto negativo del discurso de estigmatización contra el periodismo desde las altas esferas del poder, recordando recientes casos de violencia y desapariciones de periodistas en el país.
A pesar del panorama desafiante, Espinosa valoró la apertura mostrada por la secretaria de Gobernación, Rossella Rodríguez, quien se comprometió a priorizar la protección a periodistas y a buscar recursos para fortalecer el Mecanismo. “Tomémosle la palabra a la secretaria de Gobernación”, exhortó Espinosa, instando a las periodistas a exigir el cumplimiento de estos compromisos.
El diagnóstico “Voces en resistencia” no solo visibiliza la violencia de género que enfrentan las periodistas en México, sino que también celebra su valentía y las estrategias colectivas que están implementando para resistir y transformar el entorno al que se enfrentan.