La Comunidad Indígena de Cicacalco hace un llamado urgente a PROFEPA y SEMARNAT para garantizar el cierre y remediación del controvertido “relleno sanitario” que opera en sus tierras, afectando gravemente su derecho al agua y a un medio ambiente sano.
Por Redacción / @Somoselmedio
CDMX, 15 de abril, 2025.- A medida que se aproxima una nueva temporada de lluvias, la Comunidad Indígena de Cicacalco, ubicada en Tlaltenango de Sánchez Román, Zacatecas, emitió un comunicado donde enfatiza la necesidad urgente de que las autoridades ambientales, en particular la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cumplan con sus responsabilidades para asegurar un cierre y abandono adecuados del relleno sanitario que ha operado durante casi seis años en sus tierras.
Según el comunicado, esta instalación, ubicada sobre el nacimiento del arroyo Los Tecongos, ha causado una serie de afectaciones al medio ambiente y a la salud de la comunidad. “Desde el inicio, el mal manejo de los desechos ha llevado a la mezcla de desechos urbanos, tóxicos y animales muertos, afectando gravemente nuestras actividades agrícolas y nuestra salud comunitaria”, señalaron representantes de la comunidad.
En septiembre de 2020, la comunidad decidió detener las actividades del “relleno sanitario” tras quejas continuas sobre su operación. Este cierre llegó después de una serie de denuncias e investigaciones que destacaron la mala gestión de la instalación, la cual había sido presentada como “la joya de la corona” por un ex presidente municipal en el momento de su inauguración en 2019. “El cierre del sitio no resuelve el impacto ambiental que ha causado, por eso insistimos en un proceso de remediación efectivo”, afirmaron.
A pesar de que PROFEPA dictaminó la clausura total definitiva del sitio en noviembre de 2022, la comunidad ha experimentado una falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades desde el cambio de gobierno federal. “La ausencia de PROFEPA y SEMARNAT ha permitido que el municipio proceda a realizar actividades de cierre de manera discrecional, sin un plan claro de remediación”, denunciaron.
La comunidad ha realizado múltiples solicitudes de intervención a las dependencias federales, pero hasta ahora no han recibido respuesta. “Por más de seis temporadas de lluvias, los escurrimientos de lixiviados han afectado no solo nuestros ojos de agua, sino también el río Tlaltenango”, afirmaron los representantes.
Con la llegada de la temporada de lluvias, el riesgo de un daño ambiental irreversible se incrementa. La comunidad exige que las autoridades cumplan con su obligación de vigilar y asegurar el cumplimiento de las disposiciones ambientales que protegen su territorio. “Es imperativo que las agencias ambientales actúen de manera efectiva y respeten nuestra participación comunitaria en este proceso”, concluyeron.