En medio de la pandemia de COVID-19, un grupo de mujeres jóvenes tomaron las calles de Guadalajara para visibilizar que ninguna de las violencias que padecemos en el estado deben ser invisibilizadas.
Texto y fotografías: Mario Marlo/ @Mariomarlo
Con los ojos tapados con un cubrebocas, un grupo de mujeres realizaron la tarde del jueves 21 de mayo un performance con la intención de denunciar que –a pesar de que más del 60% de los ciudadanos de Jalisco se encuentran confinados por la pandemia por el virus COVID-19-, las desapariciones, los feminicidios, las violencias de género, la invasión de territorios comunitarios van en aumento en el estado y el país.
En silencio y con distintivos morados, las jóvenes se reunieron en el Parque Rojo en la ciudad de Guadalajara donde iniciaron un recorrido hacia la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco con el objetivo de enviar un mensaje a los ciudadanos para reflexionar sobre la supuesta protección que ofrecen los cubrebocas contra el coronavirus, pero que nos dejan totalmente expuestos a los graves problemas de salud, igualdad y seguridad que existen en el país.
“Si la obesidad y la diabetes son los principales factores de agravamiento y muerte ¿Por qué no prohibir toda la comida chatarra antes de prohibir que convivamos?, cuestionó Francisco Bohórquez.
Las participantes hicieron énfasis en que en el estado continúan las desapariciones, las violencias de género, el despojo de territorios, la inseguridad, los feminicidios y pareciera que los ciudadanos sólo nos preocupamos en protegernos del virus. A lo que también agregaron:
¿Por qué el narco, las construcciones y los macroproyectos, no hacen cuarentena? ¿Qué tipo de vida y qué vidas son las que parecen importarnos? ¿Hemos pensado en todas las personas que están deseando o intentado el suicidio a partir de estas condiciones de encierro? ¿Hemos pensado qué medidas estamos y se están tomando para combatir el virus colateral que emerge de este confinamiento: la depresión; la ansiedad; el insomnio; el aumento de la violencia intrafamiliar y de género, de la pobreza, del desempleo, del aislamiento; el miedo al afecto, a la cercanía de los cuerpos, las cuerpas, al contacto con los otres?”
En entrevista para ZonaDocs, las jóvenes explicaron que las autoridades de salud han informado que 7 de cada 10 fallecidos por coronavirus en México tenía diabetes, hipertensión u obesidad, por lo que cuestionaron el por qué las autoridades no han tomado cartas en el asunto para solucionar el problema del consumo de comida chatarra.
También fueron críticas al señalar todo lo que se obvia o no se ve tras las medidas de distanciamiento social:
“Este discurso de `Quédate en casa´ tan aceptado e interiorizado por muchos de nosotros, emitido por las autoridades y distintos medios de comunicación, en lugar de ser un cuidado entre nosotros como acto solidario ¿No será más bien una medida que facilita el control y extinción social para los depredadores de vida? De ser así ¿Dónde queda la vida y el cuidado propio y por los otros? ¿El encierro, el autoencierro es la opción? ¿Dónde queda el cuerpo, los afectos, lo colectivo, la acción?”, cuestionaron.
En ese sentido, su performance buscaba generar estos extrañamientos para desnaturalizar lo que estamos viviendo ahora durante la cuarentena:
“Para nosotras es lo mismo usar el cubrebocas en los ojos que en la boca, lo usamos así porque queremos representar lo que callamos y dejamos de ver: que se están asesinando a personas y eso no importa. Para nosotras es una forma de denunciar que con el confinamiento nos están tapando los ojos y nos están tapando la boca.”
Alrededor de las 19 horas, el performance llegó a la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco, donde las jóvenes entonaron la canción Derecho de nacimiento de Natalia Lafourcade para recordar a las personas desaparecidas y asesinadas durante estos meses de confinamiento.