Ataques con objetos punzocortantes, agua hirviendo, ácido sobre el rostro o el cuerpo, encierros y amenazas son conductas en tentativa de feminicidio, afirma Conavim.
Por Redacción / @Somoselmedio
Durante su visita a Solidaridad, municipio del estado de Quintana Roo, la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís Sámano, señaló que acciones como ataques con objetos punzocortantes, agua hirviendo, sustancias químicas sobre el rostro o el cuerpo, así como encierros y amenazas en contra de las mujeres, jóvenes y niñas, son conductas que deben de ser valoradas como tentativa de feminicidio a fin de lograr la detención oportuna del agresor y la prevención de mayores riesgos para las víctimas.
Para lo anterior, la Conavim afirmó que ha iniciado un recorrido por los 50 municipios prioritarios de la estrategia nacional de seguridad, con el objetivo de revisar la capacidad instalada para la atención a mujeres víctimas de violencias.
En el evento Fabiola Alanís Sámano destacó que en nueve de cada 10 casos de muerte violenta de mujeres y niñas en razón de género, el agresor ha sido, entre otros, una persona del círculo más cercano a la víctima, como la pareja sentimental, un familiar directo o amigos.
Por lo que la titular de la Conavim llamó a que los tres órdenes de gobierno construyan estrategias interinstitucionales e interseccionales para diseñar e instrumentar políticas públicas que atiendan a las recomendaciones de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), y se refuercen las tareas en agenda de género.
En su reporte más reciente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (sesnsp), informó que en México 10 mujeres fueron asesinadas durante el primer semestre de 2022. Siendo el Estado de México, Nuevo León, Veracruz, Ciudad de México, Oaxaca, Chihuahua, Morelos y Chiapas, los estados más peligrosos para las mujeres.
Según el (SESNPS), de enero a junio se registraron 479 crímenes tipificados como feminicidios, sin embargo, organizaciones sociales y colectivas feministas han denunciado que esta cifra está muy por debajo de la realidad.