En un periodo extraordinario de sesiones, el pleno del Congreso capitalino no logra aprobar la ratificación de la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, reflejando divisiones y preocupaciones sobre la gestión de la justicia en la capital.
Por Redacción / @Somoselmedio
Esta tarde el Congreso local de la Ciudad de México rechazó la ratificación de Ernestina Godoy como titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Con 41 votos a favor y 25 en contra, el dictamen no alcanzó las dos terceras partes necesarias para su aprobación, dejando en claro la división en el Congreso respecto a la continuidad de Godoy Ramos al frente de la FGJCDMX.
🗞️Congreso capitalino no aprobó ratificación de la titular de la @FiscaliaCDMX.
▪️Al razonar su voto, legisladoras y legisladores locales argumentaron a favor y en contra de la propuesta de ratificación de la funcionaria.
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— Congreso de la Ciudad de México (@Congreso_CdMex) January 8, 2024
En un periodo extraordinario de sesiones, el Congreso local de la Ciudad de México se pronunció sobre la ratificación de Ernestina Godoy Ramos como titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX). Tras intensos debates y posturas encontradas, el pleno del Congreso no logró aprobar el dictamen de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia respecto a esta propuesta.
La sesión estuvo marcada por declaraciones polarizadas. Por un lado, los legisladores de MORENA respaldaron la gestión de Godoy Ramos, destacando su compromiso con la justicia, su enfoque en las víctimas y su labor en la implementación de estrategias contra la violencia de género.
Sin embargo, la oposición expresó diversas preocupaciones. Desde la falta de transparencia en el proceso de ratificación hasta cuestionamientos sobre la eficiencia y autonomía de la fiscalía bajo su liderazgo. Se hicieron llamados a una fiscalía más autónoma y eficiente, libre de influencias partidistas, para garantizar una justicia imparcial y efectiva.
Esta decisión marca un punto de inflexión en la percepción sobre la administración de justicia en la capital, generando incertidumbre sobre el futuro de la fiscalía y la necesidad de consensos para garantizar una institución fuerte y confiable para la ciudadanía.