Eileen Truax, periodista de las migraciones, nos desafía: hablar de un ellos y de un nosotros, es identificar al otro como peligroso y a mi similar como un orgullo. Entender quién es el otro y de donde viene, puede ayudarnos a encontrar lo que tenemos en común.
Por José Francisco Carrasco Lara / @JoseCapVlogg
El pasado 6 de noviembre del 2024 dio inicio el Festival LATAM de Medios Digitales y Periodismo en su 13° edición. Este año el festival se llevó a cabo en el Centro Cultural de España en Ciudad de México. En el marco de esta fiesta del periodismo se llevaron a cabo distintos talleres, charlas y actividades relacionadas con las formas de hacer periodismo. Una de las actividades más nutritivas fue el taller “Nuevas narrativas sobre migración”, el cual fue impartido por la periodista Eileen Truax,, quien desde hace décadas cubre las movilidades humanas, primero entre México y Estados Unidos y, más recientemente, también las que arriban a la Europa fortaleza pues reside en Barcelona donde estudia y enseña en la Facultad de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Dividido en dos sesiones de una tarde cada una, los días 6 y 7 de noviembre, el primer día del taller comenzó con una alta afluencia de invitados de distintas partes de Latinoamérica. Para abrir boca, Eileen inició explicando sobre cómo los discursos y las maneras en que se narran los procesos migratorios y los hechos noticiosos que generan, construyen juicios, maneras de ver. La periodista binacional compartió el ejemplo de la existencia de un nosotros y cómo eso implica un ellos, creando una distinción ante aquel que no es semejante a mi. Una idea compleja pero también aterrizada, por ejemplo, como ella misma compartió en el marco del triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos de América y como sus discursos impactan en la forma en la que la población de ese país construye su relación con el mundo.
Posteriormente, la tallerista expresó que las formas en las que se hace periodismo impactan en el imaginario colectivo, pues es en su banco de información personal, que el lector interpreta la información. Por ello, según Eileen, es necesario repensar y reestructurar las palabras e imágenes que se usan al momento de hablar sobre migraciones, ya que es de acuerdo a estas decisiones entre estéticas, políticas y editoriales que una persona podrá o no ser vista como un ser humano y un migrante, y todo lo que ello implica. Y recordó a su atento auditorio que aquello que nos configura en términos de edad, género, orientación sexual, religión, podría sustentar como creíble la demanda del estatuto de refugiado, o la etiqueta de migrante, expatriado, nativo digital o terrorista.
Al final de la primera sesión se despertaron las dudas de las y los asistentes, quienes realizaron una ronda rápida de preguntas a Truax para que pudiera explicar qué términos emplear y desde dónde podrían realizar nuevas formas de cubrir las migraciones para construir un periodismo ético, narrativas que no caigan en las estigmatizaciones. Ante estos cuestionamientos Eileen mencionó que se debe ser consciente de quien habla y desde donde lo hace.
En el segundo día la emoción de quienes volvieron a asistir era evidente, pues desde los primero minutos de la sesión inició una serie de comentarios de parte de los asistentes al taller de la hasta hace poco corresponsal del diario La Opinión de los Ángeles, CA: La jornada comenzó reflexionando a través de varios ejemplos sobre cómo la forma de representar en los medios de información las migraciones ha configurado las perspectivas vigentes en las sociedades de acogida de esos migrantes sobre el fenómeno de la movilidad humana. Por eso, Eileen nos propuso, nos desafió, a contar otras historias en torno a la migración, como lo son los motivos por los que estas personas dejan su lugar de origen, así también como lo que ocurre cuando arriban al país de destino y lo que sucede después de ello con sus vidas.
No obstante, y pese a los esfuerzos que realizan los periodistas, Truax acotó que no es posible cubrir todas las realidades que atraviesan las migraciones, por lo que, recomendó buscar colectivos o poblaciones con necesidades específicas del complejo mundo de las movilidades humanas. Partir de esas historias específicas, para generar empatía entre las audiencias y los migrantes que ofrecen sus testimonios a la prensa escrita. Un periodismo para generar empatía con el otro y así integrarle al nosotros. Según Eileen, el trabajo de un periodista ético no es replicar los discursos de odio sino desmontarlos con ejercicios de rigurosidad periodística. Por lo que según esta cronista de los exilios se debe exponer los discursos que emite una persona como Donald Trump contrastándoles con los datos realmente existentes, triangular versiones, verificar dichos y, con ello, invitar al espectador a hacer su propio juicio sobre temas en torno a las personas que migran.
La tallerista concluyó este espacio de formación explicando que las personas son más que migrantes y que sus historias también deben ser cubiertas antes y después de su tránsito, y nos interpeló a los presentes para que “contemos el cuento completo”.
Finalmente, Eileen Truax agradeció la asistencia de todos los periodistas al taller, así como el espacio y la colaboración de las organizaciones que lograron hacer posible el festival y el taller. Su participación en el evento fue despedida con aplausos y algunas personas se acercaron a realizar agradecimientos, así como comentarios y dudas sobre el tema, esperando una siguiente edición en 2025.
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Esta nota fue elaborada en el Taller de Periodismo de Investigación de la UACM SLTZ