El conversatorio, parte del FACC Festival, que reunió a expertos, artistas y activistas para debatir sobre los desafíos actuales en la educación sexual, la influencia de la pornografía en las percepciones sociales y cómo el arte puede abrir un espacio para una reflexión más inclusiva sobre el deseo y el placer.
Texto y Fotografías de AlanDJHM / @alandjhm
Ciudad de México, 12 de abril de 2025. – Como parte de las actividades del FACC Festival (Festival de Arte, Cultura y Conocimiento), celebrado del 9 al 12 de abril, se llevó a cabo el conversatorio “Salud Sxual y Prnografía”. Este espacio reunió a artistas, activistas, sexólogos y miembros de la comunidad para dialogar sobre la intersección entre salud sexual, pornografía, placer y representación. El evento tuvo lugar el 10 de abril en el comedor comunitario LGBT Manos Amigues, una organización con sede en la colonia Guerrero que se dedica a la educación sexual y la salud comunitaria..
El FAAC* Festival, con Joyclub como patrocinador principal, una plataforma digital enfocada en el encuentro erótico-sexual, se alza como un espacio de resistencia y expresión frente a los discursos tradicionales sobre el deseo. A través del arte, el cuerpo y la palabra, el festival impulsa modelos relacionales no hegemónicos que cuestionan la normatividad. Entre performances, cortos y charlas, se abren caminos donde la tecnología, el género y la contrasexualidad se cruzan para construir experiencias colectivas que celebran una sexualidad libre, erótica y sin censura.
La actividad formó parte de un circuito que combinó proyecciones de cortometrajes con un conversatorio reflexivo, con el objetivo de “cuestionar el discurso dominante sobre el sexo y el deseo, a partir de narrativas alternativas y visualidades que desafían la lógica de la pornografía hegemónica”, comentó Anabel Venegas, moderadora del encuentro.
Proyecciones y reflexiones artísticas
Previo al conversatorio, se presentaron diversas obras audiovisuales que exploraron el cuerpo, el deseo y las posibilidades de representación sexual fuera del molde tradicional. Destacó “La Pequeña Muerte”, de Pedro Lavín, quien compartió que su corto fue un intento por reconectar con su deseo desde una perspectiva queer y personal.
“Fue una forma de volver a mirar lo que grabé hace años, resignificarlo, y darme cuenta de que ahí también había ternura y placer”, comentó.
Otro proyecto provocador fue “Bestiario”, proyectada originalmente en carnicerías brasileñas como una crítica performática al consumo de cuerpos, tanto humanos como animales. La pieza establece un diálogo con la tradición del arte político queer latinoamericano. Durante el conversatorio, se mencionó cómo esta obra pone en tensión la forma en que se cosifica el cuerpo en contextos tanto sexuales como económicos.
“Lo que se pone en juego no es solo el cuerpo como objeto de deseo, sino como carne que también ha sido mercancía. Bestiario nos obliga a mirar sin filtros esa crudeza”, expresó una de las asistentes.
Las obras apostaron por una estética sensorial, más enfocada en atmósferas y emociones que en narrativas lineales. Se destacó el uso de planos secuencia sin cortes como un recurso para capturar la intimidad del cuerpo en movimiento, con toda su vulnerabilidad y potencia. Algunas de estas piezas habían sido comisionadas en festivales de arte urbano, desafiando así el elitismo de las salas de cine y llevando el arte erótico a espacios públicos.
El conversatorio: resistencias, cuerpos y postporno
Moderado por Anabel Venegas, el conversatorio incluyó voces como Alicia Delicia, Vyctoria Letal, Santy Mito (Amets), Kaleb Ávila y Sexólogo de Bolsillo (Calma Consejería), quienes desde distintas trincheras coincidieron en la urgencia de repensar la sexualidad y el porno desde el deseo informado, el consentimiento y la diversidad de cuerpos.
Una de las ideas centrales del conversatorio fue cuestionar la narrativa predominante en la pornografía convencional, que sigue una estructura lineal de erección, penetración y eyaculación. Los panelistas coincidieron en que esta representación del sexo no solo es reduccionista, sino que contribuye a la construcción de expectativas irreales sobre el deseo y la intimidad. Se propuso explorar alternativas que visibilicen la diversidad de cuerpos y las diferentes formas de vivir y expresar el placer.
“Ese tipo de porno reproduce expectativas irreales sobre cómo se ve el deseo, el cuerpo y la intimidad. No muestra los tiempos reales del placer ni la negociación afectiva previa”, apuntó David Moncada, artista visual y trabajador sexual.
Los panelistas enfatizaron que el postporno no solo es una estética, sino una herramienta política y pedagógica: muestra cuerpos diversos, no editados, y prácticas sexuales basadas en el respeto mutuo. También visibiliza la comunicación que ocurre antes de un encuentro íntimo, especialmente en dinámicas grupales, como ejemplo de cuidado mutuo y consentimiento real.
“Queremos mostrar que el sexo también es hablar antes de tocar, preguntar si está bien, poner límites… todo eso es parte del erotismo y del placer”, afirmó Alicia Delicia.
Además, se habló sobre cómo las narrativas del porno tradicional excluyen a personas trans, no binarias o con corporalidades distintas, y cómo el arte puede reconfigurar esas representaciones. Una realizadora mexicana compartió cómo su obra mezcla elementos de la religiosidad popular como luchadores, santos y vírgenes para “subvertir símbolos y resignificarlos desde una perspectiva de deseo queer” comento Moncada
Manos Amigues y su papel en el festival
Manos Amigues fue un espacio clave para que este conversatorio ocurriera. Con un enfoque comunitario, la organización promueve prácticas sexuales responsables, afectivas y empáticas, con especial énfasis en juventudes, personas LGBTQ+ y comunidades históricamente marginadas. Durante el festival, ofrecieron un ambiente seguro, libre de juicios, para pensar desde el placer y el autocuidado.
Más Allá del Cuerpo: El Futuro del Placer y la Sexualidad
El FACC Festival, al articular arte, activismo y reflexión crítica, permitió que nuevas narrativas sobre la sexualidad salieran a la luz. En un contexto donde el porno sigue moldeando silenciosamente el imaginario colectivo sobre el sexo, eventos como este visibilizan la importancia de discutir el deseo sin estigmas y de imaginar formas más justas, placenteras y humanas de relacionarnos.
La salud sexual no se limita al cuerpo: también habita en la mirada, en el lenguaje y en las formas en que narramos el deseo. El cine, la palabra y el encuentro colectivo, como se demuestra en este tipo de eventos , son herramientas fundamentales para transformarlo.
“Queremos que se hable de lo erótico en las escuelas, en los barrios, en las familias. Que podamos hablar de nuestros deseos sin miedo, sin castigo, sin vergüenza”, enfatizó Santy mito.
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