Max Blumenthal y Sam Husseini, fueron expulsados de una conferencia de prensa tras cuestionar al secretario de Estado Antony Blinken sobre el papel de Estados Unidos en el conflicto palestino-israelí, generando un debate sobre la libertad de prensa y los límites de las críticas en eventos oficiales.
Por Redacción / @Somoselmedio
CDMX, 17 de enero 2025.- El Departamento de Estado de Estados Unidos expulsó a los periodistas Max Blumenthal y Sam Husseini de una conferencia de prensa sobre la situación en Gaza. Blumenthal increpó al secretario de Estado, Antony Blinken, acusándolo de ser responsable de un “genocidio” y formuló preguntas como: “¿Cuánto tiempo más respaldará Estados Unidos las acciones militares de Israel que resultan en la muerte de civiles palestinos?” y “¿Es coherente con los principios democráticos ignorar las constantes violaciones a los derechos humanos en Gaza?”. Estas preguntas provocaron su expulsión inmediata.
Sam Husseini, periodista independiente de ascendencia jordano-palestina, también fue expulsado del evento tras intentar cuestionar al secretario sobre las acciones de Estados Unidos en la región y el impacto de su apoyo a Israel. Husseini, conocido por su activismo y su estilo incisivo, había planteado preguntas sobre la coherencia de las políticas exteriores de Estados Unidos con sus principios declarados de derechos humanos.
Max Blumenthal, conocido por su periodismo crítico, interrumpió la conferencia de Blinken con fuertes acusaciones sobre la política de EE.UU. en relación con el conflicto en Gaza. Su expulsión, junto con la de Husseini, generó un debate sobre los límites de la libertad de prensa en eventos oficiales y el derecho de los periodistas a realizar preguntas incómodas o expresar críticas directas.
Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión entre Israel y grupos palestinos en la Franja de Gaza, lo que ha intensificado el escrutinio sobre el papel de Estados Unidos en la región. La acusación de “genocidio” refleja la profunda polarización y las fuertes emociones que suscita este conflicto.
Organizaciones de derechos humanos y de defensa de la libertad de expresión manifestaron su preocupación por este tipo de incidentes, que consideran un ataque al libre ejercicio del periodismo. Señalan que la censura de voces críticas socava el derecho a la información y el debate público. “Este tipo de represalias contra periodistas envía un mensaje preocupante sobre la tolerancia hacia las críticas legítimas en democracia”, afirmó un representante del Comité para la Protección de los Periodistas.
El Departamento de Estado ha sido objeto de críticas en el pasado por su trato a periodistas que realizan preguntas críticas sobre la política exterior estadounidense. Algunos líderes latinoamericanos también han expresado su inquietud por los informes del Departamento sobre derechos humanos y libertad de prensa en sus países, cuestionando la objetividad y la selectividad de dichos informes.
Resulta paradójico que este incidente ocurra poco después de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa el pasado 3 de mayo, en el que el propio secretario Blinken emitió una declaración en defensa de la libertad de prensa a nivel global. Esta contradicción entre el discurso y la práctica genera dudas sobre el compromiso real del Departamento de Estado con este principio.
El incidente de la censura a Max Blumenthal y Sam Husseini en el Departamento de Estado pone de relieve la continua tensión entre el poder y la prensa, y plantea interrogantes sobre el respeto a la libertad de expresión en el seno de las instituciones gubernamentales. ¿Cómo puede Estados Unidos justificar su papel como defensor de los derechos humanos y la libertad de prensa en el mundo mientras enfrenta críticas sobre su trato a periodistas nacionales? Este hecho se suma a una creciente lista de incidentes que generan preocupación sobre el estado de la libertad de prensa en Estados Unidos y su coherencia con la promoción de este derecho a nivel internacional.