Tras casi 9 años del derrame minero tóxico en el Río Sonora por parte de Buenavista del Cobre por Grupo México, sale a la luz que la empresa nunca remedió el daño.
Por Samadi Bustos / @SamadiBustos
En la nueva resolución que dio la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas (DGGIMAR), se informó que tras el derrame minero tóxico en Río Sonora en 2014, la empresa Grupo México no ha remediado el daño en el Río, lo que confirma que la conclusión de los Programas de Remediación del año 2016 fuera inválida, misma que ocasionó el cierre del Fideicomiso, sin embargo se han encontrado irregularidades en las supuesta remediación del daño por parte de la empresa y la DGGIMAR ordena a la minera modificar los planes de remediación del daño a Grupo México.
El derrame minero tóxico en Río Sonora sucedió en el año 2014, afectando y cambiando la vida de miles de personas habitantes de la zona, mismas que han alzado la voz durante casi 9 años del derrame, a través de los Comités de Cuenca Río Sonora, y después de tanto tiempo la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas (DGGIMAR) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitió un nuevo Resolutivo sobre la remediación en el Río Sonora, el pasado 24 de Mayo, derivado de los juicios de amparo que el Comité había presentado, confirmando lo que denunciaron todos estos años, la remediación y la sanación por parte de Grupo México no ocurrieron.
El Resolutivo confirma que todas las conclusiones que hasta el momento se habían dado, fueron falsas e irregulares, y a su vez pusieron en peligro la vida de miles de personas y del medio ambiente, el derrame tóxico se extendió por más de 250 kilómetros, afectando a 22,000 familias de siete municipios de Sonora.
Una de las razones por las que la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas confirma que no se cumplió con la remediación del daño, es la excavación, retiro y transporte del suelo contaminado y su confinamiento final, el documento revela que no hay información de que se haya llevado a cabo un paso importante: el relleno del sitio con material semejante al de la localidad.
Además de que los vehículos utilizados para el traslado del suelo contaminado, no fueron los adecuados, pues no contaban con los permisos necesarios para trasladar material tóxico, lo que significa que pusieron en peligro a las comunidades y al medio ambiente porque no se garantizaba un manejo adecuado. Esto era algo que en su momento llamó la atención, pues las placas de los vehículos tenían diversas discrepancias, pero la empresa culpo a los conductores y así se deslindaron de su responsabilidad.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) fue notificada de todas estas irregularidades, antes del cierre del Fideicomiso Río Sonora, pero hasta la fecha no hay constancia de que la PROFEPA haya hecho su vigilancia o inspección correspondiente pues lo adecuado era que se atendiera el caso, se pagara la multa y después concluyeran el caso.
En el documento emitido por la DGGIMAR, también mencionó que al tener un río contaminado era necesaria una postura de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el compromiso de la dicha institución era monitorear los sedimentos y calidad del agua por cinco años, concluyendo en 2019, y emitir un pronunciamiento final, mismo que hasta la fecha no ha sido presentado.
Los Comités de Cuenca Río Sonora denunciaron que el rumbo y las actitudes adoptadas por la CONAGUA, la COFEPRIS y la PROFEPA a lo largo de los años, fueron inaceptables en este caso, a pesar de todo eso los Comités de Cuenta Río Sonora, aseguraron que seguirán buscando que dichas instituciones, la empresa Grupo México y el Gobierno se hagan responsables del daño ocasionado y reparen los daños que le ocasionaron a las familias de las comunidades y al medio ambiente, aunque también es de su conocimiento que las empresas responsables podrían interponer recursos legales para que la remediación se pierda en una vereda burocrática interminable.