Por: Fernanda Hernández/ @MariaFer_Hd
El día de hoy, y aún en el marco del Dia internacional de la Mujer, se llevó a cabo a través de Facebook Live el conversatorio “Las mujeres indígenas, discriminación laboral y trabajo no remunerado”, en el cual se habló acerca de los obstáculos, avances y pendientes en el ámbito laboral de las mujeres indígenas.
A cargo de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI), el conversatorio tuvo la participación de Marcelina Bautista, directora y fundadora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar, A. C. (CACEH); Esther Ramírez, integrante de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI); y Julieta Martínez, directora del Colectivo Red de Mujeres Indígenas Migrantes (RedMin); con la moderación de Adriana Uex, integrante de la Coordinadora de Mujeres Mayas de Quintana Roo (COMMAYA).
A través del diálogo de estas mujeres, se tocó el tema de los retrocesos en el ámbito laboral para las juventudes y mujeres indígenas en el contexto de la pandemia. La discriminación laboral y la desvalorización del trabajo realizado por trabajadoras domésticas se enfatizó durante los meses de pandemia por Covid-19; de igual manera, el trabajo de jornaleras se intensificó durante este momento por la carga de trabajo que la pandemia sumó a sus rutinas diarias, junto al hecho de enfrentarse al cierre de guarderías.
A su vez, se visibilizaron las condiciones de las trabajadoras que no cuentan con derechos laborales (aunque son ley), dificultando el recibir atención médica durante las infecciones por Covid-19. También se habló acerca de las mujeres que fueron despedidas con la justificación de un riesgo de contagio a las familias de los empleadores, las que fueron condicionadas a alejarse de sus propios familiares y amigos, y a las que se les acrecentó la carga de trabajo. Más aún, las autoridades no llevan a cabo las suficientes acciones que garanticen, se cumplan los derechos y la seguridad de las trabajadoras.
Cabe decir, que estas condiciones recaen en la discriminación de género y por condiciones socioeconómicas, y de un desconocimiento general de los derechos laborales. Esto último y junto al contexto económico y la falta de seguimiento por parte del gobierno, en muchas situaciones sirve de “justificación” a los empleadores para ejercer condiciones de explotación laboral.
“En el caso de las trabajadoras del hogar, la gran mayoría somos de pueblos indígenas y tenemos que llegar a las grandes ciudades a buscar un empleo que permita mantener a nuestras familias”, expuso Marcelina Bautista.
El trabajo que han realizado las organizaciones de trabajadoras, ha sido una lucha que durante años ha lidiado con la discriminación, la invisibilización y la ausencia u omisión de acciones del Estado.
“En el 2011 se establece el convenio 189 que nos costó 9 años para lograr su ratificación, y creo que es muy importante hablar también de la persistencia que tenemos que tener las personas trabajadoras para lograr estos derechos que también de alguna manera participamos para establecerlos”, dijo Marcelina Bautista del CACEH.
Las ponentes también agregaron a estas desigualdades, que a pesar de que históricamente se han ido modificando las cosas y por ende el acceso a los derechos laborales, siguen presentándose situaciones en las que mujeres deben esconder su embarazo para poder conseguir o conservar un empleo.
Además, se dio voz a la situación de las mujeres trabajadoras del hogar afromexicanas y centroamericanas quienes son parte de la problemática que se vive en México en cuestión de garantizar derechos.
Por otra parte, se tocó un punto de suma importancia que tiene que ver con la utilización de las herramientas disponibles para poder acceder a nuestros derechos, y la falta de capacitación del sector trabajador. Parte de ello tiene que ver con el trabajo entre redes de trabajadoras y trabajadores para exigir políticas públicas a favor del cumplimiento de los derechos laborales.
Paralelamente, mencionaron que debe existir la colaboración por parte de los empleadores y el gobierno para que los empleados tengan acceso a la información de sus derechos, y para la denuncia de las violencias de las que son víctimas, en los distintos idiomas indígenas.
“Falta mucho los cómo, hacia dónde o qué se debe hacer”, manifestó Esther Ramirez de CONAMI.
Inclusive, las representantes de estas organizaciones pidieron mayor difusión en los medios de comunicación como parte de la sensibilización al tema de los derechos de las trabajadoras. En palabras de Julieta Martinez:
“Seguimos escuchando que esta situación de violencia sólo la tenemos en la cabeza; nos siguen recalcando que aquí tenemos trabajo, que aquí tenemos un techo, que tenemos la comida como si fuera el pago a todo el trabajo que hacemos y no mereciéramos un trato y un pago justo, adecuado”.
Finalmente, entre los retos y las exigencias con las que se pronunciaron en este conversatorio, están el trabajo de sensibilización ante la resistencia de lo que se creía como normal, el que las autoridades establezcan un vínculo con las necesidades expresadas y el trabajo colaborativo también con las organizaciones de trabajadoras, la difusión de información en diferentes idiomas indígenas, que se garantice un desarrollo personal de las trabajadoras, que haya penalizaciones y sanciones y mayores redes de apoyo con las instituciones.
Facebook Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI)
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