Por Enrique G. Gallegos / UAM
Durante la protesta feminista de este lunes 8 de marzo del 2021, apareció un nuevo dispositivo disuasorio: rifles Gotcha, usados presumiblemente por elementos de seguridad apostados afuera del Palacio Nacional, justo detrás de la línea conformada por las mujeres policías.
Las armas Gotcha son usadas como parte de un juego de “combate”. El miembro del equipo que es alcanzado por la bola de pintura es eliminado. Aunque es un juego, sin el equipo apropiado de protección, las bolas de pintura pueden ocasionar moretones. Por ello, las reglamentaciones de esos juegos exigen contar con equipo especial de protección (sobre todo la máscara para proteger ojos y rostro).
Durante la manifestación feminista, algunas y algunos de los asistentes recibieron disparos de armas Gotcha. Según se aprecia en varios videos difundidos por Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, en su perfil de facebook, fueron decenas de disparos los que se tiraron a las manifestantes. Muestro dos videos que están en la página de facebook de Marabunta en los que se observar estos hechos: 1) Se puede apreciar al minuto 9.15 cuando una manifestante aparece herida en la zona del ojo por la bala de pintura y 2) Se constata en los primeros segundos del video a otro manifestante con la mancha de la bala de pintura en la espalda, además del gas pimienta que les arrojaron.
Si bien no son mortíferos, sí generan moretones en el cuerpo si éste carece de la protección adecuada. Particularmente una de las manifestantes recibió el impacto en la zona del ojo (como se aprecia en la captura de pantalla tomada de uno de los videos de Marabunta).
Por eso, en algunos países, como España, han dejado de considerar esas armas como simples “juguetes” y su uso requiere de un permiso. Además, en un país como el nuestro con 10 feminicidios por día, la intensificación de la violencia hacia las mujeres, fosas clandestinas y decenas de asesinatos por el crimen organizado, no deja de ser preocupante el mensaje que se envía al usar esos “juguetes” contra las feministas.
Como es sabido, el juego de Gotcha surgió a finales de los años 70 para replicar la caza de animales. Aquí ni de lejos vamos a sugerir un 68 ni nada que se le parezca. Pero hay un inquietante mensaje en los disparos con esos “juguetes”: las mujeres son las presas y los hombres los cazadores. Te disparo, te marco y ahora eres mía. En una sociedad tanatopolítica como la nuestra, es un “juguete” que simboliza el poder patriarcal en el contexto de un juego macabro de violencia y feminicidio. Y también es significativo que sea la marca en el cuerpo, ¿es que acaso las rebeliones feministas no pasan precisamente por los cuerpos que se insubordinan? Cada disparo de bolas de pintura puede interpretarse como una perturbadora marca indeleble: la siguiente eres tú.
¿Quiénes eran los que usaban esas armas?, ¿Cuántas armas de ese tipo tenían los elementos policiacos?, ¿Cuál es la finalidad de usarlos precisamente durante la marcha feminista?, ¿se les salió de control?, Yo creo que Sheinbaum ha hecho algunas cosas bien (su gestión de la pandemia en la ciudad, el combate a los cárteles inmobiliarios y la apuesta por el transporte colectivo, dan cuenta de ello), pero que no ha sabido cómo responder al feminismo y por momentos es rebasada desde la derecha de su administración por una mirada policiaca, por ello no puedo no preguntarme: ¿hay elementos policiacos trabajando en un régimen paralelo contra la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México?, ¿o acaso sabía de ello Claudia Sheinbaum?
De cualquier forma, es inadmisible que se use ese tipo de armas contra las manifestantes, como también lo es que hubiera policías vestidos de civil arrojando piedras y cápsulas de gas lacrimógeno. La Jefa del Gobierno de la Ciudad de México debe explicar qué pasó.