El Gobierno federal de los Estados Unidos anunció el cierre del Departamento de Educación, devolviendo el control a estados y comunidades locales, mientras critica la burocracia y el manejo de fondos federales en el sistema educativo.
Por Redacción / @Somoselmedio
CDMX, 20 de marzo 2025.- El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para cerrar el Departamento de Educación federal y devolver la autoridad sobre la educación a los estados y comunidades locales. La medida, justificada en la necesidad de empoderar a las familias, maestros y comunidades, busca poner fin a lo que se describe como un “experimento fallido” de control federal sobre la educación.
Según el comunicado, el Departamento de Educación, creado en 1979 durante la administración de Jimmy Carter, ha consolidado una burocracia costosa e ineficiente que, según el Gobierno, ha fracasado en mejorar los resultados educativos. “El brillante futuro de nuestra nación depende de familias empoderadas, comunidades comprometidas y excelentes oportunidades educativas para cada niño”, señala la orden ejecutiva.
El documento destaca que, a pesar de los más de 200 mil millones adicionales gastados durante la pandemia de COVID-19, los resultados académicos han sido decepcionantes. Datos recientes de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP) muestran que el 70% de los estudiantes de octavo grado no alcanzan el nivel de competencia en lectura y el 72% en matemáticas.
El cierre del Departamento de Educación también aborda el manejo de la deuda estudiantil, que actualmente supera los $1.6 billones. La orden critica que, a pesar de gestionar una cartera de deuda comparable a la de un gran banco como Wells Fargo, el Departamento de Educación cuenta con menos de 1,500 empleados en su Oficina de Ayuda Federal para Estudiantes. “El Departamento de Educación no es un banco y debe devolver las funciones bancarias a una entidad preparada para atender a los estudiantes”, afirma el comunicado.
La orden ejecutiva establece que el Secretario de Educación tomará todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del departamento, asegurando que los servicios y programas educativos continúen sin interrupciones. Además, se enfatiza que la asignación de fondos federales estará sujeta al riguroso cumplimiento de la ley, incluyendo la erradicación de programas que promuevan la “discriminación ilegal” bajo etiquetas como “diversidad, equidad e inclusión” o la “ideología de género”.
Este anuncio generó reacciones polarizadas. Defensores de la descentralización educativa celebran la medida como una oportunidad para que los estados y comunidades locales tomen el control de sus sistemas educativos. Por otro lado, críticos advierten que la eliminación del Departamento de Educación podría debilitar los esfuerzos para garantizar equidad y calidad en la educación, especialmente para comunidades marginadas.