Si uno hace una búsqueda rápida en internet de Tenxokotl El arte del convite, lo amargo y lo picoso aparecen dos etiquetas: cantina y centro cultural. Que parecen don expresiones totalmente ajenas, parecería una suerte de oxímoron. Pero allí fue precisamente donde se realizó el día de ayer el conversatorio sobre “poesía y lenguas indígenas” con Humberto Ak’abal’ (poeta maya K’iche’), Mardonio Carballo (poeta náhuatl) y Juan Mario Pérez, quien fungió como moderador.
Si bien son pocos los espacios para las lenguas originarias en la Ciudad de México, resulta particular que el encuentro se haya dado en este establecimiento. Tenxokotl, dice su página en Facebook, es: “una cantina cultural, un centro cultural disfrazado de botanero”. Ésta es una iniciativa del propio Mardonio Carballo, por eso no resulta extraño que haya sido parte del conversatorio.
También es de resaltar el que se haya anunciado el evento con un cartel con los logos de la UNAM y del PUIC (Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural Interculturalidad PUIC) de la misma Universidad. En este sentido, uno podría preguntarse si la UNAM tiene muchos espacios y recintos que pudieron albergar este evento con estos reconocidos escritores por qué se eligió un espacio privado, que al final es también una cantina.
Esto nos recuerda un antecedente donde hubo un conflicto entre una cantina y la propia UNAM: el caso de El Nivel, la que fuera la cantina más antigua de la Ciudad de México, pues fue inaugurada en 187. Ubicada a un costado del Palacio Nacional, en el Centro Histórico y que sufrió su clausura en 2008, luego de que la UNAM ganara un juicio contra sus dueños y tomara la custodia completa del edificio.