El 18 de enero del 2023 se cumplieron tres años desde que Isabel Cabanillas fue asesinada en Ciudad Juárez.
Por Karen Castillo / @karencitatacha
Hasta el día de hoy, la Fiscalía Especializada en Atención a las Mujeres de Chihuahua no ha logrado dar algún avance significativo en la investigación, la madre de Isabel, Reyna de la Torre, se presenta cada mes en la Fiscalía para exigir avances en el caso y exigir justicia para su hija.
Platicamos con Reyna por teléfono, ella describe a Isabel como una mujer siempre alegre y sonriente, cariñosa con todos y todas las que lo necesitaban, y que siempre se preocupó por ayudar a otros y otras.
Isabel tenía 26 años, era activista en Ciudad Juárez, pertenecía a colectivas en defensa de los derechos de las mujeres, y había descubierto en la pintura, su profesión y también una forma de expresar lo que veía en el día a día.
“Isabel era una persona que no supo todo el cariño que dejó, yo lo ví en las primeras manifestaciones que se hicieron. En una de las primeras marchas, un señor lloraba como si fuera su hija. Yo me acerqué, y le pregunté cómo la conoció, él me dijo que se le quemó su casa y que cuando Isabel se enteró, organizó actividades para conseguirle ropa y muebles.”
La memoria y la falta de justicia
El pasado 18 de enero, Reyna tomó las calles de Ciudad Juárez, recorrió a pie las mismas calles que su hija transitó en bicicleta antes de ser asesinada. A Reyna, la acompañaron amigas y compañeras de Isabel.
Le preguntamos qué significado tiene para ella el salir cada año y recorrer el último camino que Isabel recorrió.
“Yo empecé a hacer la marcha los 18 de enero en la madrugada que es cuando me asesinan a mi hija, es para decirle a mi hija que estoy con ella, yo no estuve con ella esa noche, pero estoy caminando ese camino, estoy sintiendo tu dolor.”
“Gracias a ella, a Isabel, nunca he estado sola, ella dejó una huella muy fuerte en todas las personas que conoció. Este año restauramos un mural que le habían hecho, un grupo de ciclistas también organizó una rodada porque mi hija era ciclista, hubo mucha convocatoria este año. Todos y todas las que van siempre son amigos y amigas, ella dejó muy buenos recuerdos, muchas buenas amistades, y por eso ahí la acompañamos, estamos con ella.”
Platicamos con Reyna sobre la situación jurídica del caso de Isabel, Reyna suspira, nos explica la mezcla de sentimientos, rabia, cansancio, enojo, y hartazgo de no ver avances en la investigación y a tres años, no saber qué fue lo que pasó esa noche y por qué asesinaron a Isabel. Reyna nos dice que las autoridades apuestan a que las familias se cansen del proceso, que abandonen la búsqueda de justicia.
“La falta de respuesta de las autoridades no es nueva, la falta de respuestas está en Juárez y en todo México, a mí me da mucha rabia e impotencia. Los asesinatos, la desaparición, los feminicidios siguen y siguen en todo el país, yo digo, cómo es que la gente de Juárez no despierta.”
“A los pocos meses de que asesinaron a mi hija, yo iba cada 15 días a la Fiscalía para ver que avances había, me empecé a frustrar de ver que nada pasaba, recuerdo que me dijo mi esposo, ‘ellos no van a arreglar nada, no te van a resolver nada’, cuando él me dijo eso me dio mucho coraje, pero ahora a tres años, veo que realmente no hay nada. Mi hija va a ser una más, una cifra más para ellos y mi pregunta es, como ciudadanía qué más vamos a hacer, cómo vamos a resolver esto.”
La violencia en Juárez no para
Los sentimientos de Reyna no son equivocados, las cifras de asesinatos de mujeres en Juárez son aterradores, según las estadísticas oficiales de la FGE , en 2021 asesinaron a 180 mujeres, al 25 de noviembre del 2022, 118 mujeres habían sido asesinadas tan solo ese año.
La violencia en Juárez se magnifica por la impunidad que reina en todo el país, la mayoría de los casos quedan en la impunidad, como en el caso de Isabel, la Fiscalía del Estado se muestra totalmente incapaz de conducir una investigación para dar con los responsables. Le preguntamos a Reyna a qué atribuye la ineptidud y torpeza de la Fiscalía.
“Lo que yo veo es que para todo hay una burocracia enorme, para desbloquear el teléfono de mi hija se han tardado casi un año, tienen que conseguir firmas para todo, y si se les traspapela el trámite, es empezar desde cero.”
“Lo mismo con las comparecencias, si la persona no se presenta a declarar y se rehúsa a hacerlo, la Fiscalía simplemente dice que ya no se puede. Es falta de voluntad, de interés, y también de presupuesto, eso dice el personal de feminicidios, que no hay carros, que no hay personal, son demasiadas las chicas asesinadas y no hay recursos.”
Pese a que fue Ciudad Juárez la ciudad en la que se logró la sentencia histórica de Campo Algodonero que encontró al Estado mexicano como responsable de la muerte y desaparición de jóvenes, nada ha cambiado; las niñas, adolescentes y mujeres siguen siendo desaparecidas, asesinadas y traficadas bajo la vista del Estado mexicano.
La guerra contra el narcotráfico, la militarización, el trasiego de drogas al ser ciudad fronteriza, la trata de personas, siguen cobrando las vidas de cientos de mujeres y hombres en esta ciudad.
Reyna nos explica con pesar que, en Ciudad Juárez, casi todas las familias están de luto, la violencia ha alcanzado a la mayoría de las personas, a todos les han asesinado o desaparecido a algún ser querido.
La respuesta de las instituciones mexicanas frente a esta realidad violenta es débil, a Isabel la asesinaron en el “corredor seguro” para mujeres.
“Según había vigilancia y luces, ¿Cuál seguridad?, yo tengo más hijas y tengo miedo de que salgan a la calle. Yo soy oriunda de Juárez, yo amaba mi tierra, ya no, a mi lo que me detiene en Juárez es que no puedo incinerar el cuerpo de mi hija.
También me pregunto, y a donde me iría si ya todo el país esta igual, ¿a dónde nos vamos?, yo le digo a mis hijas que, si ven algo, que se defiendan, a ese grado he llegado. Y yo creo que todos los papás en Juárez les decimos eso a nuestras hijas, que se defiendan con lo que tengan, que salven su vida como puedan, es la única defensa que tienen.”
El acompañamiento y el amor como respuesta al terror
En este panorama tan desesperanzador que Reyna describe y que es una realidad para todas las mujeres que habitamos México, le preguntamos qué es lo que la ha ayudado a seguir adelante, a seguir exigiendo justicia.
Reyna describe que el apoyo de colectivas feministas, compañeras y amigas de Isabel ha permitido que se siga recordando a Isabel de muchas formas.
“Las que me han acompañado son amigas de Isabel, de Hijas de su Maquilera Madre, ya no están en el colectivo, pero ellas son las que ayudan a organizar, a convocar, también están Mujeres Organizadas, todas conocían a Isabel, en un dos por tres hicieron un cartel, lo subieron a redes, en la panadería en donde estaba mi hija, me han apoyado muchísimo, yo les dijo que mi hija me dejó con unos angelotes.
Ellas organizan todo yo solo hago acto de presencia, siempre me preguntan, siempre me dicen si estoy de acuerdo, el 18 también hicieron un paste up en la Fiscalía, se agradece mucho ese apoyo, todo eso te hace sentir como que despiertas, hicieron folletos en los que decía a que se dedicaba Isabel, y en todos los altos los repartían, nos acompañan en el duelo.”
Finalmente, le preguntó a Reyna si quisiera agregar algo sobre quién era Isabel, o cómo le gustaría que la recordáramos.
“Ella siempre traía una sonrisa, una palabra de aliento a pesar de que ella estuviera triste, fue una niña fuera de serie, yo quiero decirle a Isabel y a todo el mundo, que su madre, Reyna de la Torre está orgullosa de ti, que estoy orgullosa de quien era mi hija, y que estoy orgullosa de todo el amor que dejó aquí en Ciudad Juárez.
Yo agradezco a todas las personas que siempre han estado conmigo, a las colectivas, y quiero que recuerden a mi hija como esa gran artista que ya era, que todos recuerden a esa Isabel que ayudaba a las personas.”
Recordar a una amiga y compañera de lucha
Hablamos con una compañera y amiga de Isabel Cabanillas, Obelia también conocida como Obeja Negra, rapera de Ciudad Juárez, activista feminista, quien actualmente vive en el Estado de México.
El pasado 18 de enero, Obelia organizó un acto de memoria en la Antimonumenta localizada frente al palacio de Bellas Artes; colocó flores, veladoras, y una fotografía de Isa, como ella la nombra.
Aunque Obelia está lejos de Ciudad Juárez, nos cuenta la importancia que tiene para ella recordar a su amiga y compañera de lucha.
“Recordar no es fácil, te enfrentas al dolor, y te preguntas cómo lo puedes comunicar a otras personas, este año yo me dije, lo tengo que hacer, no puedo dejar que pase el 18 sin hacer algo. Ese día, llegaron algunas compañeras con velas y flores, yo también, llegaron algunos medios, y al final, toda esa incertidumbre que sentías sobre no saber si hacer esta clase de actos de memoria, se convierte en ese sentimiento de amor y sabes que vale la pena.”
Le preguntamos a Obelia sobre las dificultades a las que mujeres y colectivas se enfrentan para organizar actos simbólicos y de protesta.
Ella explica que los obstáculos van desde lo económico, hasta el cansancio de ver que las cosas no cambian en el país.
“Tu te preguntas si algunas compañeras van a asistir, todas tenemos trabajo, responsabilidades, lo cotidiano de la vida, además, muchas viven lejos, en el Estado de México como yo, y entonces es también el esfuerzo de venir al centro, y lo económico de pagar los traslados; no es fácil. Pero después recordamos que eso es lo que el Estado busca, silenciarnos, que no gritemos, que no hagamos nada.
Nos quieren tener desesperanzadas, pero yo pensé en todo lo que Isa hacía, y dije no, ella no quiere eso, y entonces te llenas de coraje, rabia y ahí es cuando decimos que esa es la resistencia, el no quedarnos callas, el seguir luchando y que no nos tengan resignadas a ser la siguiente asesinada.”
Recordar a una amiga y compañera de lucha
Platicamos más con Obelia, le preguntamos cómo percibe el ambiente de violencia en Juárez.
“Yo había salido a manifestarme y exigir justicia por muchas mujeres asesinadas, pero Isabel fue la primera mujer que yo conocía así de cerca, yo estaba ya viviendo en el Estado de México, entonces sentí además de ese dolor tan inmenso, la impotencia de no poder estar ahí. Para mi fue sentir que la muerte se acercaba, que ese parecer ser nuestro destino como mujeres, es sentir que no importa quien eres o que haces, recordamos que no queremos ser la siguiente.”
Obelia también nos comparte su sentir sobre la situación en Juárez, ella nos dice que, a su parecer, la gente ha aceptado y normalizado las muertes violentas de mujeres, y cómo los cambios, pese a ser importantes, son mínimos frente al monstruo de la violencia que se vive.
“Veo que hay esta normalización de la violencia, esta deshumanización de encontrar siempre cuerpos de mujeres en el espacio público y de las peores formas, creo que la gente ya lo siente como su cruz, como que es algo que aquí siempre ha pasado y va a seguir pasando. Es horrible, te cansa y te llena de frustración.
Vemos a muchas compañeras abandonar las colectivas y la organización, cómo no pensar en abandonar si han pasado 25 años y nada ha cambiado, en cambio, los asesinatos de mujeres se han extendido a todo el país.”
La narración de Obelia y de Reyna coinciden, la situación en Ciudad Juárez y en el resto del país es sombría, las mujeres luchan por no ser la siguiente cifra, la siguiente mujer olvidada por las Fiscalías y el Estado mexicano.
A 14 años de la sentencia de Campo Algodonero, el Estado mexicano sigue siendo cómplice y responsable de la muerte de miles y miles de mujeres, y todo el dolor que estas muertes implican para las familias, amistades, y comunidades que quedan con el miedo de ser la siguiente, con el enojo de sentir la impunidad, y con la desesperanza de ver que ningún gobierno muestra la voluntad para cambiar esa realidad.
Para terminar nuestra conversación con Obelia, le preguntamos cómo recuerda a Isa, para que más personas podamos recordarla con el mismo cariño y amor con que Reyna, y sus amigas la describen.
“Yo recuerdo que Isa tenia mucho amor por la vida, había encontrado en la pintura un amor, un medio de generar ingresos como madre soltera, y además de luchar. Isa estaba llena de vida, un día en un evento que organizamos, ella pasó a cantar, terminó y muy emocionada se bajó del escenario y en seguida me vino a preguntar cómo le había parecido.
Leí un escrito que ella hizo pocos días antes de su feminicidio, decía que su próximo cumpleaños iba a ser especial, porque había encontrado otra forma de vivir. Isa nos enseño que el dolor de la vida y todo lo que genera, también pasa y que después vuelves a encontrar amor, esperanza, querer cantar, pintar y romper todo estereotipo.
Me quedo con su enseñanza de que no todo es oscuro, su gran sonrisa siempre para muchas situaciones tanto para las chidas, como para las no chidas, y esta forma diferente para ver la vida, me quedo mucho con esa propuesta de hacer lo que nos gusta, nos apasiona y nos hace estar vivas, porque no sabemos cuándo podemos ser la próxima.”
Agradecemos a Reyna, a Obelia por permitir conocer a Isabel a través de sus palabras, exigimos justicia para Isabel y para todas las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y en el resto del país.
