Foro Nacional del horror de la guerra y la resistencia por la vida

Este lunes se llevó a cabo una de las cuatro mesas de trabajo que se realizarán en el Foro Nacional “Del horror de la guerra y la resistencia por la vida” en resistencia por la vida.

Por Saraí Aguilar / @Sarai_foto

El primer tema analizado en esta mesa fue la violencia. Contó con la presencia de tres ponentes y una comentarista. Jesús Placido Galindo, miembro del Consejo Indígena Popular de Guerrero Emiliano Zapata, originario de Buenavista, municipio de San Luis Acatlán. Actualmente, es promotor del consejo indígena y popular de Guerrero, organización con presencia en la montaña alta, baja y Costa Chica en el Estado de Guerrero.

El principal objetivo de esta mesa fue transmitir información a la sociedad y dar a conocer que en México, especialmente en Chiapas, se vive una cruda violencia relacionada con carteles, donde desaparecen, violan, extorsionan y se apoderan de territorios.

El padre de Galindo, junto con otros miembros de su comunidad, inició en 1995 un Sistema de Protección y Seguridad debido a la extrema violencia y desprotección de las autoridades gubernamentales. Estas autoridades abusaban de los campesinos en la carretera y aprovechaban que no sabían pronunciar bien el español. Además, violaron a una niña de 8 años. A raíz de estos hechos, más de 60 comunidades se organizaron para fundar la Policía Comunitaria con el objetivo de proteger sus derechos humanos. Este modelo fue de gran ayuda para muchos municipios y comunidades.

En 2012, comenzaron a llegar recursos de programas sociales por parte del gobierno, pero al mismo tiempo encarcelaban a miembros de la Policía Comunitaria por portar armas que utilizaban para protegerse de la violencia relacionada con carteles. No debería haber sido necesario crear una policía comunitaria, pero existía un vacío de poder por parte del Estado.

“La justicia no llegará para nosotros porque somos campesinos, somos pobres. Llegan programas como ‘Sembrando Vida’, ‘Beca Futuro para Jóvenes’, ‘Carteras Artesanales’, pero no se aborda el tema de seguridad. Seguimos siendo desaparecidos, seguimos siendo asesinados, al gobierno no le importamos”, refirió Placido.

Como segunda participación, se presentó Gilberto López y Rivas, miembro del colectivo “Llegó La Hora De Los Pueblos”, profesor investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Morelos, doctor en antropología por la Universidad de la UTA, y maestro en antropología, así como articulista de “La Jornada”. López y Rivas externó que la actuación del paramilitarismo lleva activa varias décadas. Durante su turno como presidente de la Comisión de Concordia y Pacificación y con la asesoría de la abogada Digna Ochoa, presentó el 30 de abril de 1999 una demanda en la entonces Procuraduría General de la República acerca de la existencia de grupos paramilitares en Chiapas, quienes llevaron a cabo la masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997. En esta demanda, denunciaron la puesta en práctica de una estrategia de guerra irregular por parte de militares mexicanos, algunos de ellos adiestrados en la Escuela de las Américas.

“La violación y prostitución de mujeres indígenas no son solo el resultado de la incursión de militares en las asediadas comunidades, sino parte de una estrategia contrainsurgente para deteriorar la moral del enemigo, así dicen los manuales. Y se constituye en la esencia misma de una táctica que busca militarizar las conciencias, destruir las éticas indígenas, atentando contra la piedra angular de la articulación familiar y comunal, y con ello perpetrar una nueva forma de etnocidio y guerra sucia”, refirió el doctor Rivas.

Carlos Ogas Torres del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas es el Coordinador del área de sistematización e incidencia. Además, es fotógrafo documental y sociólogo político, enfocándose en temas de desplazamiento forzado. Ogas comentó que es importante no entender la violencia como algo homogéneo o lineal. El Estado de Chiapas está pasando por un momento de alerta en cuanto a la violencia, marcado por racismo, discriminación y desigualdad estructural. Uno de los cambios que se ha logrado es el modelo económico. Se explotan recursos naturales y materias primas, lo que provoca aumentos en el gasto social para poblaciones vulnerables.

Para finalizar, se le dio la palabra a Volga de Pina del Observatorio de Desaparición e Impunidad, quien es defensora de derechos humanos. Expuso que hay muchos tipos de violencia que están afectando a muchas personas que no están organizadas y que terminan desplazándose. También afecta a otras cosas que no solemos ver. En el conjunto de tantas armas, giros criminales y colusión estatal, la violencia se ha agravado de manera impresionante en comunidades que no tienen acceso a sus derechos.

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