Mientras que las personas con enfermedades o problemas de salud crónicos en Baja California no cuentan con suficientes hospitales o centros de salud donde atenderse, su gobernador, Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid, y los funcionarios del gobierno del Estado viajan por todo el mundo a costa del erario.
Luis Alonso Pérez / Huffpost
Ciudad de México, 12 de octubre del 2018.- De acuerdo con el Índice de Información del Ejercicio del Gasto (IIEG) del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el Gobierno de Baja California gastó un 365 por ciento más en viajes que lo que gastó en salud durante 2017.
La cuenta pública de 2017 revela que el Capítulo 3700, Servicios de Traslados y Viajes, presentó un presupuesto total de 84 millones 145 mil 296 pesos, mientras que el rubro de salud tuvo un presupuesto final de 25 millones 295 mil 51 pesos.
Cuando el Congreso de Baja California aprobó el presupuesto anual de egresos, se tenía contemplada una inversión de 122.6 millones de pesos para la salud pública, pero a lo largo del año, el Ejecutivo Estatal fue reduciendo ese monto hasta llegar a 25.2 millones. Sin embargo, los documentos oficiales muestran que terminaron gastando un poco más de 20 millones de pesos, menos de una sexta parte de lo que habían contemplado los diputados locales.
Esto, en un estado que ocupa el lugar número 29 en acceso a servicios de salud, de acuerdo con el Indicador de Bienestar del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La baja inversión en salud no fue una situación exclusiva de 2017, pues un año antes el gasto fue aún menor. 6 millones 258 mil 283 pesos fue la erogación en la materia durante 2016, mientras que el gasto en viajes fue de 85.2 millones.
En teoría, los Congresos locales deberían de representar los intereses de la ciudadanía, y evita gastos superfluos de los ejecutivos estatales. También deberían de vigilar que se respete el ejercicio de los recursos estipulado en los presupuestos de egresos, pero en la práctica no son un contrapeso verdadero a los gobernadores, señaló Diego Díaz, investigador del área de Finanzas Públicas del IMCO.
“Los gobiernos estatales no son austeros, a pesar de los discursos de austeridad y de algunas buenas intenciones. Lo que vemos en la práctica es que los gobiernos no respetan sus presupuestos y terminan gastando más de lo acordado”, manifestó Diego Díaz.
Uno de los viajes de 2017 de Kiko Vega más criticados por los bajacalifornianos fue una gira de 10 días por Europa, en el que visitó Francia, Italia y España con el motivo de “estrechar lazos con socios comerciales”, de acuerdo con la información oficial. Una de las opositoras al viaje fue la diputada priista Nancy Sánchez, quien criticó la salida ante los medios locales, comparándolo con “un padre irresponsable que abandona a sus hijos enfermos”.
Ese mismo año Vega y miembros de su gabinete realizaron un viaje a China, a una “reunión de acercamiento” con empresarios y funcionarios públicos de aquel país.
En 2015 el diputado local Francisco Alcibiades Garcia Lizardi presentó una iniciativa de reforma a la Constitución de Baja California, para imponer una regulación a los viajes fuera del estado y del país del gobernador: sin embargo, esta propuesta fue rechazada por el pleno del Congreso estatal dominado por el Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el mandatario estatal.
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