Por Cristian Jiménez Machorro/ @CuentistaDePue
En las instalaciones del deportivo Xonaca, Puebla, se encontraban pernoctando hasta el día Lunes 13 de Diciembre, un grupo de 16 migrantes, quienes por instrucciones de una funcionaria del Instituto Nacional de Migración (INM), presumiblemente la jefa de Puebla, fueron desalojados en plena noche.
Sin más cobijo que algunas prendas que ciudadanos solidarios pudieron aportar, el grupo se preparó para permanecer en la única opción viable: la calle.
Este grupo se encuentra nutrido por personas que provienen de diversas caravanas que se han desplazado a lo largo de México de distintas maneras, a pie, movilizados por el propio INM e inclusive transportando carriolas, bicicletas y sillas de ruedas. Entre los migrantes que trataban de conciliar el sueño en la ciudad de Puebla, una de las más frías del país, se encontraba una familia, conformada por mamá, papá y dos niños de menos de 5 años de edad, los cuales se encontraban enfermos a raíz del frío al que se enfrentan.
Tras la incertidumbre de haber sido expulsados de las paredes que les daban cobijo en la ciudad de Puebla, los migrantes que han llegado a mencionado espacio recordaron que en la ciudad de Tapachula, el general Cuellar, quien se encuentra encargado de una estación migratoria en Chiapas, les prometió trasladarlos a distintas ciudades que cuentan con oficinas del INM, con la finalidad de agilizar el proceso por el cual se obtendría la visa humanitaria con una duración de 1 año.
Tras la expulsión de los migrantes del interior del recinto gubernamental y la acción de diversos medios, se presentó una unidad migratoria, la cual argumentó que este periodo en la intemperie se habría debido a un malentendido en el interior del instituto, el cual trasladó a los migrantes a la oficina migratoria, esto bajo la promesa de resolver la situación migratoria en ese momento.
Recientemente en Somoselmedio se había realizado la cobertura de las condiciones en las cuales se habita en mencionado deportivo, donde una población de 200 personas tiene que sobrevivir con 5 retretes, en el cual no existía acceso al agua potable en los primeros días de estancia y, en el cual aún existen migrantes con incertidumbre en su estatus migratorio.