En el Museo Nacional de Culturas Populares se presentó la conferencia “Corridos tumbados y otras expresiones de las culturas urbanas” teniendo como invitado al doctor José Manuel Valenzuela, quién habló acerca de los corridos tumbados y el papel que actualmente cumplen como un fenómeno musical de las nuevas generaciones.
Por Polett Alvirde / @AlvirdePolett
El pasado martes 23 de abril tuvo lugar la conferencia “Corridos tumbados y otras expresiones de las culturas urbanas” en el Museo Nacional de Culturas Populares, charla que estuvo dedicada a hablar acerca del fenómeno musical que son los corridos tumbados, propio de las nuevas generaciones en México, en la que participó el doctor José Manuel Valenzuela, profesor-investigador con especialidad en sociología.
El doctor Valenzuela ha trabajado en investigaciones donde aborda temas relacionados con la sociedad y la cultura nacional, movimientos sociales, culturas juveniles y cultura popular. Además, ha publicado diversos libros y artículos para revistas académicas. Recientemente el año pasado publicó su libro “Corridos tumbados: Bélicos ya somos, Bélicos morimos”, donde aborda la influencia de la Narcocultura como un referente cultural a partir del cual miles de jóvenes han construido su identidad. En la conferencia, Valenzuela aprovechó para hablar sobre su libro y desentrañar el proceso y recorrido que han tenido los corridos tumbados como un movimiento propio de las juventudes en México.
“Hablar de la canción, no es un tema menor, no es solamente hablar de la industria del espectáculo, no es reducir únicamente a la mecánica del baile o la fiesta”, señaló el doctor Jesús Antonio Rodríguez, promotor cultural que de igual forma se ha dedicado a trabajar los saberes de las culturas de México, y quien también tuvo participación en dicha conversación para hablar sobre el fenómeno de los corridos tumbados junto al doctor Valenzuela, quien profundizó en las raíces del nacimiento de esta manifestación cultural. “No se trata de hablar sobre lo polémico o de quienes intentan invisibilizarlos, prohibirlos o de hacer o no apologías,…es importante desglosar cuáles son los elementos de continuidad y cuales son los elementos de ruptura”, enfatizó Rodríguez.
Los corridos tumbados son un nuevo tipo de corrido, que dista y rompe con la tradición y que no comparte las mismas narrativas que los corridos en sus inicios como fenómeno musical y cultural; sin embargo, sigue ligada a la condición sobre la que nació. “El corrido emerge de la condición iletrada de nuestro pueblo…sin embargo, encontró en el corrido el dispositivo a través del cual podía contar cantando, contar cantando sus sueños, sus historias, sus agravios, sus anhelos; podía también cuestionar al poder desde las propias narrativas de los corridos”, declaró el doctor Valenzuela.
El movimiento de los corridos tumbados tiene su origen en el año 2019 en medio de la pandemia, pero que se volvió seductor como narrativa, sumada a la influencia de la llamada Narcocultura y que exponentes como Natanael Cano, Peso Pluma, Fuerza Regida, Eslabón Armado, entre otros, abordan en las letras de sus canciones. Sin embargo, los corridos tumbados también se han convertido en una forma de resistencia para miles de jóvenes que se sienten identificados al palpar la violencia que los transgrede dentro de su vida cotidiana, y que delata la realidad incómoda de los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana. “Los corridos tumbados representan la incómoda conciencia de un sector de clases medias y altas que estarían muy contentos si esos jóvenes se siguen matando y muriendo en los barrios, pero calladitos”, señaló Valenzuela.
Las narrativas, los movimientos juveniles y la contracultura se entrelazan y dan paso a un fenómeno tan grande como fue la llegada de los corridos tumbados, mismos que ahora son reconocidos ya no sólo dentro del contexto nacional. Ligado a las narrativas del género, los corridos tumbados también se han convertido en un atractivo por la fusión de géneros entre trap y rap, que se volvió popular entre los jóvenes y que ha terminado en la exaltación de la mexicanidad, como la reciente presentación de Peso Pluma en el Festival de Música y Artes de Coachella, donde rindió homenaje a exponentes del regional mexicano como Chalino Sánchez, Joan Sebastian, Ramón Ayala, Jenny Rivera, Valentín Elizalde, Tucanes de Tijuana, entre otros, además de la participación del actor Morgan Freeman como narrador en una introducción al comienzo de la presentación.
Además, los corridos tumbados no sólo han cambiado y revolucionado el estilo del género, de igual forma la estética ha tenido un cambio importante, no obstante “también sigue habiendo un anclaje con una tradición dolorosa de muerte”, enfatizó Valenzuela al respecto. Personajes como Chalino Sánchez y Ariel Camacho fueron precursores de los corridos que murieron jóvenes, y que “son figuras de la persistencia, no de la resistencia social; pero al persistir sectores que estaban muriendo durante los periodos de Calderón o Peña Nieto que dejaron una violencia estructurante”, señaló Valenzuela al hablar sobre el panorama violento al que la sociedad mexicana siempre ha estado expuesto y con ello las pérdidas mortales de jóvenes.
“El hecho mismo de existir, el hecho mismo de exigir, de luchar por permanecer, es una forma de resistencia, aunque no tengas un proyecto alternativo de sociedad, de vida y de mundo, porque finalmente son jóvenes que crecieron dentro de amplios espectros de expropiación de la esperanza”, declaró Valenzuela. Las condiciones sociales y culturales son apremiantes en la creación de la identidad de los jóvenes, así como la realidad que los rodea y la cotidianidad violenta que casi siempre está presente en sectores vulnerables donde las oportunidades son escasas y el acceso a la educación es precario. “Lo qué sí tenemos que repensar es la política y lo político, sobre todo a partir de estas perspectivas desde las cuales los jóvenes están construyendo horizonte de futuro”, señaló Valenzuela.