Un grupo de élite del Ejército Mexicano arriba a Sinaloa en medio de una escalada de violencia. El despliegue responde a los acuerdos tomados en reuniones entre autoridades federales, estatales y municipales para hacer frente a la ola de violencia que ha azotado al estado.
Por Redacción / @Somoselmedio
Culiacán, Sinaloa, a 10 de octubre del 2024.- En medio de una creciente preocupación por la seguridad en Sinaloa, esta mañana un grupo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano llegó a la ciudad de Culiacán. Provenientes de la Ciudad de México, estas tropas arribaron con el objetivo de reforzar el personal desplegado en la región, en respuesta a los acuerdos alcanzados durante la reunión del pasado martes en la Novena Zona Militar.
Dicha reunión contó con la participación del Gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya; el General Ricardo Trevilla Trejo, alto mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); y Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. La principal demanda fue aumentar las estrategias preventivas y la presencia militar en los puntos más críticos de la entidad.
El despliegue de estas fuerzas de élite se produce en un contexto de violencia creciente en el estado. La pugna entre facciones del crimen organizado ha dejado un saldo de más de 190 muertos en lo que va del año, según cifras del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa. Además, la Fiscalía General del Estado reportó que este miércoles 9 de octubre se registraron cinco homicidios dolosos, cinco desapariciones y 15 robos de vehículos solo en la capital del estado.
Este incremento de la violencia ha tenido un impacto devastador en la vida diaria de los habitantes de Culiacán y otros municipios, donde los negocios se han visto obligados a cerrar o reducir sus horarios. Los asesinatos, secuestros y robos han sembrado miedo en la población, afectando gravemente tanto la economía como el tejido social.
Los efectos de la crisis de seguridad no solo se perciben en la vida cotidiana, sino también en el sector económico. De acuerdo con Laura Guzmán, vicepresidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Culiacán, la violencia ha provocado el cierre definitivo de 100 negocios, mientras que otros 180 han suspendido temporalmente sus actividades. Además, más de 1,500 establecimientos han reducido sus horarios, afectando principalmente a los trabajadores del sector servicios.
El impacto en el empleo ha sido notable. Según datos proporcionados por Guzmán, desde que se intensificó la violencia, se han perdido 1,883 empleos formales, de los cuales 1,007 pertenecen al sector servicios, 561 al sector de la construcción y 275 al comercio. Esta situación ha dejado a muchas familias sin su principal fuente de ingresos, lo que agrava aún más la crisis en la región.