Honran al sacerdote tsotsil y defensor de derechos humanos en la bendición de una capilla dedicada a su memoria, mientras exigen justicia y seguridad para las comunidades indígenas y líderes religiosos en Chiapas.
Por Redacción / @Somoselmedio
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas – Este 27 de febrero, la Parroquia San Pedro Apóstol congregó a fieles, defensores de derechos humanos y comunidades indígenas en un acto para bendecir la Capilla dedicada al Padre Marcelo Pérez, sacerdote tsotsil y defensor de los derechos humanos, asesinado el 20 de octubre del año pasado. El evento no solo rindió homenaje a su legado pastoral, sino que también exigió justicia ante la impunidad que rodea su muerte.
Marcelo Pérez Pérez, conocido por su incansable labor en la defensa de los pueblos originarios y la mediación de conflictos en comunidades indígenas, fue asesinado a tiros por sujetos encapuchados mientras se dirigía a oficiar una misa en el barrio de Cuxtitali, en San Cristóbal de Las Casas, el 20 de octubre 2024.
Durante la ceremonia, la Parroquia de San Andrés Apóstol emitió un pronunciamiento dirigido a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, a los defensores de derechos humanos y a la comunidad internacional. En él, se recordó al Padre Marcelo como un hombre que “vio en el rostro del prójimo y de los pueblos que sufren, el llamado de Dios a la construcción de la paz y la justicia”.
La Capilla, donde reposan sus restos mortales, se ha convertido en un símbolo de resistencia y esperanza para las comunidades que acompañó. “El Padre Marcelo no está muerto, está aquí con nosotros y está en la voz de quienes claman justicia y paz verdaderas”.
A cuatro meses de su asesinato, la Parroquia denunció la ineficacia del Estado en la investigación del crimen. “No hay certezas ni se han procesado a los verdaderos responsables materiales e intelectuales”, señalaron. Además, se destacó el continuo sufrimiento de comunidades indígenas en Chiapas, muchas de las cuales enfrentan desplazamiento forzado y violencia por parte del crimen organizado.
Entre las exigencias presentadas, se encuentran la búsqueda de verdad y justicia para el Padre Marcelo Pérez, cuyo asesinato el 20 de octubre del año pasado permanece impune, así como garantías de seguridad para los pueblos indígenas y para obispos, sacerdotes y servidores de la Iglesia que, en su labor pastoral, defienden los derechos humanos y acompañan a las comunidades más vulnerables en medio de un contexto de violencia y desplazamiento forzado en Chiapa
Marcelo Pérez Pérez nació en la comunidad de Chichelalhó, en San Andrés Larráinzar, y fue ordenado sacerdote en 2002. Durante más de dos décadas, dedicó su vida a acompañar a comunidades afectadas por la violencia y el despojo territorial en zonas como Simojovel, Chenalhó y Pantelhó. Su labor le valió amenazas constantes, pero también el profundo respeto de quienes lo conocieron.
El pronunciamiento concluyó con un llamado a ser “guardianes de la paz y la justicia”, agradeciendo la presencia de Mons. Luis Manuel López Alfaro y de todos los asistentes que honraron la memoria del sacerdote.