Alrededor de 100 personas marcharon por los desaparecidos en Jalisco; protestaron afuera del Palacio de Gobierno y entregaron un pliego petitorio donde exigen no revictimizar a las familias y dar prioridad a la búsqueda con vida.
El secretario de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, promete comenzar este jueves una mesa de trabajo con los colectivos de familiares de personas desaparecidas.
Por Mariana Recamier / @Marirecamier / @Zonadocs
Fotos: Mariana Recamier
Montserrat marcha porque extraña a su primo Yesui Rogelio Henández Zamora. Camina al lado del contingente de cien personas que protestan porque sus hijas, hijos, hermanos o esposos fueron desaparecidos en algún punto del estado de Jalisco. Integrantes de los colectivos Luz de Esperanza, Entre cielo y tierra y Más uno igual a todos Tlajomulco gritan consignas; ella pega hojitas con los datos de Yesui en los postes de avenida Hidalgo, en el centro de Guadalajara.
Reparte botes con gel antibacterial y paletas que también tienen la foto de su primo. Entrega volantes a quienes hacen fila en las mercerías cercanas a la catedral; a cualquiera que se detenga un segundo a escucharla. Acelera el paso para no dejar atrás la marcha que inició en la Glorieta de las y los desaparecidos y tiene como destino el Palacio de Gobierno del Estado de Jalisco.
“Marchamos porque lo extrañamos y lo queremos de vuelta“, dice Montserrat mientras camina cerca de su tía, la madre de Yesui, y otros doce familiares que exigen al gobernador Enrique Alfaro que encuentre con vida al joven de 24 años.
Yesui fue visto por última vez el 3 de noviembre de 2021 en la colonia Paseo de los Agaves, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga. Se dedicaba a criar y vender gallos, también era comerciante.
Su prima recuerda que es muy alegre, chambeador, le gustan mucho los animales, cuidaba muy bien a sus gallos. Además, como el nieto mayor de la familia, siempre era muy protector con todos.
Su madre, Águeda Montserrat Zamora Mendoza, marcha con una playera que lleva una fotografía de él al frente y atrás la frase: “Yesi, no tengo miedo, te estoy buscando y te voy a encontrar”.
Es la segunda vez que protesta para que le regresen a su hijo. Es integrante del colectivo Luz de Esperanza y está contenta porque ve a más personas que en la primera ocasión, pero también recuerda con coraje los problemas que ha enfrentado en la búsqueda.
Interpuso una denuncia en la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas de Jalisco el 5 de noviembre, dos días después de la última vez que vio a su hijo, no obstante, la investigación comenzó hasta el 28 de diciembre. Le hicieron preguntas y luego le entregaron oficios que tuvo que repartir en las comisiones correspondientes y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
El 6 de noviembre, acudió al instituto para que le tomaran una muestra de ADN, pero hasta ahora, más de tres meses después, aún no le entregan resultados sobre la prueba que podría confirmar o descartar que el cuerpo de su hijo se encuentra en la dependencia forense.
Además, Águeda está preocupada porque una empleada del instituto le dijo extraoficialmente que no todas las máquinas para hacer los exámenes genéticos funcionan y que eso provoca que tengan pruebas rezagadas desde 2019.
“He visto 30 cuerpos calcinados que solamente puedes reconocerlos con ADN. ¿Cuánto tiempo voy a tardar en saber si uno de esos cuerpos es mi hijo? Dos años para que saquen el rezago y empiecen con el 2021”.
Águeda pide que las autoridades reparen o repongan esas máquinas para acelerar los procesos de búsqueda de personas desaparecidas. Le pide al gobernador Enrique Alfaro que sea honesto sobre la situación en la que se encuentra el Instituto Forense. Ella ha ido a esta dependencia 13 veces desde que su hijo desapareció, ve fotos de cuerpos, escucha a otras madres, pero no lo quiere encontrar ahí.
“Yo tengo esperanza de que mi hijo regrese, pienso que está vivo porque si no lo he encontrado en el Semefo o yo no he visto un cuerpo, para mí está vivo”.
La situación de las otras familias que marchan es similar a la de Águeda. Después de las consignas, los integrantes de los colectivos pasan lista de sus familiares desaparecidos y recuerdan a Eduardo Salomón Puertos Gaytán, un adolescente de 16 años que vivía en Tlajomulco como Yesui hasta que, el 4 de febrero, fue sacado de su casa por hombres armados y encapuchados.
De acuerdo con la Fiscalía General de Jalisco, el cuerpo sin vida de Eduardo fue encontrado el 7 de febrero en una finca de Tlajomulco. Alfaro, junto con el Fiscal Estatal, Luis Joaquín Méndez Ruiz, informó horas después de la marcha que habían detenido a una persona relacionada con la desaparición y asesinato del adolescente.
La familia de Eduardo Salomón fueron convocadas a participar, pero no pudieron hacerlo, pues a la misma hora realizaban la misa de cuerpo presente.
Aún sin esa información, las familias llegaron al Palacio de Gobierno y extienderon en el piso mantas con fotos de sus familiares. Los tíos y primos de Yesui esperan en una banca de Plaza de Armas mientras otros hablan con el secretario general del Gobierno de Jalisco, Juan Enrique Ibarra Pedroza. Lograron un acuerdo inicial: crear una mesa de trabajo sobre casos de desaparición que comienza este jueves.
La familia de Yesui y el resto de personas que marcharon le entregan al secretario un pliego petitorio en el que exigen a la Fiscalía del Estado de Jalisco y la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas realizar de forma correcta su trabajo, no revictimizar y dar prioridad a la búsqueda con vida.
Mientras las familias se organizan para asistir a la mesa del jueves, Águeda Mendoza Méndez, abuela de Yesui, una mujer de 74 años, dice que no piensa rendirse hasta encontrar a su nieto con vida.