Miles de mexicanos se movilizan en diversas ciudades estadounidenses, bloqueando autopistas y cerrando negocios, en rechazo a las recientes medidas migratorias de la administración Trump.
Por Redacción / @Somoselmedio
Este lunes, 3 de febrero de 2025, miles de mexicanos y otros inmigrantes en Estados Unidos protagonizaron multitudinarias protestas en respuesta a las políticas migratorias implementadas por el presidente Donald Trump. Las manifestaciones se llevaron a cabo en varias ciudades del país, destacando acciones significativas en Los Ángeles, Dallas y Detroit.
En Los Ángeles, cientos de personas se congregaron en el centro de la ciudad por segundo día consecutivo, como parte de la iniciativa “Un día sin inmigrantes”. Los manifestantes marcharon desde el Ayuntamiento hasta las inmediaciones del Crypto.com Arena, portando pancartas con mensajes como “Nadie es ilegal” y “Los inmigrantes hacen América grande”. Aunque la protesta fue mayoritariamente pacífica, se registraron bloqueos temporales en la autopista 101, lo que generó congestión vehicular en la zona.
En Dallas, Texas, aproximadamente 1,600 personas se reunieron en el centro de la ciudad para expresar su descontento con las recientes detenciones realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Los asistentes portaban banderas y carteles con lemas como “Nadie es ilegal” y “Los inmigrantes hacen América grande”, manifestando su oposición a las políticas migratorias de la administración Trump y abogando por una reforma integral.
En Detroit, decenas de restaurantes, camiones de comida, panaderías y otros negocios de propiedad latina cerraron sus puertas en apoyo al movimiento “Un día sin inmigrantes”. Esta acción buscó resaltar las contribuciones esenciales de los inmigrantes a la economía y la comunidad local. Establecimientos como La Jalisciense Supermercado Y Taqueria, El Parian y Taqueria el Rey participaron en la protesta, que ganó impulso a través de las redes sociales y contó con la participación de al menos 100 negocios.
Estas movilizaciones reflejan el creciente descontento de la comunidad inmigrante y sus aliados frente a las políticas migratorias de la administración Trump, subrayando la importancia de los inmigrantes en la sociedad estadounidense y su determinación para resistir medidas que consideran injustas.