Mítikah, el proyecto que amenaza con la desaparición del Pueblo Originario de Xoco

Por: Fernanda Hernández/ @Fer_deAqui

Pueblo de Xoco

El Pueblo Originario de Xoco habla aún de tradiciones ante una ciudad modernizada al paso de los años, pero el desarrollo de megaproyectos en la ciudad y en la zona, ha comenzado a desaparecer aceleradamente lo que queda de este pueblo originario.

San Sebastián Xoco, ubicado en la alcaldía Benito Juárez, tiene un origen prehispánico; en él, se han encontrado en los últimos años, vestigios de la época prehispánica que dan cuenta del origen de este pueblo.

Se sabe que sus orígenes se remontan a los tepanecas, aún parte de la cultura teotihuacana, antes de la llegada de los aztecas al Valle de México.

De él se cuentan diversas historias; por un lado, tienen antecedentes en actividades agrícolas que se fueron perdiendo con el paso de los años. Sin embargo, en la actualidad, la identidad agrícola que caracterizó por largas décadas al pueblo, se ha transformado en la venta de alimentos. Xoco, cuenta con gran cantidad de fondas y cafeterías en donde se dice, se venden alimentos muy ricos y a buen precio, ofrecidos muchas veces por los oriundos para los visitantes.

El pueblo, caracterizado por brindar alimentos durante festividades o decesos, también ha estado caracterizado por haber sido un barrio productor de tabiques y pulque durante principios y mediados del siglo XX, por haber sido anfitrión de quermeses, y haber sido sitio del cual se originaron variedad de grupos musicales y figuras del fútbol.

Por otro lado, San Sebastián Xoco, cuenta con 2 sitios históricos; una capilla del siglo XVII, catalogada por el INAH en 2006 con todos los elementos históricos dentro de ella; así como con uno de los 10 panteones más bonitos de la Ciudad de México, el cual, es el único en la alcaldía Benito Juárez y que guarda la historia del asesinato y entierro de Belisario Domínguez. La capilla además, sirve de velatorio a la comunidad.

Las familias oriundas, con más de 100 años de antigüedad, aún mantienen tradiciones que unen a la comunidad y caracterizan al pueblo, como las fiestas que se llevan a cabo durante el año. El 20 de enero festejan a su santo patrón San Sebastián Mártir, así como el 20 de abril, festejan el Santo Jubileo.

De las festividades se cuenta sobre la música y la danza; asisten músicos de Tlayacapan y  danzantes como los santiagueros con su danza de los moros y cristianos, y los concheros que se vinculan con las raíces mexicanas. Se presume además, que incluso muchos de los danzantes que migraron a Tlayacapan Morelos, pudieron ser habitantes de Xoco. 

Cabe destacar, que durante la fiesta, las familias abren las puertas de sus casas a visitantes, danzantes, músicos y adoradores para darles de comer y beber. Además, a las puertas de la calle, colocan mesas en donde se ofrece pulque traído de Hidalgo y de otras partes, y hasta aguas frescas.

También se unen a la fiesta la tradicional quema de diablitos y toritos, la quema de fuegos artificiales, la quema del castillo, presencia de juegos mecánicos, juegos de mesa, y una convivencia familiar y comunitaria que refleja los valores de una tradición histórica.

El proyecto Mítikah, Ciudad Viva

Actualmente, el Pueblo de San Sebastián Xoco está en medio de edificaciones que tienen como fin dar espacio a los servicios y al comercio. 

Los cambios en la ciudad, a raíz de la idea de la modernidad, comenzaron a dejar sus huellas sobre Xoco a partir de los años 30´s del siglo pasado. Y entre los cambios más importantes en la zona, está la construcción de los ejes viales y el crecimiento demográfico que tuvo lugar entre 1940 y los años 70´s.

Consecuentemente, la urbanización ha traído a lo largo de estos años, modificaciones territoriales vinculadas al cambio de uso de suelo y a la construcción de conjuntos inmobiliarios asociados a un nivel socioeconómico medio- alto, que van desdibujando el pueblo originario que conformó cultura, tradiciones y arquitectura. Estos conjuntos inmobiliarios de grandes dimensiones, van desplazando a pasos agigantados a los habitantes que constituyen el pueblo, como parte del fenómeno de la gentrificación que se vive en la Ciudad de México.

En este proceso de desarrollo modernizador, el gobierno de la Ciudad de México ha dado paso a los macroproyectos financieros, de servicios y de comercio, que en esta ocasión ha preocupado a los habitantes del Pueblo de Xoco por el impacto no sólo cultural, sino también ambiental; amenazan la cohesión social, su lugar en el espacio y generan una disputa por los recursos básicos como el agua.

De estos megaproyectos, Mítikah es el que más ha generado preocupación entre los habitantes de San Sebastián Xoco.

Mítikah, que inició su construcción en 2010 por las empresas Grupo Ideurban y Prudential, es un proyecto inmobiliario ahora en manos de Fibra UNO, creado para uso residencial, corporativo y con la pretensión de tener uno de los 3 centros comerciales más grandes de la ciudad. El proyecto es un rascacielos de 267.3 metros de altura, con 65 pisos, que lo convierte en el edificio más alto de la Ciudad de México, el segundo más alto en el país y el tercero en América Latina.

Su construcción ha estado envuelta en diversas controversias entre las que se encuentra la oposición del Pueblo de Xoco, por la preocupación del abastecimiento de agua, los cambios en sus usos y costumbres, el acceso que los vecinos puedan tener a los servicios, el aumento de precio en servicios como la luz y el predial, problemas de drenaje y los problemas de vialidad que el complejo Mítikah ya ha generado.

Otra situación, tiene que ver con la negación de los vecinos del pueblo a esta construcción, ya que se tiene conocimiento de vestigios prehispánicos. De acuerdo a otros medios, los vecinos han denunciado que Fibra UNO junto al INAH construyeron el discurso de que Mítikah fungiría como defensor del patrimonio histórico, construyendo un museo en el que se expondrían los hallazgos recuperados de las excavaciones.

En suma, a lo largo de estos últimos años, se han encontrado diversas irregularidades y abusos, como el del pasado 3, 4 y 5 de mayo de 2019, un ecocidio que Fibra UNO cometió al talar más de 54 árboles ―más de 80 de acuerdo a los vecinos― en la calle Real de Mayorazgo, para construir un paso a desnivel y como uno de los accesos principales al complejo Mítikah. De esta situación, el gobierno de la ciudad aceptó intercambiar la multa de más de 40 millones de pesos por obras de mitigación y donación de espacio público.

En relación con lo anterior, se encuentra además la privatización de esta misma calle. El pasado 1 de febrero de 2022, los vecinos del pueblo se manifestaron a las afueras de Mítikah, en contra de la privatización de la calle Real de Mayorazgo; lo que encontraron fue a un gran grupo de “supuestos” albañiles que se acomodaron a las afueras del complejo. Algunos de los vecinos denunciaron a este grupo de personas como golpeadores de Mítikah, ya que contrastaron la vestimenta de los supuestos obreros con la de los albañiles que ya conocen y han visto en el lugar.

Actualmente y pese a las acciones durante algunos meses, en defensa de la calle, ésta se encuentra privatizada, situación que se traduce de acuerdo con los habitantes del pueblo, en una problemática vial en la que tendrán que desahogarse a través del resto de las angostas calles que conforman San Sebastián Xoco.

Adicionalmente, una de las obras de mitigación que realizó Mítikah, es un pozo de agua para abastecer a la red de agua potable de la zona. Pese a que la Ciudad de México ya no soporta más pozos de extracción, en diciembre de 2019, CONAGUA y SACMEX autorizaron a Mítikah la construcción de este pozo, con el cual el complejo estará consumiendo según investigaciones, aproximadamente 2 mil 300 metros cúbicos diarios.

En cuanto a la cohesión social que existía en el pueblo para la defensa del territorio ante desarrollos de grandes dimensiones, Mítikah generó divisiones a través de “donaciones” a las mayordomías, financiamientos y promesas para la mejora del pueblo, y pagos mensuales que han otorgado a habitantes del lugar, como parte de una estrategia que vecinos denuncian, es para seguir adelante con su proyecto de destrucción del pueblo. 

Del mismo modo, Fibra UNO creó una revista llamada La voz de Xoco, con la supuesta intención unir al pueblo; lo que generó fue todo lo contrario, reproduciendo discursos en contra de la Asamblea Ciudadana de Pueblo de Xoco, quien se ha dedicado a defender al pueblo contra los megaproyectos.

La resistencia de un pueblo contra los proyectos inmobiliarios

La defensa por lo que queda del pueblo, ha llegado a enfrentamientos en los que han resultado lesionados vecinos originarios, que en su mayoría son personas de la tercera edad. Son más los enfrentamientos que se han suscitado, sin embargo, los vecinos se mantienen de pie por la defensa del Pueblo de Xoco.

El 23 de septiembre de 2019, la Asamblea Ciudadana de Pueblo de Xoco, realizó una consulta pública ciudadana exclusiva para los habitantes del Pueblo de Xoco, con apoyo de la SEDENA y del INE. De ésta, se obtuvieron más de 1500 votos para la rehabilitación y reintegración de la movilidad de la calle Real de Mayorazgo después de la tala ilegal que Mítikah había realizado.

Aún con la mayoría de votos, la SEDEMA descartó la consulta y más adelante vinieron las consultas amañadas y que fueron legitimadas por el gobierno de la ciudad para entregar la calle Real de Mayorazgo al proyecto de Fibra UNO.

El pasado 17 de noviembre de 2021, un tribunal federal otorgó un amparo bajo el cual se ordenaba de manera inmediata el “cese, de manera inmediata, de cualquier obra en el territorio donde se encuentra el Pueblo Originario de Xoco, particularmente, en la calle Real de Mayorazgo”.

Aunque fuera una suspensión provisional, esto significó un paso importante en la batalla contra el proyecto Mítikah. Lamentablemente meses después, los trabajos de obra fueron retomados y Mítikah está próximo a inaugurarse, el 23 de septiembre.

René Rivas, ex integrante de la Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco ha expresado que la lucha sigue. 

Nos platica, que el proyecto que Fibra UNO lleva a cabo, tiene planeado tener más de 9 torres de gran altura, de las cuales 5 ya están construidas.

De acuerdo con información de la SEDUVI, estás 5 edificaciones corresponden a la fase 0 y 1 del proyecto, presentado en 2018; una torre habitacional de 23 niveles, un hospital de 11 niveles, la Torre Mítikah con 65 niveles, la torre de oficinas Churubusco, un centro comercial de 5 pisos y una Torre de Consultorios de 10 niveles.

Dentro de la fase 2 se tiene contemplada la construcción de la Torre Coyoacán y la Torre Universidad, con 35 pisos cada una; así como el Centro Bancomer con 5 pisos. Y la fase 3 manifiesta la intención de aumentar 16 770.09 m² a la construcción. 

“PARA NOSOTROS ESA MODERNIDAD QUE SE PLANTEA ES UNA MODERNIDAD NEGATIVA. LOS BENEFICIOS QUE TRAE, SON EN TORNO AL CONSUMO”. 

“UNA MODERNIDAD DONDE LO ÚNICO QUE SABEN HACER ES CENTROS COMERCIALES, ESCUELAS Y HOSPITALES PRIVADOS, DONDE LO ÚNICO QUE SABEN HACER ES AISLAMIENTO Y EXCLUSIVIDAD”. 

“SI ESA ES SU OFERTA, NO LA QUEREMOS. SI ESA ES LA MODERNIDAD DE LA GENTRIFICACIÓN Y EL ALTO COSTO DE LA VIDA, GRACIAS, NO LA QUEREMOS”.

“QUEREMOS UN FUTURO Y UNA MODERNIDAD ACORDE A LAS COSTUMBRES Y A LAS TRADICIONES DE UN PUEBLO, CON BASE EN LA COHESIÓN SOCIAL, EN LA IDENTIDAD CULTURAL, Y QUE NO ROMPA CON LAS TRADICIONES NI LAS COSTUMBRES DE UN PUEBLO; PORQUE ES JUSTO LA DESAPARICIÓN DE ESE TEJIDO SOCIAL QUE ENTRA LA DELINCUENCIA”.