Mujeres. El día de ayer se llevó a cabo un juicio de suma importancia para el movimiento feminista mexicano, “Ari” mujer feminista criminalizada fue declarada inocente por los supuestos daños cometidos a la maqueta de Querétaro en las marchas del 8 de marzo del 2021.
Por Karen Castillo / @karencitatacha
El juicio se llevó en medio de un contexto generalizado de represión, criminalización y estigmatización en contra de las mujeres feministas a lo largo del país. En este sexenio hemos sido testigos de los actos brutales cometidos por elementos policiales en diversos estados, el desalojo de la Okupa, el ataque en la CODHEM, Cancún, Irapuato, Jalisco, Mexicali, Nuevo León, Chimalhuacán, Tlaxcala, Morelia y la Ciudad de México.
Aunado a los actos de brutalidad policial se suman los actos legales en contra de mujeres que participan en marchas o que comparten imágenes en facebook alusivas al movimiento.
En la Ciudad de México al menos 12 mujeres tienen carpetas de investigación abiertas por supuestos delitos denunciados a través de perfiles falsos en Facebook que fueron “mágicamente” retomados por la Fiscalía de la Ciudad de México para iniciar investigaciones formales, sorprende esto cuando hay cientos de denuncias por violación y acoso en redes que nunca se persiguen de oficio o que llevan a la Fiscalía a investigar.
En el caso de Ari, la mujer declarada como inocente el día de ayer, se observa el mismo patrón; la carpeta de investigación en su contra fue formada en base a una fotografía que ella publica en su perfil de Facebook portando un pañuelo morado con un símbolo feminista.
Para la Fiscalía de Querétaro, esta imagen fue prueba suficiente para someter a una joven a un proceso penal que duró más de 1 año en el cual fue detenida ilegalmente, golpeada, y torturada sexualmente dentro de la Fiscalía de Querétaro y obligada a firmar cada 15 días en el Penal como si el portar un pañuelo morado fuera sinónimo de la peligrosidad de una mujer.
Estos episodios no son hechos aislados, mujeres y colectivas han denunciado que los mismos patrones se repiten a lo largo del país, basta con una imagen sosteniendo un cartel para poder ser víctima del sistema penal mexicano.
El discurso oficial de los niveles federales y municipales dejan entrever la saña que hay en contra de las activistas feministas, desde Martí Batres publicando una fotografía de supuestos cohetones confiscados a mujeres durante las marchas del #8M en la Ciudad de México y que resultaron ser bombas de humo con olores frutales; hasta la gobernadora de Irapuato Lorena Alfaro, justificando a las policías que fueron grabadas en vivo jalando el pelo de mujeres, cacheteandolas y cometiendo un sin fin de abusos que deberían ser investigados y sancionados.
Por eso, el juicio de ayer es importante, ya que ratifica lo señalado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que el gobierno actual parece haber olvidado: protestar no es delito.
Leer más historias.