El Gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz anunció que la presa, con una inversión de 4,600 millones de pesos, garantizará mil litros de agua por segundo para 641 mil oaxaqueños. Sin embargo, organizaciones civiles exigen transparencia y participación ciudadana ante posibles impactos ambientales y sociales.
Por Redacción / @Somoselmedio
Oaxaca de Juárez, Oax. 17 de marzo 2025.- Tras el anuncio de la Presidenta Claudia Sheinbaum sobre la construcción de la presa “Paso Ancho” en Oaxaca, el Gobernador Salomón Jara Cruz reveló que la obra cambiará de nombre a “Margarita Maza” en honor a la destacada figura histórica oaxaqueña. Este proyecto, que forma parte del Plan Nacional Hídrico, iniciará en agosto de 2025 y se prevé concluir en dos años, con una inversión total de 4,600 millones de pesos.
Según el gobierno, la presa “Margarita Maza” tiene como objetivo garantizar mil litros de agua por segundo para beneficiar a 641 mil habitantes de la región, atendiendo así la escasez hídrica en una de las zonas más vulnerables del estado. Jara Cruz destacó que este proyecto se suma a otras iniciativas del Plan Nacional de Vivienda y del Programa de Infraestructura Carretera, prometiendo la creación de empleos y el fortalecimiento de las economías regionales.
“Oaxaca seguirá siendo el motor de crecimiento del sur-sureste y ejemplo de que la Cuarta Transformación coloca en primer lugar a los más pobres”, afirmó el Gobernador durante la conferencia de prensa matutina.
Sin embargo, el proyecto no está exento de controversia. El Observatorio Ciudadano Comunitario del Agua y Medio Ambiente de los Valles Centrales de Oaxaca (OCCAMA) expresó su preocupación por la falta de información y transparencia en torno a la construcción de la presa. Recordaron que el proyecto, ubicado entre las comunidades de Villa Sola de Vega y San Vicente Coatlán, fue clausurado en 2014 por la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) debido a impactos ambientales y sociales no atendidos.
El OCCAMA hizo un llamado a las autoridades para abrir canales de diálogo y reflexión pública sobre la pertinencia del proyecto, subrayando la necesidad de fortalecer la gobernanza del agua desde una visión de cuenca. “Es necesario que las autoridades impulsen procesos participativos donde se asuman responsabilidades para recuperar y sanear fuentes de agua a nivel local, antes de emprender proyectos que vulneren derechos de comunidades en beneficio de grandes urbes”, señaló el Observatorio.