Por Sonia Sagrero/@sagrero_sonia
El pasado 29 de noviembre con motivo de la conmemoración del Día Internacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), solicitó a todas las autoridades mexicanas a redoblar esfuerzos para poder reconocer, facilitar y garantizar la labor de las defensoras de derechos humanos.
Guillermo Fernández-Maldonado, quien es representante en México de la ONU-DH, señaló lo siguiente:
“Las defensoras deben enfrentar cada día la discriminación, abusos, violencia sexual, ataques misóginos, la pervivencia de los roles estereotipados de género, estigmatización y una clara falta de reconocimiento a su labor por parte de muchas autoridades”.
De acuerdo con esto, la ONU-DH en los últimos años ha documentado diferentes formas de agresiones contra las mujeres defensoras, las cuales ejercen sus derechos en el espacio público, donde se puede tener en cuenta que, en contexto de manifestaciones, se identifican serios aspectos como lo es la estigmatización, detenciones arbitrarias, el uso excesivo de fuerza, violencia sexual, amenazas y uso de lenguaje estereotipado.
Tras la desaparición durante el 2021 de tres mujeres defensoras de derechos humanos, Claudia Uruchurtu Cruz, desaparecida en Nochixtlan Oaxaca, Grisell Pérez Rivera, desaparecida en Tlalmanalco, Estado de México, junto con Irma Galindo Barrios quien fue desaparecida en el mes de octubre.
Según información proporcionada por la ONU-DH a lo largo de los años y debido a la actividad de defensa ambiental que ha ejercido la defensora Irma Galindo Barrios, se puede decir que ha sufrido actos de hostigamiento y campañas de prestigio de desprestigio por parte de las autoridades. La defensora desapareció el pasado 27 de octubre, dos días después de haber participado en una manifestación en el Zócalo de la Ciudad de México con motivo de solidaridad y apoyo a comunidades tales como: Mier y Teran, Guerrero Grande y Ndoyonuyuji, en el municipio de San Esteban Atatlahuaca (Oaxaca), las cuales días antes habían sido atacadas por un grupo armado.
Con base a esto Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH en México señaló lo siguiente:
“La desaparición de la señora Galindo Barrios, defensora del medio ambiente, es un hecho que busca generar un clima de temor y vulnerabilidad entre quienes trabajan para preservar el territorio y la naturaleza, y que la sociedad en conjunto pueda gozar de su derecho a un medio ambiente sano y limpio. Ante este grave contexto y en atención de las obligaciones internacionales como las derivadas del Acuerdo de Escazú, es esencial y urgente fortalecer las medidas de prevención y el reconocimiento de su fundamental labor en la protección del medio ambiente y en la defensa de los derechos humanos”.
Frente a la desaparición de las defensoras Pérez Rivera, Claudia Uruchurtu Cruz y Galindo Barrios, la oficina de la ONU-DH en México, se encargó de llamar a las autoridades para que realizarán mayores esfuerzos para cumplir con la búsqueda eficiente, independiente e imparcial, en donde se toma en cuenta una perspectiva de género y un análisis de contexto apropiado.
Con ello, la ONU-DH llamó a investigar los hechos, en donde dentro de la investigación, se incluyeron líneas tales como: la vinculación entre su labor de defensa de los derechos humanos y su desaparición. Asimismo, la ONU-DH expresó su solidaridad con la familia de las defensoras Pérez Rivera, Claudia Uruchurtu Cruz y Galindo Barrios.