En una convocatoria que reúne esperanza y resistencia, los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa se pronunciaron contra la división gubernamental y llamaron a la unificación de luchas sociales.
Por Redacción / @Somoselmedio
En la Asamblea Nacional Popular realizada en Ayotzinapa, los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos denunciaron los intentos de división por parte del actual gobierno. Este, según denuncian, ha formado alianzas con sectores de la élite económica y militar, buscando perpetuar un sistema capitalista y profundizar en un modelo económico que margina a los más necesitados.
Los esfuerzos del gobierno por desplegar apoyos sociales a lo largo del país son vistos por este colectivo como una continuación de políticas asistencialistas que buscan influir en la correlación de fuerzas a su favor. Tales programas, argumentaron, son financiados por el trabajo de los jornaleros y trabajadores urbanos, sin lograr mejorar significativamente sus condiciones de vida. Además, criticaron la distribución de recursos financieros limitados que, a su juicio, no abordan las necesidades fundamentales de las comunidades.
La larga espera de los pueblos indígenas y afroamericanos por iniciativas legislativas que favorezcan sus derechos ilustra, según los padres y madres de los 43, la falta de compromiso real del gobierno con los sectores más vulnerables. Denunciaron tácticas gubernamentales orientadas a fomentar disidencias internas, como se ha visto en el trato dado a ciertos padres de los desaparecidos, a quienes acusan de responder a intereses contrarios a los de la justicia y la verdad.
La asamblea criticó la gestión de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia, la cual, tras la salida de figuras clave como Alejandro Encinas y Omar Gómez, se consideró desmantelada, debilitando así la lucha por los derechos humanos.
Ante este panorama, los padres y madres de los 43 convocaron a redoblar esfuerzos y a rearticular las luchas junto a diversas organizaciones y movimientos sociales, desde el SME y la CNTE hasta el EZLN y universidades públicas de renombre como la UNAM y el Politécnico Nacional.
Con el objetivo de unificar esfuerzos y elevar la conciencia de clase, las madres y padres comenzarán con una serie de jornadas de lucha en la Ciudad de México, que culminarán en una gran movilización el próximo 2 de octubre de 2024.
Este llamado a la acción no es solo un reflejo de la incansable búsqueda de justicia por parte de los padres y madres de los desaparecidos, sino también una muestra de la creciente solidaridad entre distintos sectores de la sociedad mexicana, que ven en la unificación de sus luchas la única vía para enfrentar las injusticias y construir un futuro más justo.
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