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Sheinbaum. Giro al centro-izquierda, errores estratégicos y la arista sorora

Sheinbaum

Enrique G. Gallegos*

A diferencia de AMLO —que implementó políticas sociales de izquierda pero era de ideología conservadora, liberal y promercado—, no puede haber dudas sobre el perfil de izquierda de la Presidenta (en otro artículo he analizado la posición ideológica del ex presidente. AQUÍ PUEDE CONSULTARSE).

Por eso extraña que teniendo todo para reencauzar tanto el discurso como la praxis a una política nítidamente de izquierda, haya optado por tirarse al centro-izquierda y automoderarse. Este es uno de sus primeros errores. Precisamente porque las políticas macro-económicas durante el sexenio de AMLO tendían a mantener el statu quo de acumulación del capital, uno esperaría que Sheinbaum avanzara en la modificación de la infraestructura económica.

Mientras AMLO mantuvo una rijosidad verbal, fue conservador en la transformación de la infraestructura económica. Lo que hizo fue redistribuir entre los de abajo parte del ingreso fiscal; pero mantuvo toda la ortodoxia en el manejo de la economía. Para darse una idea del mantenimiento de la lógica acumulativa del capital, el informe de OXFAM es ilustrativo:

“… los súper ricos en México han visto crecer sus fortunas en un tercio (33%) desde el inicio de la pandemia. Por cada 100 pesos de riqueza que se crearon entre 2019 y 2021, 21 pesos se fueron al 1% más rico y apenas 0.40 pesos al 50% más pobre. Solamente Carlos Slim, el hombre más rico de México y de América Latina y el Caribe, concentra más riqueza que la mitad de la población mexicana y ha visto crecer su riqueza en un 42% desde el principio de la pandemia, un monto equivalente a US$1 millón por hora.” (Aquí se puede consultar el informe).

Atemperó la pobreza, pero los ricos se hicieron más ricos. Sheinbaum deberían proceder al revés: moderarse en los discursos y transformar la infraestructura económica para que la redistribución no sólo sea del ingreso fiscal, sino del plusvalor que genera la clase trabajadora. Si bien a AMLO le sirvió la polarización retórica, a Sheinbaum le podría resultar contraproducente. Al tirarse al centro-izquierda y automoderarse Sheinbaum se equivoca: inicio con la apabullante legitimidad de más de 35 millones de votos y cuenta con la mayoría en ambas cámaras para avanzar en esa transformación. Pudiendo, no lo hace.

Se dirá que parte de mis aseveraciones son desdichas por las reformas al poder judicial que establecen el voto popular, las reformas en materia de pueblos indígenas y afroamericanos, la agenda de género y otras reformas en materia de derechos laborales y sociales, así como la ampliación de los apoyos económicos y la agenda medioambiental que proyecta. Si bien son importantes, no modifican la base en la que se asienta una sociedad y que permiten su reproducción: la economía. Aquí es donde aparece el segundo error estratégico. Me explico.

Está más que claro que el moderado izquierdismo de Sheinbaum no es anticapitalista y es previsible que mantenga las lógicas acumulativas del capital, centrándose, tal y como lo hizo AMLO, en la redistribución de ingreso fiscal del Estado, la austeridad, el combate a la corrupción y la eliminación exenciones y otras fugas fiscales. Aquí donde aparece otro de los errores, si no que el mayor. Como no se le pueden pedir peras al olmo (a una defensora del mercado pedirle que se comporte como anticapitalista), lo menos que se exigiría a una presidenta de izquierda es que modifique los instrumentos estatales a través de los cuales es posible redistribuir parte la riqueza social: los ingresos fiscales.

Y es justamente aquí donde aparece el error garrafal y que hipotecará el destino del pueblo: la negativa a realizar una reforma tributaria para incrementar los impuestos a la clase capitalista y sus intermediarios. Aquí nuevamente los datos de OXFAM son ilustrativos: “Las personas contribuyentes con ingresos arriba de 500 millones de pesos anuales apenas representaron el 0.03% de la recaudación total de impuestos (…) Destaca lo poco que se recauda de impuestos a la riqueza en México, que ocupa la última posición entre las grandes economías de América Latina y el Caribe por recaudación de impuestos a la riqueza, con un monto que apenas alcanza el equivalente al 0.34% del PIB frente al promedio latinoamericano de 2.57%..”

En otras palabras: entre más ricos, menos impuestos pagan; en cambio, la masa de trabajadores paga de impuestos hasta el 35% de sus ingresos salariales. Por eso una reforma fiscal es tan importante como la del poder judicial.

Si con la reforma al poder judicial se pretende avanzar en tres dimensiones, perfectamente válidas (evitar el lawfare, combatir la corrupción y restituir el poder de elección al pueblo), con una reforma fiscal profunda se podría hacer viable los programas y agendas sociales y de justicia social en el largo plazo (más allá de un sexenio). No hay manera de que un Estado mantenga una amplia agenda de derechos sociales y colectivos sin que se reforme el sistema de tributación, para que las capas más adineradas paguen mayores impuestos.

Para comprender la importancia de este punto hay que recordar que si bien técnicamente el salario es el ingreso que recibe el trabajador a cambio de su fuerza de trabajo, hay vías indirectas que repercuten en el salario y que benefician las condiciones de vida de la clase trabajadora. Educación, salud, seguridad social, pensiones, parques, transportes, cuidados, guarderías para los niños, espacios de recreación, internet, etc., gratuitos y proporcionados por el Estado pueden aliviar los costos de vida de las y los trabajadores. Mientras no existen las condiciones objetivas y subjetivas para crear otra sociedad menos criminal que la capitalista, ese es el horizonte al que se deben empujar las reformas y para ello es central modificar, como mínimo, el sistema fiscal. La ecuación es sencilla: de algún lado tiene que salir el dinero para su financiamiento. Y ello debe ser gravando los ingresos de la clase capitalista, que usufructúa el plustrabajo que produce la clase trabajadora.

Adicionalmente, un gobierno de izquierda no puede pensar sólo en términos de un sexenio. Varios gobiernos de Latinoamérica, de los llamados progresistas, cometieron este error y la pagaron caro, sea con retrocesos o con crisis económicas. Por eso, es un tercer error estratégico no pensar en el largo plazo; digamos, en una onda expansiva de al menos 30 años. Y para ello, no sólo se requiere reformar el sistema jurídico y político, sino también los mecanismos para redistribuir la riqueza social. Dado que Sheinbaum ha decidido no tocar las lógicas acumulativas del capital (infortunadamente no está en su mentalidad tal cosa), la única vía que queda es la reforma tributaria. Y esto lo debe hacer en sus dos primeros años de gobierno, pues por la composición del bloque gobernante, es previsible que a partir del tercer año se les compliquen las maniobras. Aquí es donde aparece el cuarto error estratégico.

Este error hay que decir que es tanto una herencia de AMLO como una decisión de Sheinbaum. Este error tiene tres planos en un mismo polo, que con el paso del sexenio se manifestara como grietas y antagonismo en el mismo bloque: por un lado, la composición del bloque legislativo de Morena y aliados. Una fauna variopinta con intereses  y orígenes diversos: priista, panistas, perredistas, verdes, empresarios, advenedizos, conservadores, sectores de derecha, saltimbanquis, cuyo único pegamento es la búsqueda de los espacios de poder. Se dirá que era necesario para el plan C; pero lo cierto es que nunca se sabrá si era posible el mismo plan con un bloque de candidaturas más homogéneo. Por otro lado, los liderazgos de Morena en esas cámaras ya están moviendo los hilos rumbo al 2030: Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López (incluido el caso de Marcelo Ebrard que está jugando desde el gabinete). Es previsible que estas alianzas entre morenos, intramorenos y aliados duraran sólo la primera parte del sexenio.

El segundo y tercer plano sucede en Morena. A menos que sea mera retórica,  es un error de Sheinbaum haber renunciado y tomado distancia de Morena (que recuerda un idéntico gesto de Zedillo con respecto al PRI y así le fue de mal). El movimiento estratégico debió ser al revés, ampliar su presencia en ese partido para usarlo como herramienta de lucha y transformación, dotándolo incluso de una clave de género politizadora. Pues en los momentos de crisis y tensión, será fundamental en la lucha política, incluida la salida a las plazas y calles. El tercer plano: el arribo a la dirección de Morena de Luisa María Alcalde Luján y Andrés Manuel López Beltrán, juniors del izquierdismo moderado, con poco peso político por sí mismos y, en el caso de Alcalde, con un desempeño desafortunado; como secretaria de Trabajo fue una afrenta a la clase trabajadora: no hay que olvidar que por la ausencia de una estrategia dejó perder el 89% de los contratos colectivos de trabajo y fue incapaz para solucionar la huelga de Sutnotimex; su paso por secretaria de Gobernación fue gris y con ciertas dosis de frivolidad (a diferencia de Adán Augusto López, su antecesor que asumió todas las operaciones políticas, las tareas más complejas las retomó directamente el expresidente y sus operadores).

Ciertamente, como lo demostró en su paso por la Ciudad de México, Sheinbaum es eficiente en la implementación de políticas y proyecto complejos; tiene una solida formación y experiencia y llega con un equipo técnico capaz para la gestión del gobierno. Pero en el espacio político cabe preguntarse ¿quiénes son los hombres y mujeres fuertes y de la absoluta confianza de la Presidenta que operarán y apretarán los tornillos cuando las cosas no marchen o sea necesario frente a los factores reales de poder? Una arista para ponderar es la alianza sorora que podría trazar para construir un polo político con las mujeres, tanto en la sociedad, como  con las que integran el poder legislativo (dado que representan cerca del 50% de sus integrantes). Hasta dónde pesará más la agenda de género y las políticas de izquierda, que los intereses y la filiación partidistas, está aún por verse. Tampoco hay que olvidar que Sheinbaum se enfrentará permanentemente a ese poder difuso y real, transversal a nuestra cultura: el patriarcado.

Si no se corrigen algunas de las estrategias y se afinan los mecanismo de cohesión política en su bloque, se puede pensar que en el segundo tramo del gobierno, Sheinbaum podría enfrenta mayores dificultades en la operación, distorsiones y amarres inaceptables, e incluso derivar en una situación de fragilidad política  (y con el riesgo de un poder militar cada vez más aupado y con una fuerte tradición patriarcal).

*Profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana

¡Nunca más represión estudiantil! Estudiantes de la UdeG se manifiestan a 56 años del 2 de octubre

A 56 años de la masacre de Tlatelolco, ocurrida en la Plaza de las tres culturas en 1968, la comunidad estudiantil organizada de la Universidad de Guadalajara (UdeG) se manifiestó como un llamado a la memoria y la exigencia de justicia para este crimen de lesa humanidad. 

En el marco de esta fecha, nuevamente citaron al rector de la universidad, Ricardo Villanueva Lomelí, para dialogar sobre las necesidades de la comunidad, incluyendo su postura sobre el genocidio contra el pueblo de Palestina.

Con la consigna “2 DE OCTUBRE, NO SE OLVIDA” las juventudes universitarias recorrieron las calles de Guadalajara.

Por Miguel Vidal / @MiguelonMiky

El 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de México, el Consejo Nacional de Huelga (CNH), organización estudiantil que representaba a distintas universidades, incluyendo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Nacional de Maestros, entre otras instituciones educativas; convocó a una manifestación pacífica en la Plaza de las tres culturas, misma que fue reprimida brutalmente por el Ejército Mexicano y cuerpos policiacos. En medio de la manifestación, elementos del ejército y un grupo paramilitar conocido como el Batallón Olimpia rodearon la plaza y comenzaron a disparar contra la multitud, en su mayoría estudiantes.

“NI PERDONO NI OLVIDO, CASTIGO A LOS ASESINOS” consigna principal dentro de la manifestación.

A 56 años de estos hechos, estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) junto a diversos colectivos de la ciudad se dieron cita en la Rectoría de la UdeG para reclamar justicia y memoria. Entre ellos estuvieron presentes el colectivo Luz de Esperanza, colectivo Rodolfo Reyes Crespo y el colectivo Memoria y Resistencia. 

Alrededor de las 4:20 de la tarde comenzaron las actividades del día. Arrancaron con la entrega del cuarto citatorio al rector de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, para dialogar y demandar mejoras al interior de esta casa de estudios.

“(…) de manera pública y urgente, su respuesta a nuestras demandas y su disposición para entablar un diálogo abierto y transparente con el fin de dar una solución a los problemas que enfrentamos. Este diálogo es esencial para que la Universidad de Guadalajara tome una postura clara y oficial en torno al genocidio que sufre el pueblo palestino, y así se pronuncie en favor de romper cualquier vínculo con Israel”, expresaron en su comunicado.

Además, urgieron “una respuesta concreta, no sólo para resolver nuestras demandas internas”, puesto que, advirtieron que esperan que “la Universidad de Guadalajara demuestre un compromiso firme con los principios de justicia y derechos humanos”.

“¿DÓNDE ESTÁN LOS DESAPARECIDOS? LOS QUEREMOS DE VUELTA Y VIVOS” corearon al unísono las personas asistentes  a la manifestación.

Formadas en filas, las personas asistentes a la movilización se desplazaron sobre Av. Juárez con dirección al corredor Alcalde, donde siguieron en línea recta hasta Av. Normalistas para llegar al Planetario Lunaria (antiguas instalaciones de la FEG). En el lugar, cada colectivo compartió su pronunciamiento y compartieron las adversidades, el sentir y las demandas respecto a los 56 años de la masacre de Tlatelolco.

“En pocas palabras, balas por olimpiadas. Este intercambio brutal y asesino sigue hasta hoy, siguió en el halconazo, siguió en Ayotzinapa, con Giovani López, con el asesinato de Jaramillo, o la desaparición de Alicia de los Ríos, la guardería ABC, la guerra contra el narco que abrió las puertas que hasta hoy sigue cobrando cuota en contra de la población en general y en específico en quien desea manifestarse por un México más digno” externó un integrante de la comunidad estudiantil organizada de la UdeG.

Por su parte, Héctor Flores, líder del colectivo Luz de Esperanza, señaló con contundencia que la violencia represora del Estado sigue presente en el país y que la ciudadanía sigue padeciendo sus estragos “seguimos padeciendo todas las desapariciones, los homicidios. Seguimos viviendo esta terrible desgracia, tenemos que seguir levantando nuestras voces ¿Cuánto tiempo vamos a quedarnos callados ante tanta tragedia?”.

Finalmente, dentro del posicionamiento final, la Juventud Comunista de México reconoció que la memoria es una parte indispensable de la resistencia y la rebeldía por todas las víctimas de tortura, represión, desaparición forzada de aquella época.

Los colectivos junto a la comunidad de estudiantes denuncian que en Jalisco no existe ningún sitio de memoria oficialmente reconocido que sume al no olvido de este crimen de Estado, por el contrario, señalaron que se crean espacios, como el Planetario lunaria, en medio de un edificio que funcionó históricamente para la contrainsurgencia y el control estudiantil dentro de la UdeG. Y es que, advirtieron que, con esas acciones, queda en evidencia que esa historia sigue siendo olvidada.

“Nunca más un 2 de octubre, nunca más la ausencia de 43 normalistas, ni la de 115.000 personas que hoy no están en sus hogares, nunca más un México callado” integrante de la comunidad estudiantil organizada de la UdeG.

¡2 de octubre no se olvida! 56 años de la matanza estudiantil en Tlatelolco

En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Denisse Ureña.

En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.

Por Denisse Ureña / @denisseure_, Ximena Badillo / @mena_cozca_pics, Verónica Rojo / @veca_rojo y Jorge Yeicatl / @desconocido_tour

Ciudad de México a 03 de octubre del 2024.- Este 2 de octubre, el Comité 68 junto con simpatizantes se manifestaron por las calles de la Ciudad de México, exigiendo justicia por los actos de lesa humanidad generados por el Estado ocurridos en 1968.

Recordando injusticias desde la Plaza de las Tres Culturas, se denunciaron también la impunidad en los crímenes de Estado como El Halconazo, represiones de periodistas y defensores de Derechos Humanos, así como la desaparición forzada de los 43 normalista de la escuela rural Raúl Isidro Burgos.

La explanada del Zócalo Capitalino, luego del mar de exigencias y declaraciones de indignación, con un minuto de silencio se recordó con profunda tristeza la represión ejercida hacia estudiantes por parte del Ejercito aquella fecha del 68.

Tras la reciente disculpa de la ahora presidenta Claudia Sheinbaum, Félix Gamudi expresó ser una disculpa para el todo el pueblo recalcando a su vez, no ser la primera vez que el gobierno se disculpa ante el crimen de Estado.

Con denuncias sobre la militarización de la seguridad pública y advertencias de la constante violación de los derechos humanos, se cuestionó la Reforma Judicial como método insuficiente en tiempos modernos.

Durante la manifestación, se marcó una clara lucha interminable por el alto a la represión e injusticias hacia los defensores y manifestantes criminalizados.

¡2 de octubre no se olvida!

En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Ximena Badillo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Verónica Rojo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Verónica Rojo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Denisse Ureña.
Fotografía por Verónica Rojo.
Fotografía por Jorge Yeicatl.
Fotografía por Ximena Badillo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Ximena Badillo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Verónica Rojo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Denisse Ureña.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Ximena Badillo.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Jorge Yeicatl.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Jorge Yeicatl.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Denisse Ureña.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Jorge Yeicatl.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Denisse Ureña.
En conmemoración del 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco, estudiantes y organizaciones llevaron a cabo una manifestación que paralizó la Ciudad de México el 2 de octubre, fecha que dejó una profunda herida en la historia desde 1968.
Fotografía por Denisse Ureña.

Critican disculpas de Sheinbaum por la masacre estudiantil del 68: “Las disculpas no eximen a los asesinos”

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Pidieron a Claudia Sheinbaum que tome acciones efectivas en lugar de ofrecer disculpas a las víctimas.
Fotografía por Ximena Badillo.

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Critican disculpas dadas por Claudia Sheinbaum y exigen tomar acciones efectivas por los sucesos del crimen de Estado.

Texto por Denisse Ureña/ @denisseure_

Fotografías por Ximena Badillo / @mena_cozca_pics, Verónica Rojo / @veca_rojo y Jorge Yeicatl / @desconocido_tour

Ciudad de México, 03 de octubre del 2024.- A partir de las 16:00 horas, el pasado 2 de octubre se realizó una marcha por el 56 aniversario de la masacre estudiantil de Tlatelolco en 1968, llenando las calles de reclamos por justicia. Los manifestantes criticaron las disculpas ofrecidas por Sheinbaum en su conferencia matutina y exigieron acciones concretas, además de reiterar su reconocimiento del crimen de Estado.

Desde la Plaza de las Tres Culturas, hasta el Zócalo Capitalino, estudiantes, simpatizantes y organizaciones se unieron en lucha por la conmemoración de la masacre en el 68 y los hechos de la Guerra Sucia en el 71, encabezada por los miembros del Comité del 68.

Además, recordaron sucesos que continúan impunes como la desaparición de los 43 normalistas y la pasada represión en Xochimilco el 05 de septiembre.

“Nuestro enemigo es el Ejercito” así, enunciaron los manifestantes de la UNAM, IPN, normalistas de diversas escuelas rurales, entre otros. En compañía de la consigna emblemática “2 de octubre, no se olvida”.

Durante el mitin sobre la Plaza de la Constitución, se criticaron las disculpas anunciadas por la nueva presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien las declaró durante su primera conferencia matutina para empatizar con los hechos crueles en 1968 presentando un decreto presidencial.

“Las disculpas no eximen a los asesinos. Necesitamos a los asesinos en la cárcel. Fue el Estado y el Ejercito y no vamos a descansar hasta que se haga justicia.”

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Pidieron a Claudia Sheinbaum que tome acciones efectivas en lugar de ofrecer disculpas a las víctimas.
Fotografía por Verónica Rojo.

Félix Hernández Gamundi, integrante del Comité 68 por Libertades Democráticas, complementó que “esta disculpa debe interpretarse como un reconocimiento no sólo para el movimiento estudiantil de 1968, sino para todos los movimientos organizados que han sufrido represión y persecución en México”.

Gamundi también subrayó que, “este hecho es un reconocimiento del delito de lesa humanidad que cometió el Estado”, recordando que en el pasado ya existió un intento de llevar ante la justicia a responsables como Luis Echeverría, pero los procesos judiciales se detuvieron ante la falta de avances concretos, por lo que reiteró la necesidad de una justicia real y efectiva antes que disculpas.

Félix Gamundi, miembro del Comité del 68, manifestó también las complicaciones presentadas al ingresar a Zócalo Capitalino, donde “por fortuna, los compañeros reaccionaron y tomaron acción enérgica enfrente de la marcha con el grito unánime ¡Zócalo, Zócalo!, porque este Zócalo es nuestro”.

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Pidieron a Claudia Sheinbaum que tome acciones efectivas en lugar de ofrecer disculpas a las víctimas.
Fotografía por Jorge Yeicatl.

Recordando que, lo reabrieron ganándole a la reacción en 1968 ya que, anteriormente solo se usaba por partidos priistas, marchas de sindicatos charros, el presidente de la Republica y mandos oficiales quienes “solo invitaban al pueblo en festivales… cuando ellos se sentían solos.”

Anselma Margarito, miembro de la comunidad Otomí en conjunto de Hortensia Telésforo, defensora y miembro de la Asamblea General Permanente de los Pueblos de San Gregorio Atlapulco, mencionaron que las investigaciones sobre la masacre del 68 y otros casos, como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, continúa sin resoluciones.

Se enfatizó que “la Fiscalía ha retomado las investigaciones, exigimos que el proceso continue abierto… reiteramos que el Estado mexicano es responsable de garantizar el acceso a la verdad y la justicia”, enunció Anselma.

Además, entre los casos pendientes, se mencionó la situación de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, que continúa sin esclarecerse a 10 años de su desaparición.

“Pese a las expectativas creadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, no se han obtenido resultados, y los familiares de los estudiantes aún esperan respuestas”, dijo Margarito.

Además, se hizo un llamado a reconocer y apoyar a las Normales Rurales y a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, destacando el papel histórico que han desempeñado los normalistas en sus comunidades, exigiendo “el aumento de la matrícula y la restitución del internado de la Normal de México, así como la solución inmediata a todos los pliegos petitorios”.

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Pidieron a Claudia Sheinbaum que tome acciones efectivas en lugar de ofrecer disculpas a las víctimas.
Fotografía por Jorge Yeicatl.

El mitin también incluyó un llamado a la solidaridad internacional, particularmente en el contexto del conflicto en Palestina. “Denunciamos el bombardeo desmedido, inhumano y criminal del Estado genocida de Israel contra el pueblo palestino y recientemente contra el pueblo del Líbano”, agregó Telésforo, para pedir el alto al fuego en Palestina.

A su vez, se denunciaron las violaciones a los derechos humanos que han sufrido las manifestaciones sociales en el país expresando con preocupación la criminalización de la protesta social.

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Pidieron a Claudia Sheinbaum que tome acciones efectivas en lugar de ofrecer disculpas a las víctimas.
Fotografía por Verónica Rojo.

Hortensia Telésforo, reprochó lo dicho en el discurso de la nueva presidenta de México, donde se manifestó reiteradas ocasiones “llegamos todas”, a lo que cuestionó la postura oficial.

“No llegamos todos y todas, no llegaron las mujeres desplazadas por el narco paramilitarismo en Chiapas, no llegaron las mujeres defensoras del territorio, no llegaron las periodistas ni las madres buscadoras, no llegaron las desaparecidas y las asesinadas por razones de género, las mujeres aún tenemos muchas barreras por vencer, debe ser tiempo de escucha y de justicia.”

Recordaron que a tan solo 56 años de la lucha histórica del movimiento estudiantil y popular de 1968 el Estado mexicano reconoció su responsabilidad institucional al emitir una disculpa pública a nombre del Estado, aunque la disculpa no solo sería hacia el movimiento estudiantil del 68, sino para todo el pueblo de México como un derecho ganado, según lo declarado.

Al término de la protesta, se reafirmó la importancia de la memoria histórica y de luchar por la justicia para las víctimas de la represión en el país. Invitaron a las organizaciones mantener la unidad entre los movimientos sociales para seguir ejerciendo presión hacia un verdadero acceso a la justicia.

“No olvidamos, no perdonamos, y no nos reconciliamos”.

A 56 años de la matanza de Tlatelolco en 1968, estudiantes y organismos marcharon para denunciar el caso y la represión persistente. Pidieron a Claudia Sheinbaum que tome acciones efectivas en lugar de ofrecer disculpas a las víctimas.
Fotografía por Ximena Badillo.

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

Miles de personas marcharon en la Ciudad de México para conmemorar el 56 aniversario de la Masacre de Tlatelolco, exigiendo justicia por los crímenes de Estado y la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, mientras el Comité 68 reafirmó su lucha contra la impunidad y la represión.

Por Mario Marlo / @Mariomarlo

Ciudad de México, 2 de octubre 2024.- Este miércoles, miles de personas se congregaron en la Plaza de las Tres Culturas para conmemorar el 56 aniversario de la Masacre de Tlatelolco. La marcha, convocada por el Comité 68 Pro Libertades Democráticas, reunió a colectivos, estudiantes, sindicatos y movimientos populares. Bajo los lemas “2 de octubre no se olvida” y “Juicio y castigo a los genocidas”, las y los manifestantes destacaron la importancia de mantener viva la memoria histórica y exigieron justicia tanto por los eventos de 1968 como por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos hace diez años.

A lo largo de la marcha, los carteles y consignas hicieron énfasis en la impunidad que aún prevalece respecto a los crímenes de 1968, el “Halconazo” de 1971 y la Guerra Sucia.

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

En un mitin realizado en el Zócalo, el Comité 68 subrayó que estos crímenes de lesa humanidad no prescriben y que, si bien la Fiscalía Especial en Materia de Derechos Humanos ha retomado las investigaciones, los avances han sido insuficientes. Las familias de las víctimas y los colectivos continúan exigiendo transparencia y un proceso judicial sin simulaciones.

Uno de los puntos más críticos fue el cierre de la Comisión para el Acceso a la Verdad y la Justicia (COVEH), encargada de investigar las violaciones graves a los derechos humanos cometidas entre 1965 y 1990. El Comité 68 insistió en la necesidad de judicializar los hallazgos de la COVEH, resaltando que, pese a los esfuerzos de las víctimas, la justicia sigue siendo una deuda pendiente. “La impunidad se ha perpetuado bajo diferentes gobiernos”, enfatizaron.

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

El Comité también aprovechó para cuestionar la reforma judicial propuesta por el gobierno, la cual consideran insuficiente. Exigen una transformación que abarque desde las fiscalías hasta el sistema penitenciario y que incluya la eliminación de la corrupción e impunidad. Además, denunciaron la creciente criminalización de la protesta social, haciendo referencia a las carpetas de investigación abiertas contra manifestantes y a la represión violenta que han enfrentado algunos sectores.

Otra de las demandas centrales fue la desmilitarización de la seguridad pública. El Comité alertó sobre las violaciones a derechos humanos causadas por la militarización y exigió el regreso del mando civil en las tareas de seguridad pública. En este contexto, también reiteraron su demanda de justicia por los 43 estudiantes de Ayotzinapa, señalando que la lucha por la verdad y la justicia en México es un proceso constante y que aún está lejos de lograrse.

Pese a los llamados del Comité 68 a mantener una manifestación pacífica, un pequeño grupo de manifestantes protagonizó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad al llegar al Zócalo.

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

 

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

A 56 años de la Masacre de Tlatelolco, marchan por justicia y verdad

Panadería “Alex”: 34 años de historia

En la panadería Alex, ubicada en Tequixquiac Estado de México, se realizan en horno continuo desde 1990, masas de bizcocho, danés y bolillo.

Texto y fotografías por Alejandra GS/ @AleGonSol

Desde 1990, Don Artemio edificó la panadería “Alex” en honor a su hijo mayor y desde hace 34 años comercializa pan en todo Tequixquiac, junto a sus hijos y nietos.

Las recetas de su pan semi artesanal realizado en horno continuo, han perdurado a lo largo del tiempo, ofreciendo la mejor calidad en cada pieza de bolillo, nube, beso, y rol, a los tequixquenses, desde su panadería y a través de camionetas que distribuyen en las diversas colonias y hogares de Tequixquiac, atendiendo además pedidos especiales y pan de temporada.

Horno continuo

El horno continuo tiene la peculiaridad de guardar el calor -de manera que casi nunca llega a enfriarse- puesto que su estructura y diseño no permiten que éste salga y que el pan se cosa de una manera rápida y precisa. El horno continuo de gas, consiste en una base en forma de laberinto en la parte inferior, una base de piedra en donde va el pan, y en la parte superior lámina, mientras que las paredes consisten de ladrillos rojos y por supuesto, una chimenea.

El horno en la Historia

De acuerdo con Laurosse el primer horno en la historia fue fabricado en Bersheva, Israel, hace 6,500 años.

Posteriormente, alrededor del año 2000 a. C. aparecieron en Egipto los primeros hornos para hacer pan. Dichos hornos constaban de una parte superior donde se colocaban los alimentos y una inferior que cumplía la función de quemador.

Tiempo después 500 a. C. los griegos perfeccionaron la técnica, agregando una puerta para controlar la temperatura. Y en los años veinte del siglo pasado se comenzó a usar el gas como alternativa a la leña y al carbón.

Fotografía por Alejandra GS. Instagram @gonzalezsolisalejandra
Foto documental por Alejandra GS @gonzalezsolisalejandra
Fotografía por Alejandra GS. Instagram @gonzalezsolisalejandra
Foto documental por Alejandra GS @gonzalezsolisalejandra
Fotografía por Alejandra GS. Instagram @gonzalezsolisalejandra
Foto documental por Alejandra GS @gonzalezsolisalejandra
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Foto documental por Alejandra GS @gonzalezsolisalejandra
Fotografía por Alejandra GS. Instagram @gonzalezsolisalejandra

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Trabajo realizado durante el taller de Fotografía Documental de la Agencia 11.11. impartido por Mario Marlo / Somoselmedio.

Manifestantes marchan sobre Paseo de la Reforma para exigir justicia por los 43 estudiantes desaparecidos

fueron desaparecidos en contra de su voluntad, Ayotzinapa no es la misma ciudad de hace 10 años.
Fotografia por Jorge Yeicatl

¡Y que retiemble en sus centros la tierra… y Ayotzinapa! Pese a lluvias y microsismos, la lucha por la justicia sigue en pie. Manifestantes se hacen presentes en Paseo de la Reforma, este 26 de septiembre. Ayotzinapa no está solo.

Por Aurora Ayala / @AuroGuada  

Foto de portada Jorge Yeicatl / @Jorge_Yeicatl

26 de septiembre del 2024. CDMX.- La tarde de este jueves 26 de septiembre se cumplió el 10° aniversario de la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Los manifestantes marcharon del Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino.

Previo al avance de los contingentes, un estudiante anónimo de la normal de Ayotzinapa me compartió unas breves palabras sobre su sentir ante la situación de sus compañeros.

“No cumplen con sus promesas el gobierno, por eso estamos aquí manifestándonos. Por nuestros compañeros nosotros sentimos algo así como tristeza y nos esforzamos por venir aquí a apoyar a los padres, ¿no? a lo que sea para llegar a la verdad, y que el gobierno nos entreguen los folios que hacen falta, que son 800”.

Las movilizaciones de los contingentes comenzaron a las 5 de la tarde guiados por una camioneta con carteles donde se podía leer “ni perdón, ni olvido” y un camión con altavoces en donde se podía escuchar la historia de lo acontecido hace 10 años: la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa que fueron interceptados, agredidos y desaparecidos por elementos de la policía. También se pidió justicia por medio de los altavoces por Aldo Gutierrez, estudiante herido de bala que desde el ataque está en estado de coma y finalmente se pidió marchar en conjunto de forma pacífica, y arrancaron los contingentes rumbo al Zócalo.

Manifestantes marchan sobre Paseo de la Reforma para exigir justicia por los 43 estudiantes desaparecidos

La lluvia, el viento y los petardos lanzados dentro de algunos locales resonaban por todo Paseo de la Reforma y provocaban que la piel se erizara ya sea por frío, ya sea por miedo. Se escuchaban consignas como “el que no brinque es Peña”, “van a volver, las balas que disparaste van a volver, la sangre que derramaste la pagarás, el pueblo al que asesinaste no morirá, ¡NO MORIRÁ!”, “1,2,3,4… ¡43!”; acompañadas con el resonar de tambores, los contingentes avanzaron hacia el Zócalo. Los primeros en marchar fueron los estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, la mayoría vistiendo playeras y paliacates negros.

Tras ellos siguieron varios grupos estudiantiles de diferentes instituciones como la UNAM, IPN, IEMS y la UACM portando símbolos como: 3 tumbas con cruces de cartón, fotos y nombres de los estudiantes; una figura militar con aspecto putrefacto sobre restos humanos; machetes con la leyenda “atenco rebelde”; un hombre con hojas en el torso y cabello; pancartas y carteles exigiendo justicia y señalando al estado como responsable; palomas de papel con los rostros de los estudiantes; banderas de Palestina y rojas con simbolismos antifascistas como la estrella roja, la hoz y el martillo, el EZLN, el Che y Pancho Villa.

Manifestantes marchan sobre Paseo de la Reforma para exigir justicia por los 43 estudiantes desaparecidos
Foto: Mario Marlo / @Mariomarlo

Me encontré con Vianey, una estudiante de la Lic. en Ciencias Sociales de la UACM, quién no encontraba su colectivo, pero eso no frenó que marchara hacia el Zócalo con su cartel en mano. Varios medios de comunicación se acercaron a ella para tomar fotografías y juntas nos reunimos con el contingente de la UACM cerca del caballito. Durante el recorrido no faltaron los disturbios como incendios y saqueos a algunos comercios capitalistas y extranjeros.

En una entrevista, Samanta Zaragoza, profesora e investigadora del plantel San Lorenzo Tezonco de la UACM, comentó que su universidad no solo se solidarizó en la marcha, sino que también organizaron una jornada en su plantel dedicada a las familias y estudiantes normalistas. Junto con la los docentes Tania Paloma, Ana Rosen, Samuel Cielo, Martha Olivares y varios estudiantes organizaron actividades como la instalación de las sillas con las fotos y nombres de los normalistas, un foro con presencia de familiares y estudiantes de Ayotzinapa y una tortuga de cartonería, la proyección de una película “Ayotzinapa, la noche en donde desaparecieron 43 estudiantes” seguida de un análisis. Además se organizó un círculo de la palabra donde estudiantes de la normal rural con reflexionaron sobre “qué significa ser normalista en tiempos de crimen de estado”, al concluir se invitó a la comunidad a la marcha y partieron rumbo al Ángel de la Independencia en un camión que les facilitó Julia de Servicios administrativos. Para finalizar la jornada se levantó el memorial, donde quedaron las fotografías de los estudiantes desaparecidos y sus flores.

Samanta también destacó la gratitud de los normalistas que asistieron el 26 de septiembre al círculo de la palabra, reconociendo la dedicación y compromiso ante el caso Ayotzinapa, generando satisfacción para ellos que son generaciones nuevas de la escuela rural normal de Ayotzinapa. Como docente, Samanta reflexiona sobre cómo la desaparición forzada en México ha marcado su vida, destacando que faltan no sólo 43, sino muchas más en todo el país.

Manifestantes marchan sobre Paseo de la Reforma para exigir justicia por los 43 estudiantes desaparecidos

Según un informe de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la marcha finalizó pacíficamente alrededor de las 18:15 hrs con saldo blanco en el Zócalo. Sobre las vallas que rodeaban al palacio nacional se prendió fuego y pintó “viven en nuestra rebeldía” junto una tortuga, símbolo emblemático de la normal rural de Ayotzinapa.

Así se conmemoró el aniversario de la búsqueda de justicia para los estudiantes de Ayotzinapa. Cristina Bautista, madre de Benjamin Ascencio Bautista; Nicanora García, madre de Saúl Bruno García; y Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (prodh) en donde se ha llevado el seguimiento al caso de Ayotzinapa, compartieron sus reflexiones al finalizar la marcha.

Nicanora expresó la decepción que siente hacía nuestro actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quién, al iniciar su gobierno prometió llegar a la verdad, pero siguen sin obtener resultados y no cumplió con su palabra, confirmando de esta manera lo que el estudiante anónimo entrevistado anteriormente compartió conmigo: “No cumple con sus promesas el gobierno”.

Veinticuatro, siete, seis

AMLO inaugura la controvertida presa El Zapotillo

Por Max González Reyes

Durante mucho tiempo el sistema político mexicano estuvo basado en dos pilares: las leyes formales y explícitas que eran emanadas de la Constitución y de las leyes, y las reglas informales y no explícitas de la práctica política que también tenían un peso específico. Estas reglas se tenían que cumplir al pie de la letra porque para todos era claro que, para las primeras, no se podía -ni se puede- violar la Carta Magna porque para ello está codificado todo el engranaje jurídico. El otro pilar que sostenía al sistema eran las reglas no escritas que no tenían fundamento legal pero que se aplicaban en la práctica, también, al pie de la letra. Estas reglas no codificadas (o metaconstitucionales, como en su momento las llamó Jorge Carpizo) tenían un peso específico dentro del sistema político mexicano, porque quien no se alineaba simplemente se convertía en un político en desgracia y su carrera estaba terminada.

Hay innumerables casos de actores políticos que se les aplicaron unas y otras reglas que les dieron proyección y permanencia o bien, que su carrera política quedó frustrada por no acatar las reglas escritas y las no escritas.

Así funcionó durante décadas el sistema político. No está de más decir que el abuso y desgaste de estas reglas llevó hacia el final del siglo pasado, precisamente, a la decadencia de mecanismo que terminó en fracturas y escisiones que se fueron convirtiendo en un sistema caduco frente a una sociedad que despertaba de un letargo.

Aun con ello algunas de esas reglas siguieron funcionando. Una de ellas era que una vez que se declara el ganador de la elección presidencial, el presidente en funciones comenzaba su retirada. Para ello, reducía sus actividades públicas y políticas, dejaba de aparecer en actos donde él era el centro.

Basta recordar que en el sexenio anterior, el entonces presidente Enrique Peña Nieto dejó que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador apareciera en los medios a efecto de ir tomando, desde antes de rendir protesta, las decisiones que a partir del 1 de diciembre de ese 2018 su gobierno asumiría.

Sin embargo, esa regla no escrita se rompió (o no se cumplió) en el actual gobierno. Como se acaba de mencionar, desde antes que el presidente Andrés Manuel López Obrador tomara el cargo se asumió como el protagonista de su gobierno. No estaba mal pues para ese momento se entendió que él era quien tomaría las riendas del siguiente sexenio. Una vez en el cargo, desde el primer día se dejó ver “el estilo personal de gobernar” con sus conferencias mañaneras. De la misma manera, a diferencia de otros mandatarios que los fines de semana no tenían actos públicos, el presidente López Obrador ocupó los viernes, sábados y domingos, para hacer visitas en los estados y, de paso, hacer declaraciones para tener presencia en los medios locales y nacionales.

Pero lo que más sobresale de esta forma distinta de gobernar es que una vez que pasaron las elecciones, el presidente no bajó su actividad política ni muchos menos su presencia en los medios.  Lejos de eso, el mandatario continuó dando conferencias mañaneras igual de largas y abundantes como lo hizo durante todo su sexenio. Esta cobertura de los medios obligó a la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo a hacer sus declaraciones y conferencias de prensa en hora distinta a las mañanas para no empalmar con las del presidente.

El periodo del interregno (entendido como el espacio de tiempo en el que hay una duplicidad en el gobernante, pues el que está en funciones aún no se va, y el que llega formalmente aun no asume el cargo) servía en el régimen priista para el reacomodo de la clase política, desechar a los que no se quedarían en el nuevo gobierno y acomodar a los que asumían un cargo en la nueva administración. Hoy no hubo ese intervalo, pues López Obrador no dejó un espacio a Sheinbaum. Más bien, para mostrar colaboración y cooperación entre el saliente y la entrante, el presidente invitaba a la presidenta electa a sus giras los fines de semana y con ello daban muestra de una colaboración y un traslado del poder sin sobresaltos. Pero la batuta la seguía teniendo el presidente.

Es decir, López Obrador no soltó un mínimo durante todo su mandato. Asumió el cargo veinticuatro, siete, seis, es decir, siete días a la semana, las veinticuatro horas por los seis años de su mandato. Si bien se podría decir que fue electo para cubrir todo ese lapso, dentro de las reglas informales y no escritas estaba dar oportunidad al próximo mandatario (ahora mandataria) de ir ocupando el espacio del presidente en funciones.

Esta postura de no ceder es el claro ejemplo de lo que fue el mandato de López Obrador. Desde el principio hasta el final es el protagonista y no quiere que le quiten los reflectores. Hasta el último minuto de su mandato será el presidente ocupando todas las áreas. En una de sus últimas mañaneras anunció que una vez dejado el cargo no se irá inmediatamente a su rancho en su natal Tabasco, sino que se quedará un tiempo en la Ciudad de México para “aclimatarse”. No vaya a ser que una vez dejado el cargo quiera seguir como protagonista.

¡LA LUCHA SIGUE! 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa

Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics

Se cumplieron 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.

Texto y fotografías por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics / @Ximeme16
Fotografías por Iván Ramírez/ @ivan.yairh / @Yair_R1H9

Ciudad de México, 27 de septiembre de 2024.- El 26 de septiembre del año en curso, se cumplieron 10 años de la desaparición forzada a manos del Estado, de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa. 

Después de estos años de lucha, los padres y madres de los estudiantes, siguen exigiendo justicia y la verdad sobre el paradero de sus hijos. 

Desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo de la Ciudad de México, madres y padres junto con estudiantes normalistas, contingentes, colectivos y personas en apoyo, marcharon como acto de protesta.

En la conmemoración de los 10 años se vivió una movilización llena de sentimientos, consignas, acompañamiento, carteles, actos simbólicos, acciones directas, denuncias hacia el Estado por la injusticia y el incumplimiento, con el fin de visibilizar y hacer un llamado a que se siga luchando por la verdad de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. 

“Que los ojos de los desaparecidos te persigan en tus sueños y el llanto de sus madres no te dejen dormir”.

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Iván Ramírez/ @ivan.yairh
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Iván Ramírez/ @ivan.yairh
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Iván Ramírez/ @ivan.yairh
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Iván Ramírez/ @ivan.yairh
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Ximena Badillo/ @mena_cozca_pics
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Iván Ramírez/ @ivan.yairh
Se cumplen 10 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Un largo camino de injusticia, de impunidad, pero sobre todo, de resistencia.
Fotografía por Iván Ramírez/ @ivan.yairh

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“¡Nos faltan 43!” A una década de su desaparición forzada en Ayotzinapa

26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial. 

Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.

Por Denisse Ureña / @denisseure_ y Jorge Yeicatl / @desconocido_tour

El pasado 26 de septiembre del 2024, fecha que marcó una década sin justicia ni verdad, donde la desolación y olvidó arrasó otro ciclo presidencial, tras la búsqueda de 43 normalistas desaparecidos en una noche crítica en las calles de Iguala, Guerrero.

Sin novedades por el Estado, una vez más las madres y los padres de las víctimas desbordaron indignación durante la marcha que recordaría los hechos del 2014.

En compañía de normalistas, organizaciones y simpatizantes se dejó en claro una fuerte rabia persistente ante un caso que continúa sin resoluciones.

“¡Sin justicia no hay paz!” “¡Vivos los queremos!”, resonaron las consignas desde los rincones del Ángel de la Independencia en Ciudad de México hasta la Plaza de la Constitución para reiterarle al presidente Andrés Manuel López Obrador el momento en el que se convirtió en el cómplice de quienes desaparecieron a sus hijos, cuando decidió darle la espalda al pueblo al encubrir al Ejército y dejar libre a los culpables.

La lucha por 43 estudiantes desaparecidos continua incansablemente hasta la reversión de la impunidad con huellas de 10 años.

Aún con bloqueos e impedimentos, los padres y las madres declararon seguir su búsqueda hasta encontrar la verdad.

26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial.  Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Denisse Ureña.
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial. Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Jorge Yeicatl
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial.  Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Denisse Ureña.
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial. Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Jorge Yeicatl
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial.  Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Denisse Ureña.
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial. Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Jorge Yeicatl
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial.  Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Denisse Ureña.
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial. Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Jorge Yeicatl
26 de septiembre del 2014 marcó una herida significativa en la historia de México con la desaparición de 43 normalistas la noche trágica en Iguala, Guerrero. En la fecha emblemática de este 2024, sus madres y padres continuaron exigiendo la verdad arrebatada otro sexenio presencial.  Con gran indignación y emotivas consignas, salieron a marchar para visibilizar 10 años de una búsqueda sin respuestas por aquello suscitado en Ayotzinapa.
Fotografía por Denisse Ureña.
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Fotografía por Jorge Yeicatl
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Fotografía por Denisse Ureña.
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Fotografía por Jorge Yeicatl
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Fotografía por Denisse Ureña.
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Fotografía por Jorge Yeicatl
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Fotografía por Denisse Ureña.

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