Home Blog Page 660

Galería Fotográfica: #Ayotzinapa seguiremos exigiendo.

México, DF a 6 de Diciembre de 2014.- A 100 años de que la División del Norte y el Ejército Libertador del Sur, encabezados por los Generales Revolucionarios Francisco Villa y Emiliano Zapata, respectivamente, en lo que fuera el momento culminante de la revolución social mexicana de principios del siglo XX, hicieran su entrada triunfal a la Ciudad de México; miles de personas se movilizaron para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas detenidos-desaparecidos el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero. La marcha concluyó en el Monumento a la Revolución, símbolo de aquella gesta heroica del pueblo mexicano y en durante el mitin se confirmó la noticia de la presentación, muerto, del estudiante Alexander Mora Venancio, de 21 años de edad. La indignación y la rabia que se dejaban sentir entre los integrantes de las organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles, populares y la sociedad civil participantes, no opacaron la alegría de la movilización, ni la fuerza y la determinación para seguir luchando junto a los familiares y los normalistas, hasta que no se presente a los 43 que aún nos faltan y se haga justicia ante este crimen.

Consigna la PGR a 11 de los detenidos el 20 de noviembre; los envía a penales federales

Foto: Isabel Sanginés

Los jóvenes son acusados de terrorismo, tentativa de homicidio, motín y asociación delictuosa; estudiantes, familiares y organizaciones solidarias llaman a movilizaciones urgentes para exigir su liberación.

Ciudad de México, a ….. .- Los familiares, compañeros y amigos de los 11 estudiantes detenidos la noche del jueves 20 de noviembre, en las inmediaciones del Zócalo capitalino, después de las marchas que recibieron a los padres de 43 normalistas desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, dieron esta mañana una conferencia de prensa en la entrada de la SEIDO para informar la situación jurídica en la que se encuentran y los delitos por los cuales el gobierno federal los tiene retenidos.

Los 11 estudiantes fueron detenidos en condiciones irregulares; se han violado sus garantías individuales y derechos humanos, han sido golpeados y no se les ha permitido la elección de un abogado particular, a pesar de estarlo solicitando. Hugo Bautista Hernández, padre de Tania Damián, denuncia que a su hija la mantuvieron incomunicada por más de 25 horas e integrantes del Frente Popular Francisco Villa Independiente informan que el estudiante de preparatoria Enrique Damián se encuentra en la misma situación.

Los delitos que se les imputan son graves: terrorismo, tentativa de homicidio, motín y asociación delictuosa, lo que pone a los 11 detenidos en una situación delicada, ante lo cual hacen un llamado a las organizaciones civiles y sociales, a las organizaciones de derechos humanos y a los medios de comunicación a solidarizarse con la exigencia de libertad de los detenidos, y a toda la sociedad a sumarse a la exigencia para que el gobierno detenga la campaña de represión y criminalización en contra principalmente de los jóvenes.

Asimismo, en la última hora se notificó que los 11 jóvenes han sido consignados y serán enviados a penales federales fuera de la Ciudad de México. Los hombres al penal federal de Veracruz y las mujeres al penal federal de Nayarit.

Estudiantes de Ayotzinapa: “Queremos justicia”

Foto: Isabel Sanginés Franco

Normalistas rechazan declaraciones de la PGR.

Chilpancingo, Guerrero, 8 noviembre 2014. Estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, quemaron el Palacio de Gobierno del Estado de Guerrero manifestando así su inconformidad ante las declaraciones del Procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, donde anuncia el hallazgo de bolsas negras con cenizas de restos humanos que apunta pueden ser los restos de los 43 normalistas desaparecidos. Este supuesto está sustentado en declaraciones de sicarios que señalan haber participado en los hechos.

“¡Queremos justicia!”, fue el grito de los jóvenes estudiantes al realizar dicha acción, pintas y consignas con este reclamo aparecían alrededor del palacio. Su rechazo al sistema de justicia fue expresado con la quema de una patrulla de la Policía Federal y camionetas de productos transnacionales.

Cabe señalar que hoy se cumplen 44 días del ataque que sufrieron en Iguala los estudiantes donde el saldo fue: tres estudiantes asesinados y tres civiles, así como 43 normalistas desparecidos por la policía del estado. Los padres de familia rechazan hasta el momento las versiones oficiales que ha emitido la PGR, siguen convencidos que el único resultado que aceptaran respecto a la identificación de los cuerpos sera el fallo emitido por el equipo de antropólogos forenses argentinos.

“Las bombas molotov, los cristales rotos y el humo de los carros quemados no se compara con la violencia que el estado ha ejercido hacia nosotros”, gritó enfurecido uno de los normalistas presentes. La población que miraba los actos y además de grabar los hechos, aprobando o desaprobando los mismos asentaban con la cabeza un sí o un no, pero al igual que los manifestantes coreaban “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

 

 

El crimen de Iguala y la insurrección que viene

Foto: Isabel Sanginés Franco

Columna: El historiador Impertinente

 

De todas maneras considero ineludible que nosotros a todos aquellos que tienen el poder y nos amenazan, los asustemos. No nos queda otro camino que contestar a sus amenazas con amenazas y hacer inefectivos a todos aquellos políticos que con toda irresponsabilidad y por intereses egoístas llevan al mundo a la muerte.

Günther Anders

El 26 de septiembre pasado, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, fueron desaparecidos, seis ciudadanos fueron asesinados -entre ellos cinco normalistas, uno de los cuales fue horrendamente desollado- y 25 más fueron lesionados en la ciudad de Iguala. Ante un crimen de este tamaño, lo primero que experimentamos es indignación, estremecimiento e impotencia. Enseguida surgen las preguntas.

¿Quiénes son los responsables?

¿El ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, presuntos autores intelectuales del crimen, hoy prófugos?

¿Los policías municipales de Iguala que detuvieron a los estudiantes?

¿Los policías municipales de Cocula que los ayudaron?

¿El ejército federal que, estando presente, no intervino?

¿El grupo delictivo Guerreros Unidos, relacionado con Abarca, que presuntamente desapareció a los estudiantes, después de que les fueron entregados por los policías?

Se habla de una red de complicidades. ¿Hasta dónde llega?

¿Al depuesto gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, que no encarceló a Abarca cuando pudo hacerlo?

¿Al procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, que no actuó contra el ex alcalde, a pesar de las reiteradas denuncias en su contra?

¿Al Partido de la Revolución Democrática que encubrió tanto a Aguirre como a Abarca?

¿Al secretario de gobernación, Osorio Chong, que libra su propia guerra contra los normalistas?

¿A los funcionarios de la Unión Europea que, con tal de no perder jugosos negocios, respaldan “los esfuerzos del gobierno federal”?

Las normales rurales forman parte de un vasto proyecto de educación popular que surgió de la Revolución Mexicana. Su existencia misma es un grito contra el modelo económico vigente, en el cual no tienen cabida jóvenes campesinos informados y críticos. La SEP, los burócratas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, los medios de comunicación, el establishment académico, los policías, los jueces, los periodistas y todos los principales partidos políticos son cómplices de la masacre porque, de una manera u otra, han contribuido a fabricar la imagen de las normales como semilleros de guerrillas y de los estudiantes como individuos-canallas.

El crimen de Iguala no viene solo. El 12 diciembre de 2011, la policía de Aguirre mató arteramente a dos estudiantes de la misma normal, Jorge Alexis Herrera y Gabriel Echeverría, durante un desalojo violento en la Autopista del Sol. “Había que limpiar la carretera”, explicó sin tapujos un mando policial. Días después, el 7 de enero de 2012, un tractocamión atropelló a un grupo de normalistas que boteaban en la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo. Varios quedaron heridos y dos murieron. El 24 de mayo pasado, Aurora Tecoluapa, estudiante de la Normal Rural “General Emiliano Zapata”, de Amilcingo, Morelos, fue muerta por un coche en la carretera México-Oaxaca, mientras que seis de sus compañeras quedaron lesionadas.

Lo que vivimos es la guerra del Estado mexicano contra los jóvenes, especialmente los jóvenes insumisos, de origen proletario. El 2 de octubre de 2013, el estudiante Mario González García fue detenido en la Ciudad de México, mientras se dirigía en autobús a una manifestación. Es decir, fue detenido sin haber cometido ningún delito, por el sólo hecho de ser un conocido activista libertario y de haber participado en la lucha por la defensa de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH). Increíblemente, Mario fue condenado y permanece preso, a pesar de no haber cometido ningún delito, como Josef K, el protagonista de la novela El proceso de Kafka. El 19 de octubre último pasado, mientras en el país subía la indignación por los hechos de Iguala, otro joven, Ricardo de Jesús Esparza Villegas, estudiante del Centro Universitario de Lagos, Jalisco, fue asesinado por policías estatales en la ciudad de Guanajuato en donde se encontraba de visita, para asistir al Festival Cervantino.

Sería un error creer que estos crímenes tengan que ver con un supuesto “atraso” de México. Son, por el contrario, acontecimientos absolutamente modernos, “banales” en el sentido que denunciaba Hannah Arendt cuando, horrorizada, hablaba de la banalidad del mal. Un crimen como el de Iguala podría suceder en cualquier parte: en Palestina, Siria, Irak, sin duda, pero también en Francia, Estados Unidos, Italia… La dictadura de la economía burocrática debe acompañarse de una violencia permanente. Todos somos seres colectivamente prorrogados con fecha de caducidad; ya no somos mortales como individuos, sino como grupo cuya existencia sólo está autorizada hasta nueva orden.

¿Cómo explicar la reacción (hasta ahora) modesta del pueblo mexicano ante hechos tan terribles? Hace más de medio siglo, Günther Anders –el filósofo y activista antinuclear- reflexionó de manera lucida y despiadada en torno al problema de cómo el mundo actual produce seres deshumanizados, que no conocen el remordimiento, ni vergüenza alguna ante los horrendos crímenes cometidos por ellos mismos. Vivimos una nueva etapa del totalitarismo que transforma a los seres humanos en piezas mecánicas incapaces de reacciones humanas. Por más infernal que esto aparezca, sólo existimos como piezas mecánicas o como materiales requeridos por la máquina.

Y sin embargo, la última palabra no está dicha. “Desde cualquier ángulo que se le observe el presente no tiene salida. No es la menor de sus virtudes”, escribían hace años los anónimos autores de un célebre panfleto, La insurrección que viene. Y añadían: “la esfera de la representación política se cierra. De izquierda a derecha es la misma nada que adopta poses perrunas o aires virginales, son las mismas cabezas oscilantes que intercambian sus discursos según los últimos hallazgos del servicio de comunicación. (…) Nada de lo que se presenta está a la altura de la situación. En su propio silencio, la gente parece infinitamente más adulta que todos los títeres que se pelean por gobernarla”. Estas palabras, que se refieren a Francia y a la desesperación de los jóvenes migrantes en los guetos de las metrópolis europeas, se aplican perfectamente a lo que estamos viviendo aquí y ahora. Hoy, en este México tan martirizado, no tenemos más opción que romper el silencio e inventar nuestra propia insurrección.

¡Justicia! ¡Presentación! calles del DF por caso Ayotzinapa

Foto: Isabel Sanginés

Marcha “Una luz por Ayotzinapa”.

Ciudad de México a 23 de octubre, 2014.- Presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos por policías municipales, justicia por la muerte de tres de los estudiantes, esclarecimiento de los hechos y castigo a los responsables del ataque en Iguala, Guerrero, el pasado 26 de septiembre fueron algunas de las demandas de los miles de ciudadanos que marcharon la tarde del miércoles 22 de octubre por las calles de la Ciudad de México.

Con la foto de su hijo en mano y una veladora, los familiares encabezaron los múltiples contingentes que iniciaron su caminata del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo Capitalino en punto de las 18:00 horas.

Al grito de “¡Hombro a hombro, codo a codo Ayotzi somos todos!” caminaron por Paseo de la Reforma estudiantes de la Normal de Ayotzinapa así como organizaciones sociales, sindicatos y estudiantes de las diversas universidades, preparatorias y CCHs del Distrito Federal.

“Esta no es una marcha de fiesta, es de lucha y protesta”, “Nos duele en lo más hondo de nuestro corazón lo que pasa en Guerrero”, expresaban con micrófono en mano los padres de los 43 estudiantes desaparecidos mientras se dirigían al Zócalo.

Apoyados por las personas que formaron vallas sobre las aceras, los contingentes entraron por la calle 5 de mayo alrededor de las ocho de la noche. ¡Fuera Peña Nieto, fuera Peña Nieto!” fue el coro que hizo retumbar la calle por un largo tiempo.

Ya en la explanada del Zócalo los padres de familia subieron a un templete, espacio donde expusieron con lágrimas y coraje el dolor que los ha acompañado desde ya más de 20 días: “quiero decirles que no hay palabras para expresar lo que sentimos. Quiero decir a Peña Nieto que es un gobierno corrupto y al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre que es igual. Queremos justicia por todo lo que han hecho y a nuestros hijos con vida. Es una vergüenza lo que está pasando en el estado de Guerrero, una vergüenza que se está llevando a nivel nacional e internacional. Agradecemos su apoyo moral y psicológico pero quiero decirle a donde se encuentre mi hijo, Carlos Hernández Muñoz que tenemos la esperanza de que regrese a casa. Hoy está pasando un día más y no sabemos de una respuesta de Peña Nieto, así que exigimos a esos priistas, panistas y perredistas que haya justicia, no queremos más partidos queremos justicia”, expresó Luis miranda padre de Carlos.

A través de la lectura de una carta, los familiares del estudiante Julio Cesar Mondragón, quien fue encontrado desollado, exigieron que el caso de su familiar lo tomara la Procuraduría General de la República (PGR) y no la Procuraduría de Justicia de Guerrero, pues aseguran que la muerte de Julio no fue un homicidio y si una ejecución extra judicial, en la que hubo tortura y por tanto es un crimen de lesa humanidad en el que el responsable es el Estado.

El templete estuvo rodeado de 43 pupitres, cada uno con la fotografías de los desaparecidos, así como de los tres caídos en la agresión. Ante decenas de veladoras que iban siendo colocadas por los manifestantes, el acto concluyó con el pase de lista, momento en el que los miles de manifestantes gritaban “¡presentación!”.

No amo a la UACM

Por Carlos A Secas

Yo no amo a la UACM, porque más bien es como la novia que mojaba mi cajetilla de cigarros; decía que tenía que cambiar, mejorar. Mi universidad me hace la vida más complicada: cambié mis Plei bois por Madame Bovary.

No me lleno de orgullo como cuando la selección mexicana gana, al decir que soy uacemita; pero me encanta convivir con un profesor que parece Santa Claus, un viejo simpático que en su saco trae libros, y sus regalos, sobre las mesas, son anécdotas que me dejan con la boca abierta; que me dice que hay que leer para darle la espalda a la realidad matraca y así, hacerla más llevadera.

Me encanta trabajar con aquella maestra que parece un perfume fino, ejemplifica aquello que la verdadera grandeza se mide de la cabeza al cielo; la que se aventuró a leer más seguido lo que hago, la que siempre está sonriendo, y a pesar de, a veces, llevarme de la mano por los libros, sigue sonriendo.

También es placentero compartir tiempo con la maestra cantante, performera, cuentista, poetisa, diseñadora, y lo que se acumulé en la semana…  tal vez hierba mala.

Me late la UACM y que me digan que soy un pendejo en vez de “buenos días”; pero que me lo digan porque me lo merezco; que soy pendejo por contenerme, que soy pendejo porque mi personaje tenía todo para ser un asesino guadalupano y diputado pero lo dejé en un estudiante de política ateo. Con esa maestra, la que en su apellido por poco lleva una Rosa, es bueno sentirse un pendejo; pero es mejor cuando trabajamos el texto y va quedando algo medianamente bueno (no como la rima que llevo).

Me late estar con el profe que me prohíbe soltar al niño aún tengo; que defiende la idea de que concursar en los premios de literatura es un deporte extremo.

Sueño con desmenuzar un párrafo como la maestra que vio mi primera cuartilla de novela, y tres semestres después por poco ve el final; lo hubiera visto si yo fuera un poco más escritor; fue ella misma quien me sugirió caminar al lado de la maestra Perfume Fino.

Que un seminario en la escuela no me vaya a hacer sacerdote es muy chido, y que la maestra que lo da sea muy chida es también algo chido; que me defienda como estudiante también está chido, y es chido tener una asesoría con ella; puedo jurar que le encanta ser maestra; tanto que ya la imagino encerrando mis “chidos” y proponiendo “chévere” “padre” o “poca madre”.

No amo a la UACM porque más bien es como la novia que me predispuse a que nos separaríamos; entonces, mejor no la amo, y que me vea desde lejos cómo sí aprendí de ella, cómo no tiré el tiempo con ella, cómo, si hago algo que valga la pena, aunque lo niegue, aunque diga que no la amo, la verdad lo haré por ella.

La nueva antena de Radio Fogata

Por Chechén de los Ríos

En una caja que simulaba contener el CPU de una computadora viajó, el fin de semana pasado, el nuevo transmisor de radio que fue instalado en la Casa Comunal del municipio autónomo Cherán K’eri, Michoacán. Eramos cuatro los acompañantes de ese paquete tan significativo. Un compa que armó el transmisor y que tenía amplios conocimientos sobre la instalación de la radio, sus usos y posibilidades. Otro que había apalabrado y acompañado el proceso de la gestión, compra y traslado del equipo -siempre en conjunción con el Consejo Mayor de Cherán- y los jóvenes compañeros de Radio Fogata que han sido los encargados de la misión; y de desarrollar y coordinar el ejercicio de la radio como una práctica comunitaria. El tercero cargaba con su cámara para filmar el proceso de instalación, pues se encuentra participando en un documental sobre Radio Fogata. El último era yo, quien narra esta historia.

Llegamos a Cherán alrededor de las 7 de la mañana del sábado, entrando al pueblo podían verse algunos letreros y pintas que hacían referencia a la Ronda Comunitaria y al proceso de autonomía que tan buenos resultados ha traído a los habitantes de aquel pueblo. Nos bajamos del camión y caminamos hacia la plaza donde se encuentra la Casa Comunal, sede del Consejo Mayor (máxima autoridad del pueblo) y también de Radio Fogata. Dejamos las cosas encargadas en la oficina de la Ronda y salimos en busca de un atole para calentarnos pues, aunque ya había clareado, el frío estaba fuerte y el sol aún no echaba sus rayos amarillos.

No mucho tiempo después, llegó a encontrarnos uno de los jóvenes que integran el proyecto de la radio. Con él fuimos al lugar que ha fungido como la cabina de transmisiones y donde se instalaría, durante la jornada de ese día, el nuevo transmisor. Esperamos un rato a que llegaran los miembros del Consejo para que autorizaran la operación, todo ese tiempo lo pasamos hablando sobre varios detalles importantes que concernían a la instalación de la radio; la mejor manera de montar la antena para que tuviera un alcance mayor, cuestiones acerca de la altura y la obstrucción de la señal por los cerros; la diferencia en potencia entre el nuevo transmisor de 150 watts y el anterior, que contaba con tan sólo 15; la importancia de la formación política de los coordinadores para que la radio se convierta en un verdadero ejercicio comunitario y interesante y estratégico.

Cuando llegaron algunos miembros del Consejo, pasamos al salón principal para presentar la antena, el transmisor y el plan para instalar la radio. Eran cinco, los miembros del Consejo que nos recibieron, el ambiente era de confianza y alegría. Después de los saludos cordiales se comentó el plan de instalación y algunas perspectivas para la buena realización del proyecto, también se acordó que se iba a usar una torre metálica la cual se encontraba sin usar en la azotea de una casa; tras acordar los detalles, nos invitaron a desayunar a casa de uno de ellos, lo cual agradecimos con gusto. Después de desayunar comenzaría lo bueno.

Caminamos una cuadras guiados por el compa de Radio Fogata y llegamos a una casa que tenía un bello segundo piso hecho de madera – como tienen varias casas de Cherán –  y una puerta azul claro, nos abrió una amable señora que era la esposa del K’eri que nos había invitado, pasamos a un patio donde había una gran variedad de plantas y luego fuimos conducidos a una sala donde nos llevaron unas sabrosas tortillas de mano y un sabroso caldo rojo con carne, churipo. Al terminar tomamos un té y tuvimos una sobremesa muy gustosa conversando con la señora. Nos despedimos agradecidos y fuimos por lo necesario para comenzar el trabajo.

Pasamos a la Casa Comunal donde se nos unió un compa más de Radio Fogata y, ya completos y desayunados, nos dirigimos a recoger la torre donde iría montada la antena. Subimos a la azotea y entre cuatro compas, realizaron la esforzada misión de desmontar la torre, bajarla varios pisos, cargarla por la calle unas cuadras a través del mercado hasta la Casa Comunal, subirla hasta el techo, montarla y asegurarla en la terraza, colocar los tensores, fijar la antena al tubo que la iba a sostener y luego fijar el tubo a la torre metálica que ya se erguía, promisoria, sobre las casas del pueblo de Cherán. El compañero que iba a filmar y yo, acompañamos en todo momento los trabajos, procurando no perder detalle y registrándolo todo con video y fotografía.

La torre se estaba montando en el techo de la Casa Comunal y el mercado sucedía en la plaza frente a ella, la gente del pueblo compraba, y mientras lo hacía veía el proceso de levantamiento de la antena,  sabían que era el nuevo equipo con el que Radio Fogata reanudaría, revolucionadas, sus transmisiones.  La gente en el pueblo compraba, y mientras lo hacía comentaba acerca de los próximos programas que se transmitirían desde la renovada estación. En esa tarde, el Sol acompañaba en el cielo a unas delgadas nubes que dejaban pasar platinados sus rayos, las palomas revoloteaban dando vueltas en la plaza y la nueva antena saludaba al pueblo de Cherán.

Habían pasado varias horas desde que fuimos a recoger la torre, tras montar todo lo que se requería en el techo y la terraza, bajamos a la cabina y pronto llegó el momento de ir a comer. Fuimos conducidos por ciertas calles y a través de un puente hasta una casa con una barda de tablas de madera. Ésta era casa de una de las chicas que integran el equipo de Radio Fogata, cuya familia tuvo la amabilidad de invitarnos una sabrosa comida que constaba de chicharrón con chile en salsa, arrocito rojo y unas tortillas azules de esas que se extrañan en la ciudad. Mientras comíamos se sentía el calor de la confianza y el gusto de los viejos amigos que se vuelven a encontrar. Platicando comimos mucho y luego tomamos café. En el techo de laminas de cartón había un hoyo, la luz del Sol que entraba por él nos mostraba el bello juego del humo que salía del comal.

Muy satisfechos y agradecidos salimos de regreso a la Casa Comunal para proceder a la segunda parte de la operación, es decir, conectar el transmisor, prenderlo y comenzar a trasmitir. Al llegar a la cabina el grupo se puso de nuevo en acción, se conectó el cable cuyo otro extremo estaba ya en la antena, se prendió el transmisor, se preparó una lista de reproducción con varias canciones y los spots de Radio Fogata hechos anteriormente y tras fijar la frecuencia de transmisión en el 102.1 de FM, comenzaron las nuevas transmisiones de Radio Fogata.

Después de terminados los trabajos se continuó transmitiendo canciones y spots, mientras descansábamos. El sol se metía en el poniente y la gente del pueblo comenzó a darse cita en el centro de la plaza pues pronto comenzaría una pasarela preparada por jóvenes de la comunidad, donde niñas y muchachas desfilaron a la usanza de las pasarelas de las grandes capitales del mundo. Los puestos nocturnos de comida y juegos se iban acomodando poco a poco alrededor. El ambiente era festivo. Cuando la pasarela terminó, los compas de Radio Fogata ya tenían preparados los palos y la pelota para jugar Uarhúkua o pelota encendida, que es un juego tradicional purépecha donde dos equipos se enfrentan para llevar una pelota encendida, – por medio de golpes de bastones artesanales con cierto parecido a los de hockey –, hasta la zona de anotación del equipo contrario. El juego tiene un carácter ritual y una importante regla es la no celebración de las anotaciones. Fuimos invitados a jugar y participar de la emoción de ese juego que guarda un gran significado simbólico y remite a la parentela del pueblo purépecha con Kuricakeri, el viejo dios del Fuego.

La jornada fue rica en muchos aspectos, pero el más importante fue la oportunidad de mirar de cerca el proceso de organización comunitaria que está sucediendo en el pueblo de Cherán, donde cada vez se hace patente de manera más clara que cuando el pueblo se encarga de decidir el camino a que ha  de caminar, poco a poco se van solucionando los problemas perpetrados por el mal gobierno y la forma capitalista de reproducción social y se van generando perspectivas propias y comunitarias para la construcción de una vida digna y feliz para todo el pueblo. En este contexto es donde hay que situar el proyecto de radio comunitaria que encarnan los compas de Radio Fogata. Pues entre ellos existe la plena consciencia de que la herramienta de la radio puede ser utilizada como un instrumento de comunicación que sirva para dar cohesión, dinamismo y profundidad a la comunicación que una comunidad entabla consigo misma y por lo tanto, como un medio para fortalecer los procesos del tejido social y la participación política de la sociedad en las decisiones que han de afectar sus vidas. A la par, la radio también sirve como un espacio donde la comunidad puede expesar sus diversas formas de ser y pensar, a través de todas las posibilidades que ofrece este medio de comunicación.

De esta manera el pueblo de Cherán camina siendo ejemplo para los demás pueblos y comunidades del país. Adelante Cherán K´eri y mucho éxito compañeros de Radio Fogata.

 

Anuncian la conformación de la Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia

En reciente comunicado los diversos Consejos de Gobierno Seguridad y Justicia de la Policía Ciudadana y Popular (CGSJ-PCP) que tienen presencia en varios municipios del estado de Guerrero anunciaron la conformación de la Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia (CRSJ) con “la finalidad de cerrarle el paso a la delincuencia organizada y a toda manifestación o conducta que lesione la integridad de las personas y altere la paz y la tranquilidad de las comunidades”. Además fijaron su postura respecto a los últimos acontecimientos político-sociales en el estado de referencia.

En principio la Policía Ciudadana y Popular (PCP) deja claro que su misión es: defender a las comunidades de la delincuencia organizada; combatir los actos antisociales, delincuenciales y la corrupción que prevalece en las instituciones. Enfatiza que son una “expresión política del descontento ante la ineficacia del sistema de seguridad gubernamental frente a la delincuencia”. Sin embargo, aclaran que no obstruirán las labores de las autoridades en materia de justicia, sólo piden que lo “hagan bien”. La PCP se dice dispuesta a “coadyuvar y coordinar acciones en contra de la delincuencia y por la seguridad, manteniendo nuestra autonomía y soberanía”.

Respecto a los acontecimientos en Acatempa, municipio de Tixtla, Guerero, señala la PCP que ellos privilegian el “Dialogo, entendimiento y la tolerancia” en la resolución de cualquier tipo de conflicto, antes que la utilización de medidas de carácter coercitivo, de ahí que condenen los actos de “terrorismo policiaco militar” con el que se intentó desarmar y detener a integrantes de la Policía Comunitaria en Acatempa el día 13 marzo del año en curso. De igual forma exigen respeto a los sistemas de seguridad y organización comunitaria, expresando su solidaridad hacia la PC.

Por otra parte expresan que la organización de las comunidades indígenas y no indígenas no violenta la ley, sólo se organizan contra quienes sí lo hacen. De ahí que “Nos parece un absurdo y completamente irracional, la actitud de enviar a los militares a intimidar a los campesinos indígenas, que en pleno uso de sus derechos políticos y civiles se manifiestan por demandas de sus pueblos. Es una violación a las propias leyes de Libre tránsito, manifestación y organización”, además de ser una medida de “intimidación gubernamental”.

Relacionado con la “autodefensa de la UPOEG” señala el comunicado que no se debe de confundir la PC y la PCP  con la autodefensa que promueven Bruno y Cirino Placido desde la UOPEG porque las dos primeros son “expresiones legítimas y auténticas de la comunidad” y la de los hermanos Placido responde a intereses empresariales que buscan desplazar al sistema comunitario para explotar los recursos naturales.

La PCP enfatiza en señalar que la UPOEG y los grupos de autodefensa son “un grupo paramilitar, igual que Antorcha Campesina que su misión es destruir y confrontar a los pueblos, dividirlos y crear el caos” desde el “chantaje” o “tutela” de algunos gobiernos. Los grupos de autodefensa, según la PCP, no tienen “trabajo real en las comunidades”, viven su momento “mediático” y se mantienen de actividades que dicen llamar “gestoría”. Y más aun, no son elegidos por sus comunidades, no tienen “principios” y “estatutos”, de ahí que se pueda integrar a ellos cualquier persona.

La PCP hace un llamado a la población a no confundirse o dejarse confundir porque “Los Grupos de Autodefensa de la UPOEG o como se llamen, no les cambiará su esencia servil, son una fuerza PARAMILITAR y gansteril contraria a la comunidad, contraria a la CRAC-PC, contrario a la Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia de la Policía Ciudadana y Popular. Es contraria al pueblo y a la vida”. También sugiere al gobierno no promover a grupos como la UPOEG y se respete el “derecho legítimo a la libre manifestación y el libre tránsito”.

Finalmente, la Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia- Policía Ciudadana y Popular (CRSJ-PCP) señala que “apoya la lucha del magisterio de Guerrero y hacemos un llamado al gobernador para que muestre voluntad de solución al conflicto” privilegiando el “diálogo”. Así mismo hacen un llamado a los profesores a que en su lucha no se desvinculen de los padres de familia; no apoyen a diputados que avalan reformas educativas y sobre todo que comprendan que la problemática educativa es “sistémica” y por lo tanto la “lucha debe ser integral”; haciendo un llamado a “los pueblos indígenas, a la población en general de Guerrero, México y del mundo, para cerrar fila contra las políticas que desprecian la vida y privilegian la destrucción”.

Al término del comunicado la PCP deja anunciado que en próximas fechas dará a conocer “la propuesta política completa” de su Sistema de Seguridad y Justicia SSJ. Adelantando que dos de los pilares fundamentales son: construir el Consejo de Gobierno Seguridad y Justicia (CGSJ) y la Policía Ciudadana y Popular (PCP).

Don Félix Serdán Nájera, zapatista de los de antes y de los de ahora.

Don Félix Serdán Nájera
El libro sobre Felix Serdán, publicado por Desinformémonos, es presentado en la casa del Mayor Honorario del EZLN y antiguo jaramillista Felix Serdán, en su casa en Tehuixtla, Morelos. Foto: Isabel Sanginés

Don Félix Serdán Nájera, mayor honorario del EZLN y jaramillista morelense, murió a los 98 años de edad.  Como un homenaje publicamos el siguiente texto  que escribe el antropólogo Gilberto López y Rivas, en el libro Félix Serdán Nájera “Memorias de un guerrillero jaramillista”, editado por Desinformémonos Ediciones. 

Al cursar la preparatoria en los inicios de los sesenta del siglo pasado, fui “invitado” (reclutado) a alistarme a un grupo armado que recién se estaba organizando en el contexto del impacto de la revolución cubana y la proliferación de esfuerzos guerrilleros por América Latina, de los que no escapaba México.

 Por esa vía ingresé al mundo campesino de las redes jaramillistas que todavía quedaban en el estado de Morelos y conocí a quien hasta la fecha es mi compañero y amigo, Félix Serdán Nájera, abanderado del Congreso Nacional Indígena (CNI), a quien el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) otorgó el grado de Mayor Insurgente Honorario, y cuya vida se relata en el libro que el lector tiene en sus manos.

 “Rogelio”, uno de sus nombres de la vida clandestina de esos años, me enseñaba cómo viajar parado en los pasillos de los viejos camiones de pasajeros que circulaban por su estado natal, cerca de las puertas, nunca sentado y mucho menos dormido, llegar a una casa y conocer convenientemente las salidas, no dar la espalda a ventanas y puertas, diluirse en las calles y reuniones sin mirar a la gente o hablar más de lo necesario, y otros muchos consejos prácticos que se van asumiendo como una segunda naturaleza de la apariencia exterior, la cual por cierto también cuidábamos de acuerdo a circunstancias y medios sociales.

 En Morelos conocían a Félix también como “el Maestro” (una de las ocupaciones que tuvo en su larga vida de revolucionario), quien incansable recorría por el día casas de simpatizantes y camaradas, arriesgándose a que lo reconocieran los sicarios del gobierno; por la noche, caminando a la luz de la luna (lo hice con él una vez en esas condiciones) llegando a las chozas repletas de perros flacos, sarnosos, hambrientos, ladrando a más no poder; en las ventanas, apuntando a los intrusos con las viejas carabinas 30-30 o los rifles 22, de quienes quedaban de las tropas de Jaramillo, escuchando sus planteamientos de “socialismo religioso”, ya que Rubén fue pastor protestante. En la voz de uno de quienes le sobrevivieron escuché: “Si Dios nos trae al mundo desnudos, sin ser dueños de nada ni de nadie, ¿por qué alguien puede ser dueño de la tierra o del agua y mandar sobre otros? Todos somos iguales a los ojos de Dios”.

 En un fogón de un barrio pobre de Cuernavaca conocí a una anciana que no parecía diferenciarse de otras, con sus enaguas y rebozo; “esa viejita,” me comento un compañero, “llevó armas, dinero, comunicados a Jaramillo cuando estaba peleando contra los sardos (soldados). Cruzaba los retenes de las tropas, vendiendo tacos en una canasta de doble fondo, nunca la descubrieron”.

 Recuerdo que la represión contra los jaramillistas cobraba muchas víctimas y algunos de ellos, como “Rogelio”, andaban a salto de mata o viviendo en casas de seguridad, donde lo conocí, como “profesionales” de la organización. Uno de ellos, Rey Aranda, me causó gran impresión; hombre bien parecido, de bigotes zapatistas, que debiera haber andado en sus cuarenta, sembraba su tierra con sus dos hijos jóvenes cubriéndolo con sus carabinas. Había sobrevivido a varios atentados, en uno de ellos, me contó uno de sus hijos, mató a su emboscador, tirándose del caballo, mientras disparaba. No supe, finalmente, que paso con él, aunque en el 2002, durante una ceremonia luctuosa en el estacionamiento de la zona arqueológica de Xochicalco, lugar del sacrificio de Jaramillo y su familia, fue recordado por uno de los oradores, y ahora mencionado en varias de las páginas que siguen.

 Conocí, también, en una casa de seguridad, a quien dijo ser “ajusticiador” al servicio de la causa jaramillista: un campesino bajo de estatura y delgado, parco para casi todo, menos para el tema de sus singulares “tareas”: cuando las redes de información de Jaramillo sabían que se estaba preparando un atentado contra él, nuestro hombre se adelantaba para prevenirlo:”yo no les asesinaba”, me dijo, “siempre les daba su oportunidad, preguntando antes de desfundar, ¿fulano, no tienes un pendiente?” En retrospectiva, esto parecería sanguinario, pero en el contexto de la época era natural que hubiera una autodefensa popular frente al poder del Estado y sus secuaces represivos, que asesinaban y desaparecían militantes gozando de protección e impunidad total. Nunca se exaltó en esos años ni se coincidió con el terrorismo o la violencia indiscriminada contra la población civil, funcionarios o miembros de cuerpos represivos desarmados, todo lo cual incluso se criticaba como una desviación delincuencial no revolucionaria. La vía armada se consideraba como un “mal necesario” ante la violencia de la dictadura de clase que se vivía y se advertía sobre los peligros del “militarismo”.

 El grupo, que nunca tuvo un nombre como tal, se integró de varios afluentes: lo que había quedado del movimiento agrario dirigido por Rubén Jaramillo, quien fue asesinado el 23 de mayo de 1962; el sector dirigente del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), con Othón Salazar a la cabeza, y un agrupamiento de obreros, muchos de ellos de la fábrica de estufas “Acros”, de orientación maoísta, llamado Frente Obrero, dirigido por el abogado laboral Juan Ortega Arenas.

 Othón, de quien también guardo una grata y respetuosa memoria, se distinguía, aun en los espacios de la clandestinidad, por su sereno liderazgo, la reverencia y cariño con los que se le trataba, su modestia, que iba a la par de su visible pobreza, y la leyenda de permanente persecución que vivían él, su familia y sus partidarios.Lo reconocí, a pesar de su nombre de guerra, por estos rasgos de su personalidad y el trato que recibía de sus allegados. Recuerdo que en una ocasión memorable, le escuché cantar, tocando él mismo una guitarra, el Corrido del Agrarista. Me correspondió viajar a Alcozauca, Guerrero, su pueblo natal, en arriesgados viajes en avioneta que partían de Huajuapan de León, Oaxaca.

 Además de estos agrupamientos reconocibles en la geografía política de esos años, había en la organización en ciernes, un grupo de intelectuales y profesionales, profesores, médicos, abogados, empleados del gobierno federal y estudiantes que, como yo, constituíamos la “joven guardia” de la organización, y que Félix describe en las páginas de este libro.

 Un dos de octubre, 25 años después de la matanza de Tlatelolco, sentado con Félix Serdán, “Rogelio”, en algún lugar de la plaza, le dije: “Félix, a ti te debemos la vida”. Gracias a él, a sus enseñanzas morelenses, ante ciertos signos de provocación (civiles con botas del Ejército y sacos grandes, con quienes viajamos en un pesero hasta cerca del lugar del mitin), situamos el lugar del contingente de la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la única esquina de la plaza donde fue posible salir.

 Félix es la representación de esa cepa de revolucionarios que ha mantenido sus ideales en alto, pese a derrotas, traiciones, represiones y cooptaciones, viviendo en la pobreza con dignidad y activo políticamente a sus 95 años, como cuando militábamos juntos.

 Es un acierto la publicación de sus memorias por el Instituto Cultural Autónomo Rubén Jaramillo Menes (proyecto en desarrollo de Félix) y la revista Desinformémonos, que con este libro inaugura sus ediciones.

Gilberto López y Rivas

Publicado el 21 de enero de 2013

Pronunciamiento del Foro Académico de la UACM

Ciudad de México, 13 de septiembre de 20122

Los abajo firmantes, constituidos como Foro Académico de la UACM, consideramos que:

El último acto legal en el proceso de renovación del Consejo Universitario es el que se asentó en las actas de escrutinio de las votaciones celebradas los días 10, 13 y 14 de agosto del año en curso. La Rectora y el grupo de profesores, estudiantes y administrativos que a partir del pasado 22 de agosto se ostentan como Tercer Consejo Universitario no actúan al margen de la ley, pues desde lo que se consideró su primera sesión han incumplido con las condiciones que consigna el Reglamento del Consejo Universitario; ello invalida todos los acuerdos y pronunciamientos que se han hecho como Tercer Consejo Universitario. El conflicto que vive la Universidad tiene como única salida la restitución de la normalidad institucional mediante la instalación legal del Tercer Consejo Universitario con los consejeros electos por la comunidad universitaria con su voto. La instrumentación, por parte de la administración universitaria, de clases extramuros constituye una medida de presión que apuesta por la prolongación y normalización del conflicto; divide a la comunidad universitaria; no garantiza condiciones mínimas para la realización de nuestras actividades académicas, y viola nuestros derechos laborales. En la Universidad impera un creciente clima de violencia fomentado, por acción u omisión, por la administración universitaria. Ejemplo de ello son el desmantelamiento de las puertas de acceso del plantel Casa Libertad; la verificación de la asistencia de profesores a clases y a sus cubículos por parte de personal de la Contraloría; el acoso directo y sistemático en contra de algunos profesores; la amenaza permanente del ejercicio de la acción penal en contra de diversos miembros de la comunidad universitaria; así como la negligencia cómplice que ha mostrado la administración ante el amago de grupos externos a la Universidad que han intervenido violentamente en el Plantel Cuautepec. Estos actos constituyen señales alarmantes que cuestionan la voluntad de la adminsitración de resolver el conflicto por las vías propias de la vida universitaria. La administración no ha mostrado una genuina disposición al diálogo con los estudiantes que mantienen ocupados los planteles y que se han articulado en el Consejo Estudiantil de Lucha. El Foro Académico reconoce al CEL como un actor imprescindible en el proceso de resolución del conflicto y condena cualquier intento de criminalización y persecusión en su contra.Reunidos en un espacio plural en torno a estas consideraciones, expresamos nuestra voluntad de incidir de manera constructiva en la urgente solución del conflicto que atraviesa la Universidad.Foro Académico de la UACM Manuel Aguilar, Sara D. Aguilar, Verónica Almanza, Beatriz Amézquita, Norma Amirante, Jesús Anaya, Mariano Andrade, Ernesto Aréchiga, Miguel Ángel Arias, Maruxa Armijo, Evelia Arteaga, Gabriela Bayona, Luz Beleguí Gómez, José Alberto Benítez, Juan Blejer, Martha Bolio, Ricardo Buil, Marylena Bustamante, Pilar Calveiro, Octavio Campuzano, Tania Carbajal, Brenda Caro, Héctor Castañeda, Mauricio Castañón, Jesús Castillo, María F. Castillo, Beatriz Castro, María Luisa Castro, Gloria Chávez, Juan Manuel Contreras, Eduardo Correa, Efraín Cruz, Ana Cuandón, Gabriel Delgado, Teresa Dey, Alejandra Díaz, Alejandro Díaz, Mariana Elkisch, Ma. Ángeles Escobar, Fernando Félix, José Luis Fernández, José Luis Ferreira, César E. Fuentes, Ángeles Gama, Francisco Javier García, Rubén García, Norma Garza, Grissel Gómez, Adriana González, Enrique González, Graciela González, Irma González, Oscar González, Rocío González, Gabriela Guevara, Ernesto Guijosa, José Ignacio Gutiérrez, José Luis Gutiérrez, Gezabel Guzmán, Lourdes Guzmán, Ana María Hernández, Sebastián Ibarra, Adriana Jiménez, María Jiménez, Govinda Juárez, Yuriria Juárez, Andrés Keiman, Magdalena King, Juan Antonio Laviada, Ricardo Laviada, Rodrigo Leyva, Aida Luz López, Bily López, Maya López, Norma López, Carmen Losada, Daniel Maisner, Mario Mancilla, Joel Marín, César Alejandro Márquez, Sandra Raquel Martinelli, María del Rayo Martínez, Rocío Martínez, Rodrigo Martínez, Gabriel Medina, Lorena Méndez, Marco Antonio Molina, Karla Montalvo, Silvia Montalvo, Esther Muñoz, Patricia Murillo, Lenin Bertrand Noh, María Paula Novel, Victoria Núñez, Sandra Oceja, Karina Ochoa, Mariela Oliva, Mónica Oliva, Luz Ortiz, Fernando Pacheco, Carlos Pérezmurphy, Itzam Pineda, Yolanda Pineda, Ricardo Piña, Jesús Piñón, Iris Pozas, Marcela Quintero, Daniela Rawicz, Gerardo Ramírez, Salvador Ramírez, José Remus, Alejandra Rivera, Roxana Rivera, Marta Rizo, Miguel Ángel Rocha, Carmen Rodríguez, Lénica Rodríguez, María Rodríguez, María José Rodríguez, Mercedes Rodríguez, Pedro Rodríguez, Susy Rodríguez, Teresa Rodríguez de la Vega, Mario Rojas, Pablo Claudio Rojas, Laura Elena Román, Beatriz Eugenia Romero, Jocelyn Romero, Carmen Ros, Ana Rosen, Jorge Rubio, Ana María Sacristán, Gilberto J. Salazar, Abigail Sandoval, Isabel Sanginés, Aidee Tassinari, Beatriz Torres, María Elena Torres, Rafael Torres, Ángel Trejo, Emiliano Urteaga, Amarela Varela, Aidee Vargas, Gabriela Vázquez, Luz Janet Vázquez, Marco Velázquez, Oscar Ventura, Mireia Viladevall, Ernesto Villalobos, Raul Villegas, Gloria Zaldívar, Alberto Zárate, Selene Zárate, Ana Zoebisch, Javier Marmolejo.