Enrique G. Gallegos*
Susana Prieto Terrazas es una mujer obrera no porque trabaje en fábricas (aunque lo hizo) sino porque ha asumido la defensa de la clase trabajadora como quizá ningún otro abogado o líder sindical en la historia reciente del país. En un mundo abogadil y sindical dominado por hombres, destaca por su temple combativo, franco y frontal como norteña que es. Pero no es mero gesto reactivo; lo suyo en convicción política; o como decíamos hace algunos años, una convicción proletaria y política. Es la abogada proleta, pues.
Su historia en la defensa de los trabajadores viene de lejos, como ella mismo lo ha contado, pero quizá los dos hechos que fueron un parteaguas en su trayectoria fueron las sucesivas huelgas, paros y protestas de miles de obreros que se desarrollaron a inicios del 2019 en los estados norteños de Tamaulipas y Matamoros y que desembocaron en lo que se llamó como el “movimiento 20/32” y después en el “Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios Movimiento 20/32”. Por la dimensión que adquirió el movimiento obrero, inmediatamente también alcanzó un carácter político. El capital y sus aliados, poder político y el charrismo sindical activaron las alarmas. Eso demuestra la vieja premisa del barbudo del siglo XIX de que en la base de la política están las exigencias por mejorar las condiciones laborales y salarios, que permiten reproducir la vida. No se trata de teoría sino de la dura realidad del trabajador. Obviamente, hablamos del viejo Marx.
El otro hecho, relacionado con el anterior, fue su arbitraria detención el 8 de junio de 2022 por órdenes de un gobernador de Tamaulipas, acusado de estar coludido con el narco, Javier Cabeza de Vaca (2016-2022); por si fuera poco, quizá aprovechándose del momento o coludido, el gobierno de Chihuahua, encabezado por Javier Corral Jurado (2016-2021), emitió órdenes de aprehensión en su contra. ¿Las acusaciones? Defender la titularidad de los contratos colectivos de los trabajadores y denunciar las condiciones de trabajo durante la pasada pandemia. Susana Prieto estuvo presa 24 días en la prisión de Ciudad Victoria, que ha sido catalogada como la “más infernal de México”. No es exagerado decir que estuvo en riesgo su vida. Gracias a la presión nacional e internacional y a la intervención del Presidente, logró salir. En un gesto tipo de AMLO, el día 27 de julio la recibió en Palacio Nacional.
Fue en ese contexto en el que fue invitada en 2021 para unirse como candidata y luego como diputada a la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados por el período 2021-2024. De acuerdo a la página de Cámara de Diputados, ha presentado 33 iniciativas de reforma a leyes (AQUÍ SE PUEDEN CONSULTAR), demás de múltiples proposiciones y posicionamientos legislativos. Si se revisan las iniciativas, se muestra su claro compromiso social hacia las mayorías y la clase trabajadora, pues son iniciativas que pretende mejorar las condiciones de trabajo, la seguridad laboral, la vivencia, los derechos humanos y labores, los derechos de las mujeres, etc.
Quizá la iniciativa más relevante, en varios planos, sea la que propone la reducción de la jornada laboral, para pasar de 48 horas a 40. Fue presentada el 20 de octubre del 2022 (AQUÍ SE PUEDE CONSULTAR LA INICIATIVA DE ORIGEN), un tipo iniciativa que por demás ya había sido presentado en otras ocasiones. Como era de esperarse, los defensores del capital inmediatamente salieron a rechazarla y alertar sobre una inminente crisis en caso de aprobarse. Hubo incluso algunos ingenuos que alertaron del inminente comunismo. Después de varios escollos, debates y discusiones, tanto entre diputados como en foros y medios de comunicación, la iniciativa fue aprobada el 25 de abril del 2023 en la Comisión de Puntos Constitucionales. Todo estaba listo para que pasara al pleno. Pero algo pasó.
En entrevista con Julio Astillero, Susana Prieto afirma la iniciativa ha sido saboteada por el coordinador de la fracción parlamentaria de Moren, Ignacio Mier Velazco, un viejo expriista devenido ahora morenista (AQUÍ SE PUEDE VER). Las razones puntuales no son claras (afirma que por instrucciones del Presidente), pero sí su raíz ideológica: Mier nunca ha tenido una clara posición de izquierda ni compromiso con la clase trabajadora; tiene un perfil acomodaticio, que responde más bien a los intereses del capital y del empresariado. Por ello, no entiende la relevancia histórica de la reducción de la jornada laboral. Jamás entenderá lo que es trabajar encerrado en una fábrica por 8 horas durante 6 días. Son ocho horas que trabajadoras y trabajadores las podrían dedicar al ocio, a la familia, al descanso, al paseo y reponer el desgaste que sufre su metabolismo durante las horas de la jornada de trabajo. Es una medida de justicia en un modo de producción capitalista que genera su plusvalor justamente del trabajo excedente que producen los trabajadores. Quizá es el momento de que la clase trabajadora comiencen a hacer presión en las calles y las plazas.
Este sabotaje del coordinador de la fracción parlamentaria de Morena y el desaseo en la selección de las candidaturas a diputados y senadores, la pérdida de rumbo de izquierda de Morena con Mario Delgado, además el hecho de que hayan designado a su perseguir político, el exgobernador Javier Corral Jurado, como candidato plurinominal al senado, llevaron a Susana Prieto a renunciar al grupo parlamentario de Morena. Según sus palabras, después de maltratos y desdenes, esa fue la “gota que llenó el vaso” y lo derramo. Pero quizá sea también la ligereza con la que lo tomó Claudia Sheinbaum cuando le comentó esa situación. Según afirmó en la entrevista con Astillero, Sheinbaum le contesto en el whatsapp con un “déjense de estarse viendo el ombligo y ocúpense de ganar Chihuahua”. Es un error de Sheinbaum.
Si bien Sheinbaum tiene el claro perfil de una izquierda moderada e institucionalizada, la renuncia de Susana Prieto hay que interpretarla como parte de los síntomas y señales no del afianzamiento de esa izquierda que Sheinbaum misma representa, sino el triunfo de los peores elementos de Morena y su estabilización en el centro-derecha y la lógica acomodaticia y el interés individualista, que, de no corregirse, le estallaran a Sheinbaum después del 2024 (en caso de ganar la presidencia).
Algo es incuestionable: el cambio de las políticas económicas con el nearshoring, la relocalización, las empresas trasnacionales que operan bajo el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, la guerra comercial entre Estados Unidos y China en el marco del intento de afianzar el poderío militar y económico del primero y la guerra Ucrania-Rusia, precisan tener controlada la fuerza de trabajo; por ello resulta necesario no sólo que la clase trabajadora vaya preparando sus armas de defensa y lucha para ese contexto, sino la presencia de abogados y activistas como Susana Prieto. Y para ello, se requiere que se retome como punto emblemático, de ser necesario desde las calles, la reforma de las 40 horas.
*Profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana-C
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